Sinopsis: Aliados. Enemigos. Villanos. Ellos son ExtraOrdinarios. Eli Ever y Victor Vale eran simples estudiantes de medicina cuando descubrieron que las experiencias cercanas a la muerte pueden, si se dan ciertas condiciones, manifestar capacidades extraordinarias. Fueron muy amigos, luego rivales y, por fin, enemigos. Estuvieron muertos, revivieron, y más tarde... Eli mató a Victor de una vez por todas. Al menos, eso creía. Pero Sydney Clarke no estuvo de acuerdo y usó su propio superpoder para inclinar la balanza. Ahora, un trío se esconde en las sombras, mientras otro aprovecha la vida después de la muerte para apoderarse de la ciudad de Merit. Si puede haber vida después de la muerte... ¿habrá calma después de la venganza, o prevalecerá el caos?
Cuando termine Una obsesión perversa mi corazón se detuvo con el final y este libro lo hizo funcionar nuevamente. Esta debía ser mi última reseña del año, pero como ya ven termino siento la primera de este 2020 (eso que lo termine hace un par de semanas), pero no podía despedirme de esta historia, sé que hay rumores de una tercera entrega y creo que se debe al final tan abierto que tuvo, pero no sé si realmente la leería.
Al igual que el libro anterior Una venganza mortal esta narrado desde el pasado hacia el presente, es un libro que es necesario, pero tiene bastante cosas que no lo son, como los personajes nuevos, realmente pensé que aportarían más a la historia, puesto que tienen excelentes historias, pero solo provocaron destrucción innecesaria y nos ilusionan con sus capítulos que al final no llevan a nada (bueno dan su granito de arena para que ocurra el desenlace final). Ejemplo de ello es Marcella un personaje que en los primeros capítulos se vuelve uno "principal", pero que al final solo se convierte en un personaje segundario, realmente esperaba leer más de ella, me gustaba ese papel de mujer malvada empoderada. Ella junto a sus secuaces para mi fueron personajes más de relleno.
Lo que si me gusto bastante fueron sus personajes principales como Sydney y Mitch (mi personaje favorito), ambos siguen siento fiel a Víctor, van a todas con él, y aunque este último no lo valore uno como lector si lo hace, sobre todo Sydney que después de la traición que sufre en el primer libro igual logra perdonar todo, ya que se da cuenta que fue por su propio bien (ame esa parte donde se da cuenta de todo, puesto que eso hace que siga avanzando), por otro lado esta Mitch que siempre me lo he imaginado como Frankenstein pero la versión de Van Helsing, al cual todos temen pero es el ser más bueno que puede haber en la tierra.
Ahora hablare de nuestros villanos favoritos, este libro está más enfocado en la historia de Eli, puesto que varios capítulos nos cuentan sobre su vida y es por ese motivo que Víctor pasa incluso a un segundo plano, igual dan ganas de decirle a ambos ya dejen el odio de lado y dense un abrazo, de verdad que estuve esperando eso, pero este no es un libro con finales felices y eso es lo que más me gusta de esta historia, puesto que nos muestra un mundo más real, donde todos tienen algo de maldad incluso los que hacen el bien.
Si bien a ratos el libro se hace un poco latero en algunos capítulos, el que sigue te hace volver a enganchar con la historia (es una montaña rusa, que sube y baja), creo que es un buen final, puesto que pone cierre a las cosas que quedaron abiertas con el primero, y aunque dejo sentimientos encontrados en mí, lo disfrute bastante, así que muchas gracias a Ediciones Urano por este ejemplar.