EL LADO OSCURO
Inglaterra, época actual. Nathan Byrn sabe que no es como los demás. Aunque su madre era una respetada Bruja Blanca, su padre pertenece al linaje de los temibles Brujos Negros, lo cual hace de él un ser dividido que se debate entre la luz y las tinieblas. Este origen no le permite integrarse plenamente a la comunidad Blanca, la cual lo trata con desprecio y recelo. El hecho de que Nathan sea, además, hijo de Marcus, el más temido y odiado de los Brujos Negros, sólo sirve para empeorar su situación. El Consejo de los Brujos Blancos ha decidido someterlo a un control brutal para evitar que su lado sombrío se imponga. No obstante, llega el momento en el que Nathan decide convertirse en el dueño de su destino: será él y nadie más quien determine su camino.
CURIOSIDADES:Se comenta que la historia se va a llevar al cine.BOOKTRAILER:
OPINIÓN PERSONAL:Si por algo destaca esta novela es por sus páginas introductorias, unas en las que nos encontramos con una inusual y, en parte, caótica narración en segunda persona que nos adentra en la mente de Nathan, su joven protagonista.
Él no es el típico chico perfecto que logra cuanto se propone, ni el genio que sabe qué hacer en todas las circunstancias, es un adolescente que nació en una familia de Brujos Blancos con una herencia oscura que corre por sus venas y que le convierte en alguien temido y maltratado. Porque son muchas las barrabasadas que Nathan debe soportar durante las más de cuatrocientas páginas de este primer libro: marginación, rechazo, golpes, etc. El chico crece marcado por los errores de sus antepasados, seguido de cerca por el Consejo y teniendo que bajar la cabeza por ser diferente, algo que, por supuesto, no hace. Él calla al comienzo, pero no otorga, y mes a mes, año tras año, se fortalece física y psicológicamente, luchando por su vida, una que ve peligrar según se acerca su decimoséptimo cumpleaños, trascendental en la vida de todo brujo...
La historia nos imbuye en una sociedad actual en la que la gente con poderes convive con los humanos (Fains), la mayoría de los cuales permanecen ajenos a su existencia. Hay tres clases de brujos: los Blancos (que dictan las reglas), los Negros (perseguidos y repudiados) y los Códigos Medios (nacidos de una relación entre un brujo de cada lado). Nathan es de los últimos y todavía está sin catalogar. Poco a poco, suscita más interés en el Consejo, que intenta determinar si será de los suyos o del bando al que persiguen. Su padre es un poderoso brujo, temido y odiado, por lo que Nathan puede convertirse en objeto de de experimentos, señuelo... o asesino.El protagonista pasa por distintos enclaves y va dejando atrás a diversos personajes, con los que empatizaremos en mayor o menor medida, destacando entre todos ellos a Gabriel, con el que, por alguna razón, crea un vínculo especial.También me ha gustado mucho Arran, uno de los hermanos de Nathan, el cual defiende a capa y espada a la oveja negra de la familia.Este no es un cuento de hadas, es una historia que habla del bullying y sin pelos en la lengua. Hay violencia explícita y escenas en las que me he compadecido de este personaje tan torturado.Dejando a un lado las peculiares elipsis en la trama y esa introducción en segunda persona, nos encontramos con una novela del magos por lo que la comparación con Harry Potter está servida. Si bien nada tiene que ver la historia en cuanto a sucesos, sí que se ven ciertos paralelismos. No lo considero un punto negativo, sino más bien una curiosidad.Adentrarse en El lado oscuro es zambullirse en la mente de su narrador, un personaje repleto de luces y sombras.
Algunos blogs hablan de un fenómeno literario, de un libro que rompe con todo lo conocido hasta ahora. Otros, en cambio, etiquetan El lado oscuro como una novedad del montón, y también los hay que no piensan continuar la trilogía. Yo voy a ser menos radical: Este es un libro que he disfrutado, pero no es perfecto. Cuenta con un ritmo ágil, no tanto por lo que acontece entre sus páginas, sino gracias a la capacidad de la autora de fusionar nuestras mentes con la de su protagonista. Algunas de sus descripciones son un tanto confusas y, en ocasiones, casi inexistentes, pero eso se ve compensado con la capacidad del narrador para hacernos empatizar con todo cuanto le ocurre, que no es poco precisamente.
Recomiendo esta lectura a quienes no teman sufrir por el personaje central ni una novela juvenil plagada de violencia, así como a aquellos amantes de los magos, sobrenaturales que nunca pasan de moda.
Lo mejor: ser testigos de la evolución psicológica de Nathan.Lo peor: el rasgo más original de la novela es, a la vez, el más caótico y se producen algunos saltos demasiado bruscos.
VALORACIÓN: