Señalo que el libro es “breve, claro y profundo” pues quiero referenciar lo que su autor señala en la página 60, acerca de cómo deberían ser los textos filosóficos para ser atractivos. Según él, la brevedad, la claridad y la profundidad son las características básicas que cualquier texto filosófico debería tener, y su libro es, sin lugar a dudas, así. En tan solo 142 páginas y utilizando un lenguaje muy sencillo, el autor analiza críticamente los razonamientos más utilizados a la hora de demostrar la existencia de Dios y de atacar el ateísmo.
En resumen, En defensa del ateísmo es un libro imprescindible, donde la argumentación y la lógica son utilizadas con tal maestría que es casi imposible no quedar absorto de los beneficios de dichas herramientas y de lo fácil que es sostener el ateísmo ante la doctrina dominante.
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