Reseña literaria: Si el amor es una isla

Publicado el 13 febrero 2014 por Bellhara @LPDAC
SI EL AMOR ES UNA ISLATomo únicoAutora: Esther SanzEditorial: DestinoGénero: Suspense, romanceCubierta: Rústica con solapasISBN: 9788408124306Edición: 2014Páginas: 294Precio:14,95

Luisa viaja a una pequeña isla del canal de la Mancha donde el tiempo se detuvo hace siglos. Allí trabajará en un exquisito hotel regentado por un hombre misterioso que lo dirige con mano firme y estrictas reglas. Desobedecerlas tiene castigo, sin embargo, Luisa no puede controlar su curiosidad y se verá en vuelta en situaciones límite y juegos oscuros ideados por el jefe. Su osadía será castigada, pero resolver el misterio que envuelve al amo tendrá recompensa. Él, exigente y distante, y ella, curiosa y de espíritu intrépido, chocan estrepitosamente. O de forma espectacular, depende de cómo se mire. Secretos, aventuras y enfrentamientos dan paso a un tórrido romance que bebe directamente de las grandes novelas románticas de siglo XIX.


BOOKTRAILER:OPINIÓN PERSONAL:Esther Sanz me ha vuelto a enamorar. Si ya me conquistó con su trilogía El bosque, de nuevo lo logra con Si el amor es una isla, una historia de romance y suspense ambientada, con maestría, en una pequeña isla del Canal de la Mancha, un lugar en el que el tiempo parece haberse detenido años atrás.La protagonista, Luisa, o Lou, como la llaman en Sark, es una joven con carácter y mucha fortaleza. Alguien capaz de renunciar a sus sueños, o dejarlos aparcados por hacer lo correcto. Tiene una dualidad que la hace atrayente: dulce e infantil en ocasiones, osada y madura en otras.

La pluma de la autora vuelve a seducirnos a través de magníficas y visuales descripciones, así como chispeantes diálogos, algunos de los cuales elevan la temperatura con un refinado erotismo. El libro está salpicado de datos interesantes, que son el sello de la autora, así como las referencias literarias, musicales y las leyendas diseminadas entre sus páginas, unas que se deslizan en nuestras manos con la misma velocidad que la protagonista se plantea cosas: de su nuevo trabajo, de la isla y, sobre todo, de su jefe, el misterioso señor Groen.[...estamos como en aquella granja de erizos que Schopenhauer utilizó para definir las relaciones humanas, ¿la conoces? -negué con la cabeza-. Estamos condenados a sobrevivir como lo hacen los erizos en invierno. Alejados tienen un frío infinito, pero si se acercan demasiado se hieten con las púas. Eso vuelca el corazón mejor anclado, ¿lo entiendes?

-No mucho -reconocí casi en un susurro.-Hay un equilibrio imposible entre nosotros. Algo que nos aleja. Eso convierte tu presencia en algo maravilloso y, a la vez, insoportable...]La historia tiene toques que homenajean a La bella y la bestia, curiosamente mentada por Luisa, así como a El fantasma de la ópera.Me ha parecido curiosa la mención de un par de novelas españolas. No os desvelaré de cuáles se tratan para que lo descubráis vosotros. 

El trágico y misterioso Patrick, el bohemio y dulce Jim, la excéntrica y afable Madame Perrier (que tiene un hueco especial en mi corazón) y el resto de personajes que pueblan esta novela son, como cabía esperar, tridimensionales, y todos piezas importantes en el desarrollo de la historia, una que capítulo a capítulo nos abduce más y más hasta desembocar en un final que considero perfecto.Va a ser, sin lugar a dudas, una de las mejores novelas del año.Si algo había aprendido en aquella isla es que el rencor, el odio o la culpa tienen raíces profundas, y que sólo logramos arrancarlas si somos lo bastante fuertes para perdonar.Lo mejor: el personal estilo de Esther Sanz.

Lo peor: nada.
VALORACIÓN: