Reseña literaria: Tienes Talento de Christian Gálvez

Por Asdetreboles

Antes de comenzar esta reseña, me gustaría aclarar una cosa: Estoy completamente en contra de los libros de autoayuda. Lo siento, pero es un género cuya existencia ha sido sacrificada de mi plano existencial.
Vale, dicho esto, muchos de vosotros tal vez estéis enarcando la ceja cual Carlos Sobera cuando le preguntan quién ganará el Mundial de este año al ver el libro que he decidido reseñar. ¿Por qué esta tía dice una cosa en el primer párrafo de esta verborrea y va a hacer la contraria?
Pues porque no considero esta lectura un libro de autoayuda. Vale que lo pone en la contraportada, pero yo no lo veo así. Hay una diferencia clara, evidente y palpable entre un libro que se cree que tiene todas las respuestas sobre la condición humana y otro que quiere contar una historia de un chaval que vio oportunidades, las aprovechó, arriesgó y terminó llegando donde ni el mismo creía que fuera posible.
Habéis leído miles de reseñas. Ahora toca la mía.

  • Título: Tienes Talento
  • Autor: Christian Gálvez
  • Género: Motivacional
  • Saga: Libro individual
  • Año de publicación: 2013
  • Editorial: Alienta
  • Número de páginas: 248
  • Lengua original: Español
  • Formato: Tapa blanda con solapas
  • Precio: 14,95€
Éste es un libro de autoayuda, sí, pero nunca has leído nada igual. Christian Gálvez no solo comparte contigo intimidades y consejos útiles para fijar y alcanzar tus metas, sino que lo hace de la mano de Leonardo da Vinci, todo un modelo de autoaprendizaje y de éxito personal del que puedes aprender a explotar y canalizar tu talento.
Sabia y entretenida a la vez, esta obra te acompañará como una fiel consejera por el camino que recorrerás desde que crees tu propia "marca personal" hasta que te conviertas en el mejor en aquellos a lo que te dediques.
Ahora, te toca dar a ti el primer paso.


A estas alturas del cuento, explicar quién es Christian Gálvez me parece innecesario y, qué queréis que os diga, hay gente que lo hace mucho mejor de lo que yo lo haría, así que dejaré el asunto justo aquí y ya el resto se lo dejo a los curiosos, que para eso poseen esa cualidad. 
No es ningún secreto que sienta simpatía por este chico (impresión que se mulplicó por varias cifras cuando lo conocí en persona durante la presentación de su último libro "Matar a Leonardo Da Vinci", del que os hablaré otro día. Recordádmelo, por favor) y, por lo tanto, cuando los que me rodean se enteraron de que había publicado su primer libro, no tardaron en regalármelo. No sabían de mi aversión hacia los libros de autoayuda, solo sabían que me gustaba Christian Gálvez, con lo que imagináos la cara de absoluto terror que se me quedó al tener el libro entre mis manos. No por el contenido precisamente, sino por la perspectiva de una posible decepción consecuencia de ver cómo este chico tan carismático e interesante caía en el género que había desterrado de esta realidad y de todas las demás.
A primera vista, la premisa del libro es sencilla: Tienes talento. ¿Talento para qué si puede saberse? Supongo que tengo que abrir el libro y ver de qué se trata ¿verdad?
Para mi sorpresa, no encuentro lo que mis predicciones más nefastas habían augurado. No es una tediosa sucesión de consejos que te dicen lo que tienes que hacer, escritos en un lenguaje arcaico, tan insípidos como una ensalada de lechuga sin aliñar. ¿Qué es entonces? Ni más ni menos que un relato de las lecciones que nuestro querido Christian ha aprendido en base a su propia experiencia, todo ello en un tono ameno y cercano; casi como si estuviéramos tranquilamente sentados en un sofá mullido y nos tomáramos un té con canela mientras me cuenta historias de éxitos, fracasos, tropiezos y situaciones desde admirables hasta ridículas. Se pasa el tiempo rápido cuando se está en buena compañía escuchando buenas historias ¿verdad? Pues ocurre lo mismo con este libro.
Si ya ilustramos esta situación tan encantadora con anécdotas de una de las figuras históricas más prolíficas, pues apaga y vámonos porque la merienda se va a prolongar más de lo necesario.
¿Tienes talento? Sí. ¿Para qué? No tengo ni la más mínima idea. Eso es algo que te toca averiguar a ti. Hay algo que tú y solo tú puedes hacer, algo que nadie más puede y que, con un poco de esfuerzo, dedicación y tiempo, puedes desarrollar y convertirlo en tu seña de identidad, tu marca personal. ¿Por dónde empezar? Bueno, creo que éste libro es una muy recomendable línea de salida.


  • ¿A quién se lo recomiendo? A toda la gente joven especialmente. Este no es un libro más de un rostro conocido que escribe un libro porque sí, este libro contiene consejos muy buenos que viene muy bien que alguien te las recuerde y más en un lenguaje comprensible, sin irse por las ramas. Personalmente, lo considero un soplo de optimismo en una realidad en la que no dejan de apalear a la juventud (y paro de hablar antes de meterme en política, que esto es un blog impolíticamente correcto).

  • ¿Cómo y dónde leerlo?Yo os recomendaría una primera lectura rápida seguida de una más concienzuda para asimilar el contenido de cada capítulo con más tranquilidad. Aunque es un libro pequeño, fácil de llevar, no lo considero un libro de bolso sino más bien un libro de mesita de noche que tal vez tengáis que dejar a mano más a menudo de lo que pensáis para ojear algún párrafo en concreto o buscar un segmento que os ayude en un momento dado.

  • Vale, vale, ¿pero cómo veo la estructura narrativa? La estructura de cada capítulo es exactamente igual en todos y cada uno de ellos:
    1) Parte de teoría (la denominaré así para que resulte más sencillo de entender)
    2) Anécdota de Leonardo da Vinci relacionada y que sirve a modo de ejemplo del punto 1)
    3) Anécdota de Christian también a modo de ejemplo pero aplicado a la época actual

    El lenguaje en el que están escritos los nueve capítulos más la introducción y el prólogo es el de una persona joven y, por lo tanto, sabe a la perfección qué recursos narrativos emplear para atraer la atención de este público tan exigente a la par que exhausto de verborreas incomprensibles que no llevan a ninguna parte salvo al tedio. Además, su conocimiento de las redes sociales, el mundo de la televisión contemporánea, así como de otras formas de entretenimiento actual, le permite jugar con estos elementos e introducirlos en la lectura sin que parezca algo forzado o un recurso vacío. En resumen, el libro está planteado para llegar a cuantos más mejor, con todo lo que ello conlleva.

  • ¿Tiene buen ritmo o baila con dos contraportadas? Los capítulos no se entretienen en dar rodeos en torno a un tema sino que va directamente al grano, a lo que verdaderamente importa, con lo que se leen muy rápido y antes de que os deis cuenta ya los habréis terminado. Otra cosa, claro está, es que el asunto del que trate el capítulo os guste más o menos, eso ya a gusto del consumidor.
  • Vaya personaje... Dejaremos este punto sin tratar al no tratarse de una novela convencional. 
  • ¿Y qué me dices de la edición? El aspecto exterior del libro es sencillo pero bonito tanto en diseño como en la elección de colores, muy acordes con la época renacentista. Haciendo un homenaje a El hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci, el protagonismo de la portada es para Christian Gálvez, como no podía ser de otra manera (sí, los libros escritos por rostros mediáticos poseen esa peculiaridad). En la contraportada, como tampoco podía ser de otra manera, quienes recomiendan el libro son personalidades de campos diversos para que si la opinión de uno no te convence para que te lo compres tal vez la del otro sí que lo haga.
    En la cara interior vemos La Última Cena, el retrato de Leonardo da Vinci... Y si ya nos introducimos entre las páginas del libro vamos a encontrar muchas imágenes, diagramas, cuadrantes, cambios de tipografía para señalar las partes más importantes y recuadros con forma de pergamino para enfatizar las frases más significativas de los diferentes capítulos. Todo está configurado para que sea una lectura que puedes pausar en cualquier momento o para encontrar un pasaje concreto sin tener que ir hoja por hoja rebuscando entre párrafos.
  • ¿Puede hacernos recordar otras obras? Hay gente que ha encontrado ciertas similitudes entre este libro y Ética para Amador de Fernando Savater y debo decir que... no. Ética para Amador sigue una tónica que va más dirigida hacia la filosofía y el autor juega en otra liga muy diferente a la que juega Christian y, mientras que Tienes Talento me recuerda más a una conferencia para universitarios o chavales de instituto a punto de entrar a estudiar la carrera, Ética para Amador tiene ese aroma a libro de autoayuda que busca cambiar la vida del que lo lee pero con una narrativa muy lenta, un ritmo casi inexistente y un tono paternalista que resulta irritante (y ahora vienen los numerosos fans de este libro a masacrarme, seguro)
  • Eso es bueno: Varias cosas.
    1) El prólogo: Al margen de que os guste o no Risto Mejide, tengo que decir que el prólogo que le ha dedicado a Christian es el prólogo que a mí me encantaría tener en caso de que decidiera escribir un libro. Y va completamente en serio.
    2) El apreciable amor del autor por Leonardo da Vinci: La admiración con la que Christian habla de este genio renacentista es algo que pocas veces he visto. Es amor, curiosidad y devoción y no tenéis ni idea de cómo transmite estos sentimientos a través de las páginas del libro. Dan ganas de irse a la biblioteca y empezar a estudiar a Da Vinci.
    3) La presencia de elementos visuales: En este tipo de libros no hay nada mejor que una imagen para dar a entender algo y este libro tiene docenas de ilustraciones, fotografías, dibujos... Lo agradezco mucho.
  • Eso es malo: Es difícil establecer puntos negativos pues el mayor y más restrictivo en mi caso (el hecho de tratarse de un libro denominado 'de autoayuda') ha sido solventado. Además, este no es un libro que dependa de una trama, de unos personajes consistentes, de la relación entre un capítulo y el siguiente o de un equilibrio entre diálogos y descripciones; de esta forma, tratar los puntos flojos se convierte en una labor muy subjetiva que, en mi caso, se reduciría a algunos capítulos un poco redundantes y ejemplos que, aunque encajan con el contexto del capítulo, les falta pimienta y, en ocasiones, originalidad. Desde un punto de vista más general, sí podría subrayar que se trata de un libro muy orientado a las generaciones actuales, con lo que los entrados ya en años encontrarán algún que otro problema en la comprensión de conceptos si no están en contacto con el mundo tecnológico o la televisión de los últimos tiempos.

  • ¿Se recomienda su compra? Barato, ligero, en un momento oportuno... No sé, creo que no se necesitan más motivos ¿no creéis?
  • La gente dice...
  1. Con derecho a una tarrina de Yogurlado: La opinión generalizada ha sido muy positiva. No es el primer libro de Christian Gálvez y, según muchos, se nota que ya ha adquirido tablas desde sus primeros trabajos y eso está bien. Según otros comentarios, el libro ha servido para enseñar otra faceta que muchos no conocían del presentador de televisión sin caer en el morbo ni en el victimismo. 

  2. El Yogurlado tiene aromatizante artificial: Aquí ya hay un poco de todo, desde envidias hasta una crítica dirigida no al libro en sí sino a Christian Gálvez como rostro mediático. Suele ocurrir cada vez que un famoso publica un libro: Promoción reiterada en programas de prime time, mayor difusión mediática por parte de librerías y medios audiovisuales, recomendaciones de otros famosos, un número mayor de presentaciones... Vamos, básicamente el eterno debate sobre las facilidades que poseen los famosos de acometer lo que a un autor novel se le niega casi desde el principio. ¿Qué opino yo? Eso me gustaría tratarlo con más calma en otro momento (recordádmelo, por favor).

Y después de este análisis creo que va siendo hora de evaluar con propiedad:



Es correcto. Aunque es un libro cargado de optimismo no da soluciones mágicas sino todo lo contrario: Desde el principio advierte que el camino a la hora de extraer y potenciar tus talentos es largo, arduo y lleno de altibajos; pero por eso mismo es por lo que merece tanto la pena pues, incluso si no consigues tus objetivos, el viaje te aportará tanto y de formas tan diversas que, sin darte cuenta, estarás mucho más cerca de encontrarte con quien verdaderamente quieres ser.


El lenguaje de este libro va a medias entre el que se emplea en las instrucciones de un manual y una novela autobiográfica salpicada con trazas históricas. El cambio entre un género y otro es comprensible, pero es un salto bastante brusco y puede que no guste a todo el mundo. Hay veces en las que da la impresión de estar leyendo dos libros diferentes aunque paralelos. Ello no quita que el vocabulario y las estructuras gramaticales presentes sean fáciles de entender por todos los los lectores.

El libro está concebido para no aburrir, es corto, va al grano y desarrolla lo que hay que desarrollar y si el punto que se debe hacer entender es largo y abstracto se añaden diagramas, imágenes y otros recursos que impiden la aparición de la monotonía.


La presencia de ilustraciones en casi cada página, los pequeños "ejercicios" a realizar en cada capítulo, el empleo constante de Twitter para animar al lector a implicarse de forma activa, las referencias a temas o artistas conocidos por las generaciones de hoy y el hecho de ser un libro escrito desde una perspectiva fresca y actual hacen que definitivamente se merezca la puntuación más alta de El Chinchetómetro.


El libro os aportará cosas positivas y eso es algo muy importante. Podéis aprender mucho, podéis aprender poco o podéis no aprender nada; pero, si queréis mi opinión (y tal vez es así porque de otra forma no estaríais leyendo esto), siempre vais a extraer algo significativo del testimonio de una persona que se ha superado a sí misma y que aún continúa haciéndolo. No sé, no perdéis nada por intentarlo.

Y, bueno, como todo libro, esto también se tiene que acabar. Dejadme en comentarios lo que queráis, twitteadme si así lo deseáis y nos vemos en próximas reseñas.