Reseña literaria: Treintañera (y a mucha honra)

TREINTAÑERA (Y A MUCHA HONRA)
Novela autoconclusivaAutora: Amabile GiustiEditorial: EsenciaGénero: comedia románticaCubierta: rústicaISBN: 9788408137320Edición: 2015Páginas: 309Precio: 16,90€Carlotta está a punto de cumplir los treinta y se considera una gafe crónica. Sólo llega al metro sesenta con tacones altos, tiene una familia que está completamente loca y no ve en el horizonte a un novio como Dios manda. Y por si eso fuera poco, acaba de dejar su trabajo y ahora se ve obligada a alquilar una de las habitaciones de su apartamento para llegar a fin de mes. Luca, el nuevo inquilino, tiene muchos pros: es escritor, guapísimo y muy simpático, pero en cambio: es desordenado, fuma mucho y suele llevar a sus conquistas a casa. A pesar de que Carlotta nunca lo admitirá, se está enamorando de ese macho depredador que trata a las mujeres como a objetos de un solo uso. Con su madre pidiéndole que se centre de una vez, un nuevo trabajo que debe inventarse y muchos encuentros cercanos con Luca y sus novias, Carlotta aprenderá que para convencer al resto del mundo de sus posibilidades primero tiene que creer en sí misma y aceptarse tal como es: una mujer verdadera, ni jovencísima ni bellísima, pero llena de determinación y capaz de encontrar su lugar en el mundo.OPINIÓN PERSONAL:Esta novela me llegó por sorpresa acompañada de una cremita que, por cierto, me encanta.Abrí el libro para curiosear su interior, dado que la portada se me antojaba colorista y divertida; fue mi perdición. En cuanto empecé a leer, no pude parar. La historia de la patosa y alocada Carlotta me enganchó sin remisión. Es una protagonista con mucho carisma que nos arranca más de una carcajada y a la que acompañamos en una historia que mezcla comedia y romance.Ella está enamorada de su mujeriego y atractivo compañero de piso, Luca, un proyecto de escritor que la adora, pero como a una hermana. Carlotta tiene que morderse la lengua cada noche que él trae a casa a una de sus conquistas, de las que nada vuelven a saber, y fingir indiferencia cuando él le dirige un gesto de cariño que le pone la piel de gallina y le acelera las pulsaciones. Nuestra protagonista, además, vive a la sombra de su perfecta hermana Erika y bajo la crítica mirada de su madre, eso sin olvidar sus muchos esfuerzos para encontrar una estabilidad laboral. Es una chica sin tapujos a la hora de hablar, pero que se corta al actuar; alguien que está empezando a descubrirse a sí mima pese a estar a punto de cumplir los treinta. Carlotta es graciosa, fiel, inteligente, pero peca de romántica empedernida; espera al príncipe azul y se niega a besar sapos, aunque alguno acabe entre sus brazos... Pero quizá las cosas cambien para ella.En esta novela he reído, he suspirado, me he sonrojado y me he emocionado con algunas escenas y pensamientos de Carlotta. No es un género que suela degustar, pero que me ha sorprendido gratamente.

"Trepo a uno de los taburetes, pido otro Cosmopolitan, luego otro, y me los bebo en dos sorbos. Me queman la garganta, el estómago, las vísceras. Miro la copa vacía, pensando que soy una pobre idiota, ni joven ni vieja, ni virgen ni puta, ni abstemia ni alcohólica, un mediocre amasijo de células.

"Sé cómo las familias a veces muerden el corazón, Cuánto  duele darse cuenta de que se tiene un vínculo de sangre con alguien que no nos acepta como somos (...) Tenemos que llegar a un pacto con esta simple verdad: no podemos pedirles a los demas lo que no nos pueden dar por naturaleza, por educación y  por elección.  A su manera nos quieren, creo, pero es inútil destrozarse el alma, porque no son como Charles y Caroline Ingalls, felices en su casa de la pradera.

"El paso del tiempo no es nada, estoy cada vez más convencida, es un escudo para tímidos y cobardes. Treinta, años, cuarenta, incluso el doble, son sólo envoltorios: por sí mismos no tienen sustancia ni valor, lo que importa es cómo se llenen. 

La narración, desde el punto de vista de Carlotta, es muy amena y en ocasiones desternillante; no pude evitar empatizar con ella en algunas situaciones. ¡También soy un poco torpona! Y Luca, ¿qué decir de Luca? Que os derretiréis a medida que lo vayáis conociendo. Había momentos en los que me enamoraba, para, a continuación, soltar una ristra de insultos. Es un chico que lucha contra los sentimientos y que solo espera de la vida dos cosas: terminar su novela y no caer enamorado.Los secundarios también me han parecido deliciosos: la voluble Gio, la fríbola Erika, la dulce Iriza, el caradura de Tony, el caballeroso Franz, el despótico Rocky y tantos otros...En definitiva, esta es una novela que recomiendo a las incondicionales lectoras de Bridget Jones y a quienes quieran pasar unas horas acompañadas de una treintañera algo loca, muy tierna y sumamente divertida.Lo mejor: la voz narrativa de Carlotta.Lo peor: alguna erratilla en el texto y la edición, con un gramaje muy fino y una portada algo endeble.VALORACIÓN: