Tras la publicación de “El bolígrafo de gel verde” donde la sinopsis no desvelaba lo que sucedía dentro del libro por deseo del escritor, en esta segunda novela también nos adentraremos en el libro sin saber muy bien lo que nos encontraremos, pues a veces: “hay historias que no pueden resumirse en unas líneas”.
El libro de Eloy Moreno intenta emocionar al lector, acercarlo a los personajes, en realidad quiere que nos identifiquemos con ellos, sentir que podemos ser nosotros a los que les está ocurriendo esa historia, así sabemos pocos nombres, y siempre hace referencias a: “unas cuatro ventanas a la derecha, en la calle de atrás, a muchos metros de allí, un edificio más al sur, en la casa de enfrente…” todos ellos son lugares donde suceden cosas, donde hay familias, hombres, mujeres que están viviendo en la misma ciudad y que comparten sentimientos sin ellos saberlo y como lector puedes descubrir en cada uno de ellos a un vecino, a un amigo, incluso a ti mismo. La gran protagonista en el libro es la ciudad de Toledo, sirve de telón de fondo para todas las historias y esconde secretos, y al menos uno de ellos nos será desvelado por la otra protagonista. Esta chica es Alicia, una profesora que estará por unos meses dando clases en un instituto en Toledo, y que vivirá, durante ese tiempo, en la casa de una tía suya.Así poco a poco mientras a través de los ojos de Alicia conocemos la ciudad y alguna de sus historias, también conoceremos la vida de esta profesora que se encontrará en varias encrucijadas y deberá elegir que camino tomar.Todos tenemos secretos, algunos los guardamos debajo del sofá, tal vez porque no estemos demasiado orgullosos de ellos, pero si tenemos suerte y buenos amigos los podremos compartir y aliviar esa carga.Es interesante ver como algunos escritores con las palabras que todos conocemos y usamos cada día, palabras simples, cotidianas, van construyendo una historia al juntarlas, como nos van sacando sonrisas por ejemplo al imaginar a esos calcetines que juegan al escondite con las camisetas en la lavadora, como hay veces en que, en la rutina y en el día a día, también se puede encontrar poesía y por supuesto como se puede contar una historia, y eso es lo que me he encontrado yo en el último libro de Eloy Moreno: realidades que se mezclan con ficción para llenar unas páginas y hacerte ver que todo se puede contar, dependiendo de cómo se unan esas palabras, de cómo se formen las frases, la historia podrá interesar a más o menos lectores, a mi me ha convencido y he disfrutado de la lectura, si deseáis saber que solemos esconder bajo el sofá sólo tenéis que adentraros entre sus páginas.
“El problema de las mentiras es que, por mucho que las adornes, siguen siendo mentiras, y al final, cuando se les ha caído toda la purpurina, suelen mostrar la realidad.”
“Con el tiempo me he dado cuenta de que, más que el amor, es la risa lo que une a dos personas.”
“No existen los momentos adecuados, porque los momentos los elegimos nosotros; y yo, yo no he sabido encontrarlos, quizás porque no he tenido el valor de buscarlos.”