Editorial: Neo PlataformaASIN: B01FM5GFTCEdición: KindleIdioma: Español
Algunas personas, las que verdaderamente importan, aunque se marchen, nunca se van. Tras un año separados, Naira y Jarek deciden irse a vivir juntos a Londres, la ciudad en la que se conocieron durante su Erasmus. El problema es que la carrera de pianista de Jarek despega en la República Checa justo cuando deben partir, y él se ve obligado a aplazar el viaje. Pero Naira decide instalarse en Inglaterra de todas formas y empezar una nueva vida mientras lo espera. Sola, sin más compañía que los recuerdos de su pasado con Jarek, Naira deberá enfrentarse a la ciudad gris y neblinosa. Encontrar piso, conseguir un empleo, hacer nuevos amigos... Y no menos importante: averiguar si la distancia es un obstáculo para amar.
Londres tiene carácter, eso es lo que creo que pasa. Es bastante gruñona. Y le sucede lo que a todas las personas que tienen carácter: o las amas o las odias, pero, en general, las amas y las odias a la vez porque es imposible no hacer las dos cosas al mismo tiempo.
Este libro fue definitivamente una grata sorpresa, no es de esos que cambian vidas o te roben el corazon pero si puede dejarte un buen mensaje. Esta la historia de Naira una chica Española que durante un año de intercambio en Londres se enamora de otro chico extranjero Jarek y aunque sabían que su relación tenia fecha de caducidad no les importa y la continúan desde sus respectivos países. De repente Jarek le ofrece regresar a Londres y establecerse los dos juntos, ella abogada de profesión decide saltar al vacío y aceptar la propuesta de Jarek pero unos días antes de irse a Londres él la llama para decirle que su banda ha tenido suerte y tocaran en varios festivales de su país por lo que llegará a Londres después, ella decide instalarse en Londres y esperarlo, pero esa espera será eterna y en esos días Naira conocerá personas interesantes y otros gustos en su vida.
Antes del Erasmus, yo creía que los checos eran todos rubios. No sé muy bien por qué, a lo mejor es que los situaba muy al norte y deducía que llegaba un punto en el mapa en el que los morenos desaparecen.Este libro muestra detalles interesantes de las relaciones de pareja: primero que aunque le pongas mucho corazon las relaciones a distancias pocas veces funcionan; segundo que siempre somos las mujeres quienes sacrificamos todo por la persona que amamos pero eso casi nunca se ve recompensado y tercero que cuando menos lo esperamos encontramos a la persona que nos complementa.
–Jarek –repetí, intentando imitar la pronunciación de su nombre, esa jota que parecía una i griega. En su boca sonaba como un nombre de esas novelas de fantasía medieval. Jarek, hijo de Vaerys, rey del mar Angosto y protector de los Siete Reinos. Algo así–.Naira hace todo lo posible por que su relación con Jarek funcione, pero mientras mas kilómetros hay entre ellos mas van cambiando las cosas y muchos peros van apareciendo. Tambien me parecio super egoista que Jarek pensara que Naira lo iba a esperar hasta el final y no fue hasta que ella FUE A VERLO que el se dio cuenta que no había mucho por hacer en su relación.
La memoria hace esas cosas, supongo. Adereza un poco los recuerdos para que nos apetezca revisitarlos una y otra vez.Naira me encanto y aunque me hubiera gustado saber mucho mas de su vida luego de Jarek, cosa que poco muestran y de ahí que no entienda mucho el titulo, ella me demostró que podemos afrontar cualquier cambio que la vida nos ponga. Los otros personajes son muy lindos y por eso creo que si da para una segunda parte, para saber mas de ellos tres y como si se desarrolla Naira en un Londres Después de Jarek.
–El caso –dice– es que las personas somos un poco eso. Tú te cruzas con un desconocido por la calle, puedes tener solo una conversación con él, pero decirle algo que lo cambie todo. La gota de agua. Las acciones tienen consecuencias y todo eso.De resto una lectura linda, detallada, y bonita. Que le llegara a las personas que están pensando en hacer un cambio drástico en su vida y que tienen miedo pero deben ser positivos como Naira.
Es curioso. No imaginé que un «te quiero» pudiera ser más real cuando viene seguido de un «pero». Cuando deja de ser una promesa inmadura e intangible y empieza a convertirse en algo que duele, algo incompleto y que está ahí, pero que, sencillamente, no es suficiente.
La Autora
Besos,