Entretanto, la agente Leire Castro, atrapada en casa por una baja médica prematura, a mes y medio de dar a luz, también piensa en el caso nunca cerrado de Ruth. Es un misterio al que no puede resistirse. Y aunque en su estado no debería emprender una investigación, en su carácter está no detenerse, insistir, derribar esas fachadas que siempre ocultan males mayores.”De nuevo nos encontramos con dos historias paralelas y dos casos por descubrir, lo que parece que se va convirtiendo en la marca de la casa de este escritor, al igual que ir narrando la historia dando espacio a varios personajes secundarios para que nos cuenten su parte de historia. Como consecuencia de ello, Toni Hill nos va tirando miguitas de pan que en algunas ocasiones nos esclarecen el caso y en otras nos confunden un poquito más.En esta nueva entrega, yo me he sentido un tanto decepcionada ya que el caso de Héctor Salgado no ha sido tan espectacular como en la anterior novela, no me ha sabido enganchar del mismo modo. Y por otro lado las investigaciones que lleva a cabo Leire, a pesar de que abren las puertas de un suceso atroz, en relación al pasado de Ruth, no tienen mucha sustancia, aunque si nos deja con ganas de más, con un final inaudito para que, por supuesto, nos agarremos con ganas a su futura novela.
Toni Hill mantiene en esta nueva investigación de su inspector estrella, las mismas pautas que en su anterior novela, con una trama sólida que nos engancha a sus páginas y con un gran Héctor Salgado, audaz e instintivo y que a fuerza de insistir consigue introducirse en los casos. Tal vez no esté a la altura de su anterior novela, aunque eso es difícil, pero merece la pena leerla, y si lo hacéis espero que la disfrutéis.