Cuando se trata de libros y lectura, los adultos tienen unos derechos garantizados: pueden leer cuando quieran, lo que quieran y donde quieran. ¿Pero qué pasa con los pequeños lectores? ¿Tienen o no tienen derechos? Los pequeños lectores pueden ser los protagonistas, leer una historia mil veces o incluso empezar un nuevo libro antes de acabar otro.
Este álbum recoge todos esos derechos, acompañados de maravillosas y ensoñadoras imágenes para garantizar que todos ellos disfruten de la lectura en las mejores condiciones.
Desde que soy madre tengo miles de "misiones" y una de ellas, para mí de las importantes es que mi hija disfrute de la lectura, que desde el principio tenga contacto con los libros y que ojalá la acompañen siempre, creo que es de las mejores herencias que se pueden dejar. Por eso cuando vi el título de este libro no lo dudé, lo quería para mi hija.
Este libro es una delicia, es bonito, se nota que esta creado y tratato con cariño e ilusión y me gusta, porque trata un tema tan bonito y cuando se junta todo en sus páginas es un placer.
La historia nos habla de los derechos que tienen los niños a la hora de leer, de elegir el momento, del lugar, de la compañía, de dejar volar la imaginación. Las ilustraciones que lo acompañan me han llevado a un mundo mágico, a la niñez y es fácil reconocer ciertos detalles que han mejorado la experiencia.
Mi hija tiene 2 años y medio y le resulta fácil entenderlo y se queda con la idea de lo bueno que es leer así que las dos estamos encantadas: a ella le gusta, sobre todo por las ilustraciones y yo le transmito lo importante que es la lectura.
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