¿Quién no ha deseado nunca tener un amigo imaginario con el que vivir todas esas aventuras imposibles y fantasiosas que nos brotaban del cerebro en la infancia? ¿Quién no ha deseado tener a alguien siempre a su lado, no sentirse nunca solo y poder echarle la culpa de todas tus trastadas? ¿Erais de esas personas especiales que derrochaba tanta imaginación que siempre lo tomaban por raro? A.F. Harrold nos narra la historia de un amigo imaginario llamado Rudger, el amigo real de Amanda. Pero resulta que Amanda es atropellada por un coche, y Rudger se queda solo. Lo que no sabe es que si eres un Imaginario y la persona que te imagina ya no puede hacerlo, comienzas a desaparecer. La trama nos mostrará el camino que recorre Rudger para tratar de encontrar a Amanda, haciendo que otras personas lo imaginen. Mientras tanto, el señor Bunting, un extraño hombre que se come a los Imaginarios, lo perseguirá para tratar de hacerlo desaparecer para siempre.
Fidelidad hacia los amigos, respeto por los demás, nobleza, bondad o el amor hacia la familia son los principales mensajes que podemos sacar en claro en una primera lectura. Escarbando un poco más, A.F. Harrold saca mucho más jugo de su historia. El miedo a crecer, el temor a la perdida, el odio al diferente o extravagante, la tristeza que causa la soledad en el mundo o el miedo a la muerte. Pero sobre todo, el poder de la imaginación, la importancia de cultivarla desde la infancia por parte de los adultos. Todos estos valores están encarnados en el trío protagonista. Rudger será nuestro personaje principal, un niño entrañable que veremos cómo real y verdadero, un ser inocente y cargado de nobleza capaz de actos que no creeríamos tan solo por amor. Por su parte Amanda será nuestro motor de la historia, una niña con una imaginación inabarcable que siempre ha destacado por ser extravagante entre sus compañeros. Y tenemos al señor Bunting, que representa el miedo a crecer y actúa como villano de nuestra historia, con escenas que dan verdadero terror y me han recordado algunas ilustraciones de Junji Ito.
La edición que ha traído Blackie books a España es una verdadera delicia para cualquier lector, de esas que gusta atesorar en la estantería y rememorar con el tiempo. Tapa dura que conserva la preciosa portada original, la fantástica traducción de Gemma Rovira (Embassytown, El nombre del viento, Harry Potter) que le da cierta musicalidad y belleza a la prosa, y las ilustraciones de la edición original de Emily Gravett que le dan ese aire tan peculiar a la historia. Es un dibujo que se ajusta muy bien a la narración, con ese aire tierno que necesitan algunas escenas y a la vez tétrico cuando hace falta, quetransmite lo mismo que el texto que estamos leyendo y nos hace encariñarnos un poco más con sus protagonistas. La historia de este peculiar poeta y escritorha sido además galardonada en los UKLA Awards en la categoría de los siete a los once años. Una historia tierna, fascinante y conmovedora que tendrás ganas de leer a tus hijos una vez tras otra, para despertar su imaginación de una vez por todas.
¡Muchas gracias a Blackie Books por el ejemplar!