Reseña - Luna: Luna de lobos

Publicado el 20 junio 2017 por Daniel Daniel Pérez Castrillón @Mangrii
Luna: Luna de lobosIan McDonald (Trad. de José Heisenberg)Ediciones B | NovaRústica | 396 páginas | 19€



   ¿Cómo sería vivir en la luna? Peligroso, ese es el primer adjetivo que se me viene a la cabeza. Y más tras leer la segunda entrega de la Luna deIan McDonald. La segunda parte de la trilogía Luna vuelve a la carga con sus intrigas políticas, acción desbordante, ambientes sofocantes y un escenario que gana enteros por momentos. La Luna sigue siendo un lugar con mil formas de matarte, y en la que cada vez es más difícil sobrevivir, como reza el blurbde la portada. McDonald plantea una segunda parte de trilogía donde sitúa nuevas piezas en el intenso juego político de la Luna, para llevarnos hasta un tercer acto que de nuevo nos deja con ganas de más. Dieciocho meses después de los terribles acontecimientos del final de Luna: Luna nueva, el lector se sumerge de lleno en el juego de las alianzas y traiciones desde la primera página de la novela.
   Un Dragón ha sido destruido. Ahora solo cuatro corporaciones familiares amansan sus riquezas en la Luna, pero estas han de repartirse de nuevo. Esto no es nada fácil, y algunas rivalidades y guerras internas surgirán en la Luna. Los supervivientes de Corta Hélio se han dispersado. Algunos están bajo la protección de los poderosos Asamoah, otros son pupilos en Mackenzie Metals y el ultimo heredero nombrado de Corta Hélio, está en paradero desconocido. Así conoceremos como sobreviven los Corta más jóvenes de la familia en la Luna después de lo sucedido, y veremos cómo los Corta intentan recuperar su imperio perdido por cualquier medio posible. La guerra está a punto de alcanzar su cenit en la Luna.
Arte de la portada Luna: New Moon (Tor Books)
 Ian descentraliza su relato de la familia Corta y lo extiende con las voces de algunos de los otros Dragones. Los Mackenzie, Asamoh, Sun y Vorontsov serán visto desde un punto de vista más interno y personal. Una narración aún más coral que nos hace ver de cerca los conflictosque se cuecen en la Luna. Cada familia tiene sus formas de actuar, sus enemigos, sus facciones e intereses. Cada una presentará sus estrategias y jugadas para sacar el máximo beneficio posible, sin importar las consecuencias. Este punto ha hecho que la lectura sea diferente que la primera parte, aunque por el contrario, he sentido bastante lejanía con los nuevos puntos de vista. Era difícil conectar con ellos y ninguna voz me resultaba tan potente como la de los protagonistas de la familia Corta que ya conocemos. Digamos que mientras los Corta me interesan, los otros son simples marionetas en el juego político lunar.
   El punto fuerte de la trilogía deMcDonald sigue siendo su escenario, al cual le saca todo el jugo posible. Pese a ello, el factor sorpresa ya está arruinado y la sensación de sorpresa es menor. Como ya la conocemos de sobra, se ahorra de pleno ahondar en detalles para narrarnos unas escenas de acción bastante más impactantes que en el primer volumen. Explosiones catastróficas, persecuciones por la superficie lunar, botsde asalto o escaladas de vértigo. El mundo se va volviendo más complejo, la tecnología implicada tiene mayor cabida y la sociedad lunar es explotada un poco más. Conocemos un poco más sobre las “manadas”, seguimos descubriendo el gran catálogo de prácticas sexuales que existen en la luna, vemos de cerca el trabajo diario que conlleva mantener la luna, y si, seguimos teniendo las tartas de Lucansinho. Nada más y nada menos que cuatro hojas enteras sobre tartas para describir la situación en la Luna. Mi fragmento favorito, sin ninguna duda. Ianutiliza todo esto para seguir haciendo de la Luna un ambiente interesante, agobiante, y sobre el que es una maravilla leer.Arte de la portada Luna: Wolf Moon (Tor Books)
   Mi principal problema con esta segunda parte, y por lo que quizá me ha gustado un poco menos, es que las tramas se desarrollan de una forma demasiado desigual. Algunas de las secundarias enmarañan la trama principal formando un gran lío. Las historias se entrelazan y resurgen de repente, sin saber de dónde viene nada o tras cientos de páginas sin aparecer. Todo se repite demasiado tras el telón. Esta sensación incomoda la he ido arrastrando a lo largo de la lectura, aunque en mayor medida en el tercio final. Pese a ello, entiendo que el objetivo de McDonald es dar una visión lo más completa posible de lo que acontece en la peligrosa Luna, en detrimento de focalizarse en ciertos personajes. Además, el cliffhanger final digamos que no ha sido tan potente. Sí que deja líneas sin cerrar o preguntas por contestar, pero no me ha parecido tan fuerte como en el primero. Aun así, las ganas de continuar con este juego de alianzas, traiciones y luchas a degüello en la Luna son bastante grandes. La guerra ha empezado y ya no hay vuelta atrás.La Luna y todas las posibilidades que tieneLa visión global de la situación lunarLa facilidad de McDonald para introducir y explicar conceptosVolver a vivir ese juego de alianzas y traiciones
Enmarañamiento de tramasCliffhanger final poco potente
La vuelta a la Luna ha sido interesante, divertida, pero quizás la he disfrutado un poco menos que su primera entrega. Seguimos teniendo juegos políticos, alianzas y traiciones, estrategias inmediatas o para el futuro. A primera vista es genial que McDonald amplié la situación de la Luna al punto de vista de todos los Dragones, pero esto ha hecho que ninguno de los nuevos protagonistas me deje huella. No hay tiempo para conocerlos mejor, y que ciertamente me implique con ellos. Tampoco creo que lo pretenda. Los Corta siguen mandando en mi corazón.
¡Muchas gracias a Nova por el ejemplar!
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