A eso de finales de año decidí abrir, aunque no muy convencida, el primero de una saga de tres libros que tenían una portada rosita que me hacía huir cada vez que la veía y con unas sinopsis que, bueno… tampoco es que me llamaran la atención porque hablaba de inmortales y magia de una manera muy superficial… al final me convencieron.
Y qué razón tenía el que dijo que las apariencias engañan (ya no porque las perdidas seamos unas brujas con piel de cordero), pues esa portada discotequera (como dice Arsénico) y esa sinopsis tan superficial, esconde muchísimo más de lo que podáis imaginar.
**No añado spoilers en ninguna de mis reseñas, pero por si a caso os recuerdo que esta es una reseña sin spoilers de ningún tomo**
Pero la luz ha llegado al fin a la vida de Nasty. Es una persona nueva. En serio. De verdad. Ahora solo falta que se convenza de ello.
Nastasya podría ser feliz... si quisiera. Pero cuando uno se acostumbra a ser infeliz, no es fácil aceptar los cambios. Sí: convertirse en una persona nueva da mucho, mucho miedo. ¿Verdad Nasty?
Puedo decir y digo, tras haber cerrado el último tomo de esta trilogía, que es una de las sagas con más gancho de este año pasado (por no decir la que más), es de esas historias simples que gustan porque te hacen sentir como en casa. Debo decir también, que aunque la cataloguen como juvenil, dista bastante de las novelas de este género (aunque tampoco llega a ser una RA en su totalidad).
Cate Tiernan tiene mucha mano para contar historias y sus dedos teclean letras que da gusto leer. Tiernan ha creado un argumento en el que entran en juego muchos personajes y elementos como la magia o la inmortalidad, y lo mejor de todo es que ninguno de ellos sobra; los hay que aparecen en mayor medida, los hay que aparecen un par de páginas o tres capítulos, que ahora están y ahora no, pero luego vuelven, que van y vienen… es un movimiento constante, aunque pausado, en el que destaca la protagonista: Nastasya.
Nastasya es el sol de la mañana, la flor en el campo pelado, la música de la fiesta… Nastasya es la bomba, sin exagerar. La autora se lo ha currado de lo lindo con este personaje y hace que los tres libros sean exclusivamente para ella, Nastasya es única y no puede haber otra protagonista en esta saga. Desde el primer libro la hemos visto caer, levantarse, empezar a caminar, volverse a caer y volver a intentar superar su pasado… ahora en Luz Inmortal es cuando vemos realmente de lo que es capaz Nasty: así como en las primeras páginas de la saga hubiera huido a la primera ante lo que se les viene encima en River’s Edge, ahora Nasty –aunque con miedo, ¿y quién no?- sabe lo que tiene que hacer y hace lo que debe hacer. Creo que es una de las mejores protagonistas con las que me he topado y que su desparpajo hace especial esta lectura. Con ella no te aburres, siempre tiene algo que contarte y con lo que dejarte a cuadros (me encantan esas divagaciones que hace cuando te está hablando sobre cualquier cosa y se va por la parra, siempre con algo muy interesante que apuntar). Tiene unas salidas buenísimas (no puedo evitar compararla con Mai cada vez que leo a Nastasya porque en las burradas que sueltan, todas ingeniosas y precisas, a veces son calcadas), pocos libros me hacen reír a carcajadas y esta chica me ha robado más de una.
El estilo de Tiernan me deja sin palabras, así que poco diré: el aire desenfadado de la narración y la ligereza de sus letras hacen que leas y leas sin parar. Como he dicho, dota a Nastasya de una personalidad única y explosiva, si tuviera que dejaros los fragmentos que tengo marcados os dejaría toda la novela.
También tendría rollo para rato con los secundarios, pues me han parecido todos estupendos. Quizá en este último libro hay algunos que, aunque necesarios y agradables de conocer, no han sido todo lo que –creo yo- deberían haber sido: es el caso de los hermanos de River, que para tener miles de años su comportamiento y sus movimientos no están a la altura de la historia que acarrean.
En cuanto a la trama, quizá diría que no es una novela necesaria, me explico: podría decirse que en el segundo libro lo “cerramos todo”, tan cerrado como para dejarlo aún habiendo algún pequeño cabo suelto (otras sagas ya quedan así, tampoco lo hubiera visto raro). De todos modos es una historia que gusta leer, así que a mí ya pueden echarme todos los libros de Nasty que quieran.
La trama gira en torno a la prota, a su superación personal y sus ganas de dejar el lado oscuro (que es muy oscuro) de lado, válgame la redundancia.
Aún así esta tercera parte, en comparación con los anteriores, me ha parecido un poco más floja (y ojo que bueno es un rato), no es una saga que destaque por su acción, es un sin prisa pero sin pausa, y las escenas “de acción” son bastante pocas ya que en este libro lo bueno empezaba a sesenta páginas del final (aunque cuando las hay, déjala suelta a la Tiernan - Spoiler: ¡¡ojo a la escena cabezadeIncyenunacaja!! BRU-TAL). Es como si la autora fuera la repera con Nastasya pero no supiera darle el toque a los momentos cruciales.
Analizándolo fríamente no es mucho lo que le ocurre a Nastasya en estos tres libros, lo que llena la novela es todo lo que la rodea, y su pasado: las escenas en las que la prota recuerda cosas de sus antiguas vidas son muy importantes y son una parte fundamental que llenan los huecos que pueda dejar su presente, ya sea una línea (impresiona ver cómo te puede meter una frase que recuerde algo de su pasado en medio de la nada y que no desentone) o un capítulo entero.
¿La “parte amorosa”? Muy bien llevada, nada achuchada y con la que da gusto toparse. Creo que Reyn es muy interesante y tanto él como su pasado y ese halo de misterio me tienen loca.
Igual que la magia y el tema de la inmortalidad, están muy bien amasados y no desentonan en ningún caso.
¿El final? Bueno un epílogo que tenía que existir, que te hace sonreír y sentirte satisfecha, pero que te pone melancólica porque sabes que esto se ha acabado, aunque me ha parecido muy “acaba ya que ya llevas tres libros”. Me ha dado pena despedirme de Nastasya; hacía mucho tiempo que no me topaba con una historia que no quería que terminase (casi podría decir que desde Harry Potter).
Sea lo que sea que venga, espero poder leer todos los libros de Cate Tiernan que caigan en mis manos.
Nia
¿Habéis caído ya en las garras de Nastasya y su creadora?