¡Buenas noches!
Y aquí llega una reseña más,
esta vez de Marca de nacimiento, de Caragh M. O'Brien, la primera parte de una trilogía distópica publicada por Everest.
En un mundo futuro agostado por el sol inclemente, donde el agua es más valiosa que el oro, hay quienes viven dentro de las murallas del Enclave y quienes, como Gaia Stone, comadrona de dieciséis años, viven extramuros. Gaia siempre ha creído que su deber, como el de su madre, es entregar una pequeña cuota de bebés saludables a los residentes del Enclave a pesar de que, fuera del recinto, nadie vuelve a tener noticia de ellos. Sin embargo, cuando aquellos a quienes sirve tan escrupulosamente, encarcelan a sus padres, se cuestiona todas sus creencias. Gaia solo puede hacer dos cosas: entrar en el Enclave para rescatar a sus padres o morir intentándolo.
Nacida en una familia pobre y humilde que vive fuera del Enclave -la zona rica y poderosa-, en Wharfton,
Gaia nunca se ha cuestionado las leyes ni las normas que éste impone a los ciudadanos. Simplemente, se dedica a ejercer de comadrona, como su madre,
y entregar o ascender a los primeros tres niños nacidos cada mes al Enclave. Éstos, a su vez, son entregados a familias afortunadas que viven en el Enclave, para que puedan gozar de una vida más lujosa que la que llevarían fuera del muro.
Es justo el día que acude al primer parto que lleva a cabo sola, sin ayuda de su madre,
cuando se entera de algo verdaderamente horrible: sus padres han sido arrestados y llevados al Enclave para ser interrogados. Y al darse cuenta Gaia de que los días pasan y ellos no regresan,
decide dejar atrás su sumisión y hacer las cosas por su propia cuenta - será así cómo penetrará los muros del Enclave
para salvar a su familia.
Opinión personal (sin spoilers)
Hacía un tiempo ya que no leía una distopía,
algo que al parecer es casi imposible a estas alturas, ya que el boom continúa y las historias de este tipo aparecen cada dos por tres. Marca de nacimiento ha sido una opción entretenida que me ha hecho recordar por qué me gustan tanto las historias de este tipo.
Para empezar,
Gaia es un personaje que me ha gustado bastante. Es una chica fuerte y luchadora que hará lo que sea por salvar a su familia, ya que es todo lo que tiene, y en ese aspecto me he sentido realmente identificada con ella por cómo actúa:
¿qué pasaría si te enterases de que posiblemente no vas a volver a ver a tus padres?
La decisión que toma Gaia, aunque pueda parecer una locura, es comprensible, y en su posición posiblemente haría lo mismo.
Sin embargo, tampoco nos encontramos con una chica perfecta que puede superarlo todo; tiene sentimientos, debilidades y puntos humanos. No es fácil ser heroína, y menos aún cuando tantas cosas están en tu contra.
Gaia lucha por lo suyo,
pero en ningún momento se da aires de sobrada. Sí, se equivoca. Sí, pone su vida en riesgo.
Y sí, hace tonterías que en ocasiones me han invitado a gritarle que parase, que pensase en lo que hacía. Y eso es lo que me ha gustado - su imperfección, representada también a nivel físico por una cicatriz que tiene en la cara.
Si tuviese que hablar de personajes secundarios, no estoy muy segura de qué decir.
Hay algunos bien perfilados, y otros que hubiesen resultado importantes para la historia pero que no han ido más allá de una simple descripción. Tengo que destacar a Leon, que me ha encantado y que sí que está bien
hecho. Al igual que Gaia, su forma de actuar no es completamente impoluta.
La trama en sí no es algo que considere del otro mundo - ni es demasiado original, ni me ha recordado de forma exagerada a otras distopías. Tenemos a un gobierno rígido y controlador, unas leyes incuestionables y una estructura aparentemente inquebrantable.
Lo que me ha maravillado ha sido el hecho de haber situado la historia en el futuro,
pero que dé la impresión de que en realidad estás en una época medieval, menos desarrollada, mostrando la desmejora que ha sufrido la sociedad. No nos encontramos con grandes avances tecnológicos ni evoluciones sorprendentes,
cosa que tiene sentido considerando que el mundo que presenta O'Brien es fruto de una demacración.
La historia es, como bien digo, interesante,
aunque tengo que decir que sí que se me ha hecho un poco larga en ciertas ocasiones. He sentido que le ha faltado acción, y que había momentos en los que la autora alargaba demasiado la narración, haciéndola algo pesada.
Otro punto negativo que le veo es que es bastante predecible en algunos aspectos.
Y el final... ¿qué decir? No esperaba menos.
Nos encontramos ante el primer libro de una trilogía, y por ello, lo esperaba abierto. En efecto, lo ha sido y mucho, como suele pasar.
Ya veremos cómo sigue en su continuación...
Nota final: