Harper Lee está de plena actualidad por el redescubrimiento de la novela original, rechazada por sus editores en su momento y una de cuyas tramas secundarias es la que dio origen a la novela Matar a un ruiseñor y a las película homónima ganadora de varios Oscar.
Jean Louise Finch evoca una época de su infancia en Alabama, cuando su padre, Atticus, decidió defender ante los tribunales a un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca. Novela de iniciación, Matar a un ruiseñor muestra una comunidad, la del sur de Estados Unidos durante la década de 1930, dominada por los prejuicios raciales, la desconfianza hacia lo diferente, la rigidez de los vínculos familiares y vecinales, así como por un sistema judicial sin apenas garantías para la población de color.
Hace unos diez años más o menos (quizás ocho) que leí esta novela porque me la encontré en la biblioteca y me llamó la atención. No sabía de que iba, ni que temas trataba... iba a ciegas, pocos recuerdos tengo de aquella lectura aunque se que me gustó y aprovechando que el mes pasado salió la segunda parte Ve y pon un centinela aproveché para hacerme con ella y más en esta fantástica edición. Tengo que decir que pasado esos años la novela sigue sorprendiéndome y más ahora que descubres pequeños matices que no entendía con quince años.
La novela nos cuenta la historia de Jean Louise Finch, más conocida como Scout, una niña del sur de Estados Unidos que vive en la depresión de los años treinta con su padre y su hermano. Vemos desde los ojos de la pequeña, los acontecimientos que le sucede a su padre cuando hace de abogado de Tom Robinson, un negro que fue acusado falsamente de violar a una chica. A la vez, vemos como la niña cuenta sus aventuras y desventuras así como la intriga por conocer a su vecino Boo Radley que lleva años encerrado en su casa sin salir.
Este libro fue publicado en los años 60 e imaginad lo que supuso este hecho. Fueron los años previos al I have a dream, de Martin Luther King y como los movimientos de igualdad entre negros y blancos fueron llevados a su máximo apogeo. Precisamente lo que este libro reivindica es que todos somos iguales y que por tener un color diferente de piel no nos hace inferiores o superiores. Todo esto visto desde los ojos de una niña nos hace ver la inocencia de ellos en estos temas y en comparación, tenemos a los adultos que vienen aprendiendo desde pequeños la diferenciación entre negros y blancos. Queda claro que para estos tipos de temas hace falta mucha educación desde pequeños y si no me equivoco, este libro es una lectura obligatoria para todos los niños de los Estados Unidos en la primaria.
El ritmo de la novela no es vertiginoso ni mucho menos, es constante y la verdad es que se lee bastante bien. Durante todo el libro mantenemos la atención en los acontecimientos de Maycomb, lo que le suceden a los niños y su visión de su padre en relación con el juicio. Metiéndonos en la piel de la pequeña Scout podremos observar sus inquietudes, sus reflexiones (muy acertadas y grandes) así como la inocencia que tienen ellos hacia temas que a esas edades les vienen muy grande.
Me ha parecido fascinante como la autora ha sabido jugar sus cartas y hacernos ver las injusticias que muchas veces ocurrían en aquellos tiempos. Harper Lee en multitud de ocasiones ha declarado que su libro se basa en un hecho real que ocurrió en su ciudad cuando era pequeña y que de aquello sacó toda la inspiración. De hecho, la valido el premio Pulitzer de 1960 y a los dos años siguiente se hizo una película con Gregory Peck haciendo de Atticus Finch.
En cuanto a los personajes, podemos hablar de tres principales. La primera es Scout que es la que nos narra todo, una niña de seis años al comienzo de la historia y la evolución que tiene ella sobre todo lo que está ocurriendo así como preguntas que ella misma hace y reflexiones sobre la igualdad entre blancos y negros. Mismamente hace una acertada comparación entre los nazis y los negros y entre Estados Unidos y Alemania, preguntándose por que lo que hacen los nazis es malo para los ciudadanos por ser una dictadura y no ser iguales ante la ley y en cambio, en Estados Unidos tienen democracia pero se están haciendo injusticias al amparo de esa misma democracia que se defiende. El hermano de Scout, creo que es uno de los personajes con una mayor evolución porque lo vemos como un niño que pasa de la inocencia a la adolescencia, el comportamiento taciturno y que se da cuenta de la injusticia de este mundo. Y por último, tenemos a Atticus Ficnh, el padre de los niños, que la verdad no me gusta mucho esa visión de padre alejado y mayor que están dando los niños sobre todo en la primera parte. La segunda parte ya lo muestran como más cercano a los niños y ahí ya conectaba mucho más con el personaje pero me ha gustado esa templanza del padre ante todas las situaciones, como mantiene la calma en todo momento sin dejarse llevar por las emociones.
En definitiva, Matar a un ruiseñor es un clásico del siglo XX que todo el mundo debería leer y releer cada cierto tiempo. Tanto sus personajes como su historia son de las que dejan huella y una clara reflexión sobre el ser humano y la educación que recibimos. Sin duda, una recomendación para todos los públicos.
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¿Has leído el libro? ¿Qué te ha parecido? ¿Has visto su adaptación cinematográfica? Espero tus comentarios más abajo :)