Reseña: Matilda, de Roald Dahl

Publicado el 06 agosto 2015 por Arsenico @Arsenico85
¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Yo muertísima de calor, así que intentaré ser breve. Os traigo la reseña de una de mis últimas lecturas, uno de esos libros que tenía en mi lista de imprescindibles del año, reto que llevo bastante bien aunque no haya subido todas las reseñas (ya sabéis que soy un desastre!).  
Ficha Técnica:Título: Matilda
Autora: Roald Dahl
Editorial: Alfaguara
Encuadernación: Cartoné
Nº Páginas: 248
Precio:14,95
ISBN:978-84-204-8287-3
Libro en Goodreads
Resumen de la editorial: 
Matilda es una ávida lectora de solo cinco años. Sensible e inteligente, todos la admiran menos sus mediocres padres, que la consideran una inútil. Además, tiene poderes extraños y maravillosos... Un día, Matilda decide liberarse y empieza a emplearlos contra la abominable y cruel señorita Trunchbull.


En la misma situación que Matilda, la mayoría de los niños se hubieran echado a llorar. Ella no lo hizo. Se quedó muy tranquila, pálida y pensativa. Sabía que ni llorando, ni enfadándose, conseguiría nada. Cuando a uno le atacan, lo único y sensato, como Napoleón dijo una vez, es contraatacar. 

Opinión Personal (sin spoilers): 
Dudo que haya alguien por aquí que no conozca a la pequeña Matilda, libro de uno de los grandes cuya adaptación del 96 marcó la infancia de muchísimas personas, entre ellas la mía. La película de Matilda me acompañó durante mi niñez y fue de esas películas que repetí y repetí hasta el cansancio mío y el de mi familia también. Y es que, ¿quién no ha soñado con arreglar sus problemas a base de desearlo con todas sus fuerzas? ¿Quién no ha querido tener los poderes de Matilda? ¿Qué lector no regresa a su niñez al cruzar las puertas de esta historia y se ve reflejado en el amor que Matilda siente por los libros?
Matilda es una niña extremadamente inteligente nacida en el seno de una familia vulgar cuyo mayor deporte es ver televisión basura, por si su cerebro no estuviese ya lo suficientemente lavado. Su familia no la entiende ni hace el menor esfuerzo por hacerlo; la creen una inútil que no sirve más que para dar problemas. Su padre es un estafador, su madre cree que las mujeres son más listas si se dedican a estar guapas y cazar un buen marido y, en cuanto a su hermano, es el típico niño bobalicón que sigue los pasos marcados por la figura paterna. 
Nadie tiene en cuenta a Matilda. ¿Que es capaz de hacer operaciones matemáticas con más agilidad que un adulto? ¿Y eso para qué sirve cuando existen las calculadoras? ¿Que con cinco años ha devorado todos los libros infantiles de la biblioteca y leído más libros adultos que los propios adultos? ¿Y a quién le importa eso? Los libros no dan de comer, lo verdaderamente inteligente es saber cómo hacer dinero, como no deja de recordarle su queridísimo padre. 
La vida para Matilda dentro de ese horror que tiene por hogar se basa en leer y desconectar en otros mundos, lejos de aquellas cuatro paredes que siente como una prisión. La veremos ir y venir de casa a la biblioteca, ante la asombrada mirada de la bibliotecaria, contagiándonos un poquito más de su amor por los libros (¿soy la única que pensó «OMG, ¡Matilda ha leído Grandes Esperanzas y yo no!»? XD). Pero su vida está a punto de cambiar cuando empieza a ir al colegio. Por fin podrá aprender muchas cosas, hacer amigos y vivir aventuras. Lo que Matilda no espera es encontrar una amiga, una igual, en la dulce profesora Honey, así como tampoco espera que la directora del colegio sea una bestia sin corazón cuyos castigos son legendarios. 
Que Matilda es un libro infantil es cierto. Hay infinidad de situaciones exageradas que hará las delicias de los niños más traviesos, como los castigos de la directora Trunchbull, su manera de dirigirse a los niños y hacerles pagar por su mera existencia (hayan o no hayan hecho travesuras, poco le importa a ella) a base de lanzamientos de martillo, encierros sangrientos y otras tantas cosas que nos dejarán con la boca abierta. Sin embargo, también es cierto que es de esos libros que no tienen edad. Un niño lo lee y se ríe, un adulto lo lee y ve mucho más que las aventuras de una niña con poderes, especialmente en el ambiente familiar que vive Matilda, la dejadez de sus padres o los castigos impuestos por la directora, una mujer que odia a los niños y que piensa que todo se arregla con mano dura. Matilda toca temas como la educación, la televisión basura, el machismo o la familia que un adulto apreciará mucho más que un niño.
Mire, señorita Honey, a lo largo de mi dilatada carrera como profesora he aprendido que una niña mala es muchísimo más peligroso que un niño malo. Y lo que resulta más importante, son bastante más difíciles de dominar. Dominar a una niña es como tratar de aplastar a una mosca. Cuando la golpeas, la maldita ya no está allí. Las niñas son criaturas repugnantes y malas. Me alegro de no haberlo sido nunca. 

La verdad es que ahora que me he leído el libro, y a pesar de lo mucho que me ha gustado, creo que en este caso me quedo con la adaptación cinematográfica. Quizá porque en mi mente todavía se conservan los diálogos, la mirada aterradora de la directora Trunchbull y su manera de lanzar niños al aire, lo adorable que es Matilda y lo bonita que su la relación con la señorita Honey. Me divertía muchísimo con la película. El libro me ha parecido más breve y creo hay cosas que se resuelven demasiado rápido. Al menos eso es lo que tengo en mi recuerdo, pues hace un montón de años que no la veo. Por ejemplo, la resolución del tema familiar de la señorita “Honey” se lo curran mucho más en la película. Me acuerdo muy bien de lo mal que se lo hace pasar Matilda a Trunchbull en su propia casa.
En cuanto al tema de la edición, podéis encontrar varias ediciones de esta novela que ya es un clásico y la gran mayoría con unas ilustraciones muy simpáticas que acompañan a la historia. La mejor es la que sacó Círculo de lectores hace algunos años (AQUÍ tenéis el link de la reseña de Beleth para que veáis las ilustraciones), pero creo que ya no se puede conseguir. 
Matilda es una de esas lecturas que hay que disfrutar al menos una vez en la vida, da igual que seas niño o adulto. Una historia llena de momentos entrañables y otros que, a pesar de su crudeza, están bien enmascarados para que parezcan simples exageraciones y consigan sacarte una sonrisa. Y es que Matilda es una niña que nos enseña que, por mucho que la vida te trate mal, está llena de cosas que merecen la pena.


8/10 Matilda es una de esas protagonistas que son como viejas amigas con las que te reencuentras y sientes que el tiempo no ha pasado. Es como volver a casa.  


¿Lo habéis leído o habéis visto la película? ¿Qué os gusta más?
¡Un besote a todos!