Las páginas del libro rezuman vivacidad, ingenio y muy buen humor. Allí donde Ana se encuentre puede surgir un malentendido, intencionado o no. Estás deseando saber si Ana cautivará a Ricardo el bombero sexy de ojos azules, que plan se sacará de la manga y en qué nuevo lío meterá a Ricardo.Es una historia muy actual, chispeante, refrescante, audaz, con un lenguaje coloquial y cercano. Divertida a más no poder. Ana es adorable, valiente, decidida, sencilla y directa. Vas pasando las páginas y es como en esas películas donde piensas: “y ahora ¿qué más le puede pasar?” Como tema principal nos presenta lo qué podría ocurrir cuando el chico o chica de la que te has enamorado no corresponde a ese amor. Los sentimientos ya están ahí, y ahora ¿qué hacéis?, ¿sois amigos? ¿Amantes? ¿Pasáis? ¿Intentáis conquistar? Pues en torno a ese dilema se encontrarán nuestros protagonistas.Una primera parte increíble, que me ha hecho reír cómo hacía tiempo un libro no lo conseguía, no sólo gracias a las situaciones cómicas, si no también a través de las expresiones, el vocabulario particular de Megan: “dorotear” “almendrarse”. Es lo que tiene ser novato en estas lides, para mí todo era nuevo.Una segunda parte un poco más floja, en la que se entrecruzan otras historias y donde la escritora nos lanza un cambio de perspectiva sobre los sentimientos de los protagonistas que no acaba de convencer, tal vez un poco rebuscado. Si deseáis reíros hasta llorar, enamoraros a primera vista o simplemente disfrutar con la lectura, sumergiros en las páginas de “Melocotón loco”.
Os dejo con una frase del libro:
“Porque en la vida tropezarse está permitido y levantarse es obligatorio”