Título: Mi lista de deseosAutor: Lori Nelson SpielmanPáginas: 349Editorial: Umbriel
Gracias a Ediciones Urano por el ejemplar.
Al principio, me molestó mucho el hecho de que su madre le haya quitado su empleo, el puesto de jefa en la empresa de cosméticos, y...la herencia. Lo único que le dejó fue una lista de deseos que Brett hizo cuando tenía 14 años y anhelaba cosas que, con el paso del tiempo, como es de esperarse, dejaron de importarle.
''¿Qué ha sido de ella? Le ha pasado igual que a todas las niñas con grandes sueños. Ha crecido. Se ha vuelto realista''.
Poner los pies en la tierra suele ser, muchas veces, signo de que hemos dejado de perseguir nuestros sueños.
Me molesté porque sentí como si su madre quisiese controlar su vida. Ok, ¿cómo carajo iba a comprar un caballo cuando la había dejado sin empleo? Eso es verdaderamente....incoherente y controlador.
En el libro podremos ver el comportamiento desesperado de Brett, impaciente y molesto. Y, no la culpo. Y también me di cuenta de lo mucho que su madre la conocía. Pues cuando le escribió la carta con sus últimos deseos, prácticamente leyó los pensamientos de Brett.
Por cada deseo que cumpla, le será entregado un sobre rosa por el abogado Brad Midar. Y si no realiza estas cosas, simplemente no le dan herencia, y su vida continúa siendo una mierda.
Y, está bien, la vida de Brett es un asco, ya que su novio ni siquiera le hace caso y su vida prácticamente es su trabajo. ¿Qué clase de vida es esa? ¿Acaso Brett no tiene pantalones para ponerle un alto a las cosas y ponerse a pensar en si eso es lo que quiere o no? Me frustra, porque es feo, que tu madre muerta tenga que tomar las riendas de tu vida, para que de anciana no te arrepientas de no haber disfrutado de la vida, de no haber tomado mejores decisiones. Y lo que es peor, ¿por qué su madre tuvo que esperar a estar muerta para demostrarle estas cosas? Aunque de algún modo, las cosas que su madre le encarga tienen un propósito doble: superación y progreso. Pues, gracias a estos deseos, Brett no sentiría tanto dolor y se distraería más fácil. Eso es lo que ella quería, la mujer a la que le encantaba reírse.
El novio de Brett no es más que un interesado, dispuesto a ayudarle a ella con su propósito de vida, sólo si ella le encuentra un puesto de empleo en la empresa familiar, algo que la madre de Bret no aprueba. No hagas favores si pides algo a cambio. Eso es ser interesado.
Brett me desespera demasiado y al mismo tiempo me aburre. Porque, siento que en algunos deseos que debe cumplir, los hace pensando en el dinero. ''Ahora debo enamorarme y tener hijos. Vale, voy a perseguir a aquel tipo guapísimo con mucho dinero porque no me atrevo a enamorarme de uno poco atractivo''. Llega hasta el punto de parecer una desesperada sin dignidad.
La protagonista siempre fue materialista y una vez más, como en muchos libros, le reprocho a la escritora por qué no puede poner al galán como un tipo que sea...feo, sí, FEO. ¿A qué le tienen miedo?
Y bueno, al final podemos ver, que la actitud de Brett, cambia, al igual que su persona evoluciona y se vuelve una mujer más madura. La verdad es que era incapaz de imaginarme a Brett como una mujer de treinta y cuatro, me la imaginaba de unos veintiocho.
En fin, que es un libro que me aburrió en algunas partes, pero me gustó el final, tan motivador. La escritora juega con el lector, pues tiene el don de hacer que la historia gire en torno a la protagonista, y no al galán. Si no hubiese sido así, me hubiese dado cuenta con quien se iba a quedar al final. Aunque tengo en mente a otra persona que pudo haber sido su pareja perfecta, no fue así. Y nada, los invito a leerlo y como siempre hacerse una opinión del libro.
PUNTUACIÓN