Reseña: Mil lugares donde encontrarte de Claudia Gray

Publicado el 27 agosto 2015 por Litwatchers @litwatchers
Título: Mil lugares donde encontrarte
Autor: Claudia GrayEditorial:  MontenaISBN: 9788490434420Páginas:  368Año de publicación: 2015Precio: 16,95€Los padres de Marguerite Caine son genios de la física que por fin han podido demostrar la existencia de mundos alternativos: han inventado el Firebird, un colgante que permite saltar de una realidad a otra. Un día, el padre de Marguerite aparece muerto. El asesino, su joven y enigmático ayudante, Paul Markov, huye a otra dimensión con los datos de la investigación y el prototipo del Firebird. Marguerite no puede permitir que escape de la justicia, e iniciará su persecución a través de mundos cada vez más distintos al nuestro: un Nueva York futurista, la vieja Rusia imperial, una ciudad bajo el océano... Cada vez que Marguerite encuentra a Paul, duda de que sea realmente el culpable de la muerte de su padre y comienza a sospechar que el destino está enlazando sus vidas. ¿Pero puede confiar en Paul o su historia de amor está destinada a terminar siempre en traición? 
No sobrará decir que es la primera novela que leo de la autora y tampoco, espero, que me sentido bastante bien con la lectura. Esperaba más de las divagaciones típicas sobre las dudas amorosas de la protagonista, un escenario vago y una trama pobre.  Y sí, divagaciones hay para dar y repartir sin embargo, los escenarios están tan bien trabajados como explotados, además la trama me ha parecido razonablemente intrincada. La novela se inicia con nuestra repentina incursión en la vida de Margarite, una joven artista  que pertenece a una familia de afamados científicos que están a punto de concluir el trabajo de toda una vida con el desarrollo del aparato que permite viajes interdimensionales, el pájaro de fuego. Justo después de concluir su trabajo el padre de Margarite es asesinado por uno de sus ayudantes, Paul, a quien habían acogido como a uno más de la familia. Así que durante la noche el otro ayudante que les ayudó a construir el pájaro de fuego, Theo,  emprende una persecución entre dimensiones  y le permite a Margarite acompañarle. El discurso lo lleva la protagonista, Margarite (el nombre de este personaje me encanta), con buen tino. Es cierto que a mí el discurso romanticón me satura un poco, aun así me he dado por satisfecha porque la novela ha ganado bastante encanto con la historia de amor que se desarrolla.  También tengo que resaltar los repentinos cambios de opinión de la protagonista, no creo que haya gestionado bien la obstinación del personaje, que dan a entender el cambio igual de repentino en los derroteros de la novela. Por supuesto, el asesinato del padre de Margarite, deja una única alternativa: la venganza. Querremos decir que todos son íntegros y buenos, sin embargo la gracia está justamente en que todos los personajes tienen sus defectos acentuados e irlos descubriendo nos aporta alguna que otra sorpresa.  No acostumbro a leer libros especialmente duros así que me ha resultado refrescante que el pasado oscuro de los personajes no sea cosa del pasado.Toda la base científica convertida en parafernalia para frikis desde el punto de vista de la protagonista está ahí, hace acto de presencia pero no es el personaje más activo de la obra. Es decir, se trata de un discurso difuso propio de la ficción más que de la ciencia ficción.  Pero tiene bastante peso a la hora de dosificar la historia y desarrollar la trama, y lo más importante todo el mundo entiende de lo que está hablando. Los diferentes escenarios están muy conseguidos, si bien es cierto que no ha hecho ninguna elección peculiar en cuanto a los destinos de los viajes interdimensionales, si ha conseguido que el lector se centre en los diferentes elementos que hacen ganar carácter a cada una de las localizaciones. Hay un valle muy marcado en el ritmo que, a la vez que me ha resultado la parte del relato más bonita, me ha resultado abrupto y algo desligado de la narración principal. Pero habiendo disfrutado de ello, tampoco hace falta poner la voz en grito por ello. En resumen, ha sido una novela muy amena porque tiene una motivación distinta, se lee con avidez y los recurrentes cambios de aires hace más excitante la lectura.