Reseña | Molly, terapeuta de fantasmas, Raquel Antúnez

¡Y dale! ¡Que no! ¡Que no me llamo Molly ni nada! Mi jefa, que es así de simpática, no veas la guasa en la oficina. Pero sí, sí veo fantasmas, aunque eso no lo sepa nadie de mi entorno porque ya tuve suficiente con que mi madre me arrastrara al psiquiatra cuando era pequeña hasta que al fin confesé: "No, no he visto a mi abuelo muerto dándole por saco a mi abuela y escondiéndole las cosas para cachondearse de ella, me lo he inventado todo, señor doctor", y fin de mi tortura, ya se me podía haber ocurrido antes, la verdad.

Hola, me llamo Jimena y veo fantasmas.

Hola, Jimena, te queremos, Jimena...

En fin, ¿quién me iba a decir a mí que este don (puta-dón) mío me iba a llevar al trabajo de mi vida donde conocería al moreno que me trae loca? Parecía bueno cuando lo vi por primera vez y un poco seco, pero era todo amor, solo había que... Te lo suelto así, sin anestesia ni nada: solo había que seguir los consejos de su hermana muerta, que se me apareció por arte de magia en la oficina para hacerme la vida imposible, más aún, me refiero.

En fin..., mi día a día es un caos, una de mis mejores amigas es un fantasma y la otra, bueno, a la otra le falta un tornillo, pero ¿a quién no? Y encima entra este hombre en la ecuación que me saca de quicio a la par que me encanta. Siéntate, siéntate, que te vas a reír un rato cuando te lo cuente.

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Me encanta leer las novelas de Raquel Antúnez , con ellas te ríes, te enamoras y descubres historias mucho más profundas de lo que aparentan, por eso, cuando nos dio su último libro, Molly, terapeuta de fantasmas , supe que estaba ante una apuesta segura para deleitarme nuevamente con una forma de escribir fresca y divertida que me iba a proporcionar muy buenos ratos de lectura. Pues bien, no puedo estar más contenta con el resultado, me he encontrado con una obra llena de momentos hilarantes donde disfrutar de personajes dispares y una trama un tanto diferente al resto de los romances al uso, ya que la protagonista de esta singular historia tiene una particularidad que la hace distinta a las demás, alguien con un don de lo más inoportuno que la llevará a vivir un sinfín de situaciones mientras deja que el amor llegue a su vida de la forma más inesperada.

Jimena tiene un don que la hace ser especial, posee la capacidad de ver fantasmas, una singularidad que mantiene en secreto, no obstante, ver a los muertos no esta tan mal, ellos le han permitido tener un trabajo en una revista en la que escribe una columna semanal, eso sí, bajo pseudónimo, que no está dispuesta a que su familia piense que ha perdido un tornillo. Así, Jimena hace lo que puede para llevar una vida normal, aunque eso signifique ignorar a los más pesados o, la mayoría de las veces, ayudarlos con sus asuntos pendientes, lo que normalmente incluye meterse en algún que otro problemilla. Por esto mismo, cuando se cruce con Irene, una joven que ha fallecido recientemente y que parece ser más insistente que el resto, comprenderá que no puede evitar echarle una mano, sobre todo si el asunto por el que está todavía deambulando entre los vivos es un moreno atractivo que aún no ha superado la muerte de su hermana, y que casualidades del destino, será su nuevo compañero de trabajo.

Iker ha vivido toda su existencia obsesionado con la muerte, a más bien con el miedo a perder a aquellos a quienes más quiere, algo que lo ha perseguido y que ahora se ha hecho realidad con la muerte de su hermana Irene. De esta manera, se ha convertido en un hombre serio, aburrido y muy solitario, porque no desea abrirse a los demás para luego volver a sufrir cuando se vayan. Así, con ese carácter tosco que parece acompañarlo siempre, su vida se limita a su trabajo en la revista y a cuidar de sus abuelos, por lo que nada de novias o amigas con las que disfrutar, o por lo menos hasta que Jimena se cruce en su camino, algo que supondrá un cambio radical en su ordenado día a día pues ella posee algo intenso que lo atrae pero al mismo tiempo enciende todas sus alarmas, tanto es así que supondrá un antes y un después por el que estaría dispuesto a arriesgarse.

Ahora Jimena se encuentra en una disyuntiva bastante compleja pues en Iker ha encontrado un hombre con el que le gusta estar y se divierte, por primera vez en mucho tiempo está empezando a sentir emociones muy profundas y por nada del mundo quiere estropearlo, algo que ocurrirá si hace caso a Irene y la ayuda con su asunto pendiente. Así, no desea que el chico conozca su secreto, sin embargo tampoco quiere decepcionar a la que ha llegado a ser su amiga, una decisión que complicará aún más su ya disparatada vida, pues los fantasmas no entienden de jornada laboral o momentos de inesperada pasión, lo que hará que la sumerjan en un completo caos y vuelvan esta relación un carrusel de situaciones de lo más surrealistas con mucho pasión y pocas ganas de resistirse a ella.

Raquel Antúnez nos tiene acostumbrados a historias refrescantes, divertidas y con muchas risas que nos hagan disfrutar de los personajes y la trama en la que están envueltos. Pues bien, con esta novela no ha sido diferente, la autora ha conseguido que el lector vuelva a sumergirse en una prosa rápida, ligera y muy fresca donde irán alternándose los narradores, ya que Jimena e Iker nos irán contando en primera persona y en capítulos alternos el avance de su relación y todo lo que derivará de ese feeling que surgió entre ellos casi desde el principio. Así, disfrutaremos de una comedia romántica en la que todo puede suceder, desde una protagonista que puede hablar con los fantasmas, pasando por una pandilla de amigos de lo más entrometidos hasta terminar en unos abuelos de los más molones que traerán de cabeza a su nieto, definitivamente una apuesta segura para entretener al lector y, de paso, seducirlo con un romance con mucha química que pondrá en más de un apuro a nuestra pareja. De este modo, se nos plantea una obra en la que Iker y Jimena van a llevar la voz cantante, o por lo menos cuando los secundarios los dejen, pues hay varios de ellos que han sabido destacar en ella, tal es el caso de Zoila y Gara, las amigas de la chica, una muerta y otra viva, nos divertirán con sus salidas de tono y esa forma de ser tan especial. Además de ellas también estará Irene, un nexo de unión entre la pareja que supondrá un desafío que Jimena tendrá que aceptar para ser fiel a sus principios. En cuanto a los héroes de la novela, veremos a dos personas muy distintas entre sí, Iker, con su seriedad y ese instinto protector, resultará ser un hombre con mucho miedo a la pérdida y al que la culpa no lo dejará desprenderse del dolor sufrido, una actitud que lo hace infeliz a él y a los suyos, pero que saltará por los aires cuando se cruce con Jimena. Ella se convertirá en su soplo de aire fresco, la improvisación hecha persona y el ansia de volver a disfrutar y deleitarse con una atracción explosiva que le permitirá descubrir los sentimientos y dejar caer la barrera que había levantado a su alrededor. Por su parte, Jimena se mostrará como una mujer valiente, que asume su don, pero sin compartirlo con nadie, ya que no desea que la desprecien por él. Esto mismo la llevara a protagonizar algún que otro momento incómodo que ella intentará banalizar, aun así, Iker entrará en su vida para darle confianza y ofrecerle la posibilidad de enamorarse. Una pareja con la que he disfrutado, pero a la que he visto algo descompensada, pues Jimena ha eclipsado en muchos momentos a su coprotagonista, haciendo que sus locuras primaran más que el romanticismo entre ambos, no obstante, la novela ha sido muy divertida y ha tenido a una heroína que tendrá que compaginar ese don suyo con una relación con un hombre que no parece dispuesto a creer en lo paranormal.

Molly, terapeuta de fantasmas de Raquel Antúnez es una lectura tremendamente adictiva donde la diversión y las risas están del todo aseguradas, ya que la historia pondrá frente a frente a dos personas totalmente opuestas, pero necesarias entre sí, ya que Iker tiene que aprender a superar su duelo por su hermana y Jimena necesita ayudar a ésta aunque ello le cueste alejarse de su primer gran amor, una pareja donde la atracción surgirá muy pronto para demostrarles que los polos opuestos no sólo se atraen, sino que se necesitan para poder ser felices.

· Gracias a la autora por el ejemplar ·