Se ha cometido un crimen en el pacífico pueblo de campo St. Mary Mead. El asesino ha cometido el primero de los errores, ya que no ha tenido en cuenta que una de sus residentes es nuestra sagaz detective. Ya desde el principio sabes quien va ser eliminado de la historia, ya que no hay nadie en el pueblo que aprecie al coronel Lucius Protheroe, incluso el pastor en un momento de ofuscación confiesa que quien lo mate estará dando un servicio al mundo.
Lo primero que me extrañó en esta novela es que la historia viene relatada desde el punto de vista del pastor Clement Leonard, siendo Miss Marple otra mas de las vecinas de este pueblo con un papel importante y decisivo en la resolución del caso, pero en cierto modo accesorio, pasando a segundo plano, lo que me decepcionó en un primer momento, ya que me esperaba que esta mujer, entrada en años, fuera la que llevara el peso de la historia, lo que ofrecía singularidad a la novela; pero no ha sido así. Por el contrario conoceremos la vida del pastor así como su relación con su esposa, uno de los personajes con los que más he disfrutado por su singularidad, la cuál tiene una cita ineludible a las 4.30: té y murmuraciones con las vecinas.
Miss Marple será carne de cañón para las lenguas más viperinas, considerada como la peor chismosa del pueblo, siempre sabe hasta el último detalle de cuanto ocurre y además siempre piensa mal; cuidar del jardín siempre es un buen pretexto para cotillear. Pero sin duda su conocimiento de la naturaleza humana y su experiencia será decisivo para la resolución del caso.
Esta ha sido mi primera incursión con esta gran escritora, no ha sido todo lo satisfactoria que me esperaba, debido en parte a mi decepción de ver a Miss Marple como un personaje secundario, pero también, por ese peculiar modo de llevar a cabo la investigación, muy preocupados en los detalles, lo que se me hizo un poco pesado. Aunque reconozco que entretiene y es original. Lo más seguro que siga con otros libros de esta misma saga para descubrir si a nuestra simpática investigadora le dan el reconocimiento que se merece.