Autora: Vanessa Montfort
Editorial: Plaza & Janes
Número de páginas: 448
ISBN: 9788401017308
Precio: 17 €
Puntuación: 4
Después de la pérdida de su pareja, Marina se da cuenta de que está totalmente perdida: había ocupado el asiento del copiloto durante demasiado tiempo. Buscando empezar de cero acepta un trabajo provisional en una curiosa floristería llamada El Jardín del Ángel. Allí conocerá a otras mujeres muy diferentes entre sí, pero que, como ella, se encuentran en una encrucijada vital con respecto a su trabajo, sus amantes, sus deseos o su familia. De la relación entre ellas y Olivia, la excéntrica y sabia dueña del local, surgirá una estrecha amistad de la que dependerá el nuevo rumbo que tomarán sus vidas.
Me atraía mucho la idea de Mujeres que compran flores: mujeres con diferentes vidas, con personalidades distintas, sueños y proyectos distintos, que coinciden en el mismo sitio, que entablan una amistad y que van a descubrirse a sí mismas, a crecer, a cambiar sus vidas y encontrar la felicidad. Pero la ejecución para mí no ha funcionado y el libro se ha ido deshinflando. Algunos meten este libro dentro de la categoría "autoayuda" y la verdad es que lo entiendo, porque encaja. Tiene algunos mensajes valiosos y que invitan a reflexionar sobre la vida adulta y sobre la felicidad, pero mi mayor problema con el libro es que, al final, para ser un libro de mujeres, todo termina girando en torno a los hombres y al amor romántico.
En fin, que Mujeres que compran flores tira de muchos clichés y estereotipos: clichés sobre el amor y sobre el papel del hombre y de la mujer. Los propios personajes son estereotipos de mujeres con patas: la sufridora, la "superwoman" que quiere abarcarlo todo (familia, trabajo, todo), la que apuesta por su vida profesional en lugar de la privada, etc. Esperaba personajes más reales, que se salieran más de estos moldes.
Por último, el libro tiene paja. Capítulos que se alargan de forma innecesaria, en los que no pasa nada y que se hacen aburridos, como algunos capítulos de Marina, la protagonista, en el barco. Y, contradictoriamente, da la sensación de que las historias de estas mujeres que compran flores no se desarrollan demasiado, se quedan en lo superficial. Quitando la de Marina, las historias de las demás no se llegan a conocer en profundidad, ni llegas a empatizar con los personajes, que terminan quedando en un plano bastante secundario.
Mujeres que compran floresha sido un libro que empezó bien, que se estaba haciendo ameno y que prometía reflexiones y personajes interesantes, pero que según fue avanzando fue cayendo en picadoDemasiados clichés sobre los hombres, las mujeres y sobre el amor romántico, aderezado con páginas innecesarias que aburren y con personajes que al final se quedan en meros estereotipos y que sus historias se desarrollan de forma muy secundaria.