Título: No es tan fácil morir.
Autor: David Sáez Ruiz (Teruel 1973). Natural de Albarracín, donde reside actualmente, ejerció la psicología clínica durante diez años en su consulta privada de Teruel. Actualmente se dedica a la escritura y a la docencia en el Centro asociado de la UNED en Teruel, donde imparte varias asiganturas del grado de psicología. En el año 2000 publicó el libro La Psicología al alcance de los padres. Entre sus novelas, todas ellas publicadas en Éride Ediciones, destacan No es tan fácil Morir, Me llamo Pánfilo, El primer Otoño y Pídeme un deseo, incluida en la colección La mirada de los hombres en la novela erótica, de Éride Ediciones.
Editorial: Éride.
Idioma: castellano.
Sinopsis: la historia de Caridad es un delirio parecido a la vida, un paseo por los límites de la cordura, la memoria y el dolor. Un diario privado, el último gran reto de una mente brillante y cansada. El legado de toda una generación de mujeres que vivieron a la sombra del machismo y la tradición interesada. Incapaz de olvidar el pasado, afronta su ingreso en una residencia de la única manera posible: abrazada a la lectura de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. De la mano de don Quijote y Sancho, se refugia en un universo de gigantes disfrazados de molinos, vestiglos, sabios encantadores, aldonzas y dulcineas, fantasías descarnadas y realidades fabulosas.
Su lectura me ha parecido: intensa, divertida, dramática, necesaria, bella, intensa, reflexiva, penetrante, algo densa, triste, dulce y amarga al mismo tiempo...Queridos lectores y lectoras, llevaba mucho tiempo deseando redactar la reseña de este libro, sin embargo, las circunstancias de la vida, es decir, la falta de tiempo y demás idas y venidas de la típica vida de estudiante, hacían que no encontrarse un momento propicio para poder traeros esta historia. No obstante, y ya en las fechas en las que nos encontramos, y a pesar de que me hallo en una vorágine de escritura y entrega de trabajos académicos de gran envergadura, no podía dejar pasar la oportunidad de hablaros de esta novela, y más, teniendo en cuenta el tema y que pronto, tendremos en muchas ciudades de nuestro país esas casetas tan inconfundibles, las cuales, nos anuncian la festividad favorita de todo lector y lectora. Antes de adentrarme en ella, sólo quiero mencionar, como apunte a tener en cuenta, que ésta es hasta la fecha, una de de las lecturas revelación de la temporada, no sólo por la forma de integrar la universalidad con la más rabiosa actualidad, también, porque viene de un autor poco conocido en el mundo literario pero que sin duda, se ha merecido todo mi respeto con esta novela totalmente recomendable y cuyo recuerdo todavía perdura en mi memoria. Sin enrrollarme más de lo necesario, os presento No es tan fácil morir: la vigencia del Quijote en estado puro.
La historia de como esta novela llegó a mis manos es del todo sencilla, de hecho, todavía atesoro en mi memoria dicho recuerdo. Algunos de vosotros de seguro que recodaréis aquella reseña de principios del año pasado titulada El primer Otoño, adquirida durante el verano del año anterior y cuya reseña podéis leer en este espacio, pues, bien, la historia se repitió. El verano pasado, mientras veraneaba en mi pueblo, volví a asistir a la presentación de las novelas de David Sáez Ruiz, pero esta vez, con la sensación de conocer un poco más su personalidad y estilo como escritor. Aquella vez, en lugar de en la pequeña sala de la otra vez, la presentación se realizó en la lonja del ayuntamiento, a las 16.00 de la tarde, y con una calor que disuadía el atreverse a pisar la calle. No obstante, y a pesar de que fueron mucha menos gente que la otra vez, se estaba mucho más tranquilo. Además de volver a presentar sus anteriores novelas, las cuales ya conocía, nos habló de una publicación que aparecería en un recopilatorio sobre novela erótica narrada por hombres que la editorial Éride publicaría prontamente. Una vez finalizó la presentación, salí de allí con un libro bajo el brazo, titulado, No es tan fácil morir, el cual ya iba por la segunda edición, lo cual estaba muy bien. Aquella, fue sin duda, junto a Sumisión de Michel Houellebecq otra de las lecturas que marcó aquel verano. Recuerdo las largas tardes de campo, de reunión delante del televisor o simplemente de sentarse a la "fresca" leyendo esta novela, de hecho, muchas veces le leía pasajes a mi pareja, que con curiosidad, escuchaba mis palabras y la historia que brotaba poco a poco de entre mis labios. Y así fue como, y en honor de la dedicatoria que reza la primera de sus páginas, Caridad, su entrañable y original protagonista, me acompañó en esta intensa aventura, invitando a que en un futuro persiguiera mis quimeras.
Centrándonos en abordar la crítica de No es tan fácil morir, comenzaremos diciendo en primer lugar que esta novela presenta una historia muy marcada cronológicamente, no debemos olvidar que se trata de un diario personal, y que como es de esperar, desprenderá todas las características propias de este estilo, y en ese sentido sinceramente no defrauda para nada. Es más, mientras nos adentremos en sus páginas, no podremos evitar meternos de lleno en la historia que el autor nos quiere contar, en la personalidad de Caridad y en la propia residencia que, aunque sea éste un ambiente que no conozca suficiente el joven lector, te proporciona los mecanismos necesarios para que inevitablemente seas absorbido por ese paisaje en el que parece que se vislumbra el crepúsculo de una vida, pero que también, puede ser un lugar perfecto para no dejar nunca de ser joven. Por otro lado, hay que aplaudir la laboriosa, ingeniosa e interesante construcción del personaje de Caridad, autora del diario y con una personalidad muy peculiar, en la que se entremezcla el el cariño a la familia a pesar de que ésta, no sea la mejor del mundo y cometa terribles errores, la ternura y un sentido del humor extraordinarios, las ganas de aprender, su opinión bastante certera de ciertos temas de actualidad, su elevada cultura y el resentimiento y la rabia por no haber podido realizar sus sueños por culpa de una sociedad en la que las mujeres debían permanecer sumisas al marido. En el personaje de Caridad, en ese sentido, representa a una generación muy concreta, a la de nuestros abuelos y abuelas, un canto a una época en la que las mujeres lo tuvieron muy difícil para poder prosperar. Seguidamente, es importante señalar la gran presencia del Quijote en esta novela, no sólo en el hecho de que cada capítulo, cada entrada del diario, se inicie con unas frases de la célebre novela, también reside en la potencia emocional que trae como consecuencia, sirviendo de mástil al que Caridad se agarra con todas sus fuerzas para ir sobrellevando los días en la residencia lo mejor posible, ahí, en este aspecto, podemos apreciar el magnífico poder de la literatura, que trasciende incluso al terreno de lo terapéutico. Por último, y sólo por nombrar algún aspecto discordante, su ocasional monotonía, sobretodo al rededor de la mitad-final del libro, pero que se arregla con uno de los finales, y no es por hacer spoiler, más inesperados de los que he leído hasta el momento.
Como tradicionalmente llevamos haciendo, en este párrafo plasmaremos las principales reflexiones que nos ha dejado la lectura de un libro, en este caso, le toca el turno a No es tan fácil morir, que, como ya podréis imaginar, la novela en si y el tema que trata esta sujeta a muchas opiniones y productivos debates. No obstante, y teniendo muy en cuenta las fechas en las que próximamente nos hallaremos, me gustaría destinar este párrafo a hablaros de los llamados idealistas. Se que es un tema muy recurrente, sobretodo si ésta reflexión procede de la lectura total o parcial del Quijote, sin embargo, considero de gran importancia tratar el tema. El idealista, como todos muy bien sabéis, es aquel o aquella que lucha por un objetivo, sea cual sera, y no cejará en su empeño por lograrlo, sin importarle nada y a costa de lo que haga falta. No obstante, como algunos os habréis dado cuenta, existen idealistas e idealistas, aquellos que persiguen un objetivo loable y beneficioso, incluso que puede llegar a satisfacer personalmente al individuo en si, pero también existen los idealistas que pretenden lograr un objetivo nada bueno y que incluso puede llegar a unos extremos terribles, tan terribles como los que a lo largo de la historia hemos podido apreciar, ejemplos los hay y de sobra. También, como le sucede a Alonso Quijano, existen en nuestra sociedad idealistas que en su intento por lograr su meta, su quimera, llegan incluso a poner en riesgo su vida o a rebajarse como persona hasta límites insospechados. En No es tan fácil morir, nos encontramos el ejemplo de la anorexia, pero también, podemos verlo en los realities que cada vez más están ocupando un lugar privilegiado en las cadenas de televisión, sea del espectro ideológico que sea. Estamos, queridos lectores y lectoras, ante unos Alonsos Quijanos del siglo XXI a los que el afán de conseguir lucir un cuerpo 10 o la ambición de ser proclamado ganador del último talent show ha tornado en locura su cordura. Por todo ello, lo que pretendo demostrar es que, a pesar de que hayan llovido los siglos, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha sigue vigente, y novelas como No es tan fácil morir nos recuerdan su legado y las enseñanzas que de él se pueden extraer. No es tan fácil morir: una historia de tristeza, humor, amor, Sanchos, Aldonzas, sueños incumplidos, frustraciones, ternura, abstracción...La mejor muestra de que la inmortalidad literaria es posible.
Párrafos o frases favoritas:
"Un buen libro se reconoce porque en su relato esconde las andanzas de cualquier ser humano. Esta historia, como casi todas, es también la mía. Lo amargo del asunto es que mi Caballero de los Espejos era bizco y algo más noble que Carrasco. A mi no me plantearon la trampa tan manifiestamente, tal vez porque en teoría yo no estaba loca."
Película/Canción: ante aunque pienso que sería un experimento cinematográfico interesante llevar este libro a la gran pantalla, aquí os dejo la presentación de No es tan fácil Morir. Espero que os guste.
¡Un saludo y a seguir leyendo!