Título original: Don't you cry
Autora: Mary Kubica
Saga: Autoconclusivo
Editorial: HaperCollins
Nº de páginas: 320
Año de publicación: 2018
ISBN: 9788491392033
Traducción: Carlos Ramos Malavé
En el centro de Chicago, una chica llamada Esther Vaughan desaparece de su apartamento sin dejar huella. Entre sus posesiones hay una turbadora carta dirigida a un “Cariño”, lo que hace que su amiga y compañera de piso, Quinn Collins, se pregunte dónde se habrá metido Esther y si será la persona que ella creía que era.
Mientras tanto, en un pequeño pueblo costero de Michigan, a una hora de viaje de Chicago, una misteriosa joven aparece en la cafetería donde Alex Gallo, un chico de dieciocho años, trabaja de lavaplatos. Inmediatamente el chico se siente atraído por su carisma y su belleza, pero lo que empieza como un inocente enamoramiento pronto se convierte en algo mucho más oscuro y siniestro de lo que él imaginaba.
Mientras Quinn busca respuestas sobre Esther y Alex se deja arrastrar por el hechizo de la desconocida; la maestra del suspense Mary Kubica ofrece al lector un viaje emocionante con un sorprendente final que demuestra que, por muy rápido que corramos, el pasado siempre acaba por alcanzarnos.
Mary Kubica siempre ha estado entre las autoras que quería probar. Todo el mundo que ha leído sus libros, o la gran mayoría, han quedado satisfechos y han disfrutado de la lectura. Tuve la oportunidad de comenzar a leer sus obras con su última publicación en español, No llores, una novela negra que prometía mucha intriga y misterio.
Quinn Collins se despierta una mañana de domingo con la alarma de su compañera de piso sonando de forma estridente. Con la resaca que lleva tarda un rato en llegar hasta la habitación de Esther, donde descubre que no hay nadie y hace un gélido frío por estar la ventana abierta de par en par. En ningún momento se le pasa por la cabeza pensar que ha desaparecido porque los domingos va a misa a cantar en el coro, habiéndose ganado así el mote de Santa Esther. Quinn en vez de llamar a la policía cuando se da cuenta que ha desaparecido, decide buscar por si misma pruebas en su habitación y descubrir qué ha pasado con Esther. Lo que encuentra la perturba: un recibo de 1.500 dólares de un cajero automático, una foto triturada en el triturador de papel y unas extrañas cartas dirigidas a un Cariño. Con cada paso en el que ahonda más en la desaparición de su mejor amiga y compañera de piso, Quinn siente que no conoce a su amiga y lo que descubra a partir de ahora cambiará el trascurso de los hechos.
"Viéndolo con perspectiva, debería haberme dado cuenta de inmediato de que algo iba mal. El ruido ensordecedor en mitad de la noche, la ventana abierta, la cama vacía."
Así empieza esta historia de suspense narrada a dos voces con dos historias diferentes que convergen en un mismo punto. Dos investigaciones paralelas donde cada uno de los protagonistas investiga por un motivo diferente. Ambientada a orillas del lago Michigan y en las ventosas calles de Chicago, esta historia nos mete de lleno en la investigación de la desaparición de Esther y al mismo tiempo, sobre la identidad de la joven visitante del pueblo. Hay más historias conectadas a la historia principal que parecen no tener sentido o importancia a lo que el misterio se refiere, pero que al final todas las migas de pan y todos los hechos que salen narrados en la novela tienen un porqué y un fin para la trama principal. Me encantó la dualidad de la novela, ver diferentes historias narradas por diferentes personajes para engancharte no solo a una de las investigaciones, sino a las dos. Fue divertido ir cogiendo las piezas e ir intentando colocarlas en su sitio, como si de un puzzle se tratase, para montar la historia que descubrimos al final. La historia se divide en 5 partes, desde el domingo, día en que Esther desaparece, hasta el jueves, día en que todo se descubre. Me pareció un corto espacio de tiempo para resolver la historia, pero si hubiera durado más habría sido quizá demasiado largo.
"Quizá Esther no sea transparente después de todo. No es una plancha de cristal, sino un caleidoscopio de juguete, de esos con mosaicos complicados y diseños que cambian cada vez que lo giras."
Álex Gallo es un joven de dieciocho años que vive en un pequeño pueblo a orillas del Lago Michigan. Decidió quedarse en el pueblo y no irse a la universidad por su situación familiar y por mantener el trabajo en el restaurante del pueblo. Su día a día no tiene ningún tipo de cambio, todos los días es lo mismo y en el restaurante entran las mismas personas a la misma hora y sus compañeras se quejan de las propinas como siempre. Pero todo cambia cuando una chica que nunca ha visto por el pueblo aparece en el restaurante fuera de la temporada de turistas. Álex se siente atraído hacia ella de inmediato y la buscará por todo el pueblo para descubrir quién es y qué hace en un pueblo donde no hay nada que hacer. Este personaje me dio bastante ternura. Es responsable a pesar de su edad y dejó pasar la oportunidad de ir a la universidad por asumir unas responsabilidades que no le tocaban.
"«La gente tiene derecho a desaparecer si lo desea»"
Los giros argumentales en su gran mayoría me gustaron. Quizá se me hizo un poco predecible pero hubo cosas que llegaron a sorprenderme y no esperaba para nada. Me hubiera gustado también que no fuera tan obvia en algunos aspectos porque así hubiera sorprendido más al lector. El final me gustó. Tengo que reconocer que me gustó como terminó la historia aunque si bien es cierto que fue muy precipitado. La mayor parte de la novela pasa sin más, dándote pequeñas pistas pero sin avanzar mucho y en las últimas treinta páginas se vuelve vertiginoso y se resuelve todo demasiado rápido. Esperaba que fuera un final con más calma, ya que el transcurso de la novela entera fue muy calmado, pero a pesar de todo me gustó como cerró la historia y el broche final que le dio a los personajes.
"Guardar rencor es propio de la naturaleza humana. Es difícil mirar hacia delante cuando te cuesta resolver lo que has dejado atrás, o más bien lo que te ha dejado atrás a ti."
En conclusión, No llores es una novela negra que te va dando pequeñas pistas para que intentes completar el puzzle por tu cuenta. Con unos personajes carismáticos, de los que te encariñas rápidamente, nos metemos en la investigación de la desaparición de Esther y de la identidad de la desconocida. El broche final ha sido la mejor parte, dejando un final cerrado aunque un poco precipitado.
¿Habéis leído la novela? ¿Tenéis ganas de hacerlo? ¿Habéis leído algo de la autora?¡Besos y feliz día!