416 páginas || Papel y ebook
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Chloe Davis solo tenía doce años cuando se encontraron evidencias que culpaban a su propio padre del asesinato de seis niñas del pueblo. Ya nunca más sería su protector, sino un asesino en serie.
Desde ese momento, Chloe ha tenido que afrontar las consecuencias de los actos de aquel monstruo: el acoso y vandalismo de sus vecinos, la destrucción de su familia y su propia adicción a los ansiolíticos. Veinte años después ha logrado iniciar una nueva vida. Es psicóloga en Baton Rouge y está organizando su boda.
Todo marcha bien hasta que una adolescente es asesinada, y luego otra. Alguien está matando chicas del mismo modo que lo hacía su padre, y son chicas que ella conoce. Su pasado le persigue y la historia, que creía enterrada, parece repetirse.
Cuando alguien recibe heridas físicas, los hematomas y las cicatrices son visibles, pero cuando alguien experimenta heridas emocionales o mentales, las secuelas son más profundas. Puedes ver cada noche de insomnio en le reflejo de los ojos, cada lágrima marcada en las mejillas, cada ataque de ira grabado en los pliegues de la frente. La sed de sangre que agrieta la piel de los labios.
Me gustan mucho los thrillers. Junto a la fantasía y la distopía es, sin duda, mi género favorito. Sobre todo si se trata de un libro que consiga volverme loca la cabeza, y sorprenderme hasta el final. Durante la lectura de 'No salgas de noche' sentía que con él, no iba a sucederme. He sospechado de varias personas a medida que iba leyendo, y uno de ellos era tan evidente, que creía que sería un libro con menos nota por esperarme todo lo que iba a pasar. Me equivocaba, porque al final, pese a haber sospechado en algún momento de quién era el asesino, y el porqué, no ha sido del todo lo que yo me pensaba, y eso me ha encantado. Me había convencido tanto de lo evidente, aun creyendo que no podía ser, que el final me ha hecho sonreír y disfrutar mucho de la historia.
No hay nada peor que la falta de respuestas, no poder pasar página. La falta de certeza, a pesar de que todas las pruebas apuntan directamente a la cara de la horrible realidad que sabes en tu corazón que es cierta, pero que, sin cuerpo, no puedes probar. Siempre queda esa pizca de duda, esa pizca de esperanza. Pero la falsa esperanza es peor que no tener ninguna.
Me gustan mucho los libros que se mueven por diferentes tiempos, y creo que en este es muy necesario. El modo en el que se hace, aunque puede que a alguien le resulte algo lioso, a mí me ha parecido muy acertado. Porque no está separado por capítulos, sino que Chloe retrocede en el tiempo cuando algo le hace pensar en ello, como suele pasarnos en la vida real. Desconozco como estará maquetado en el libro que está a la venta, porque el mío es una edición no comercial, sin revisar, pero si tiene una pequeña separación entre párrafos cuando cambia de escena, sería lo ideal. Y suficiente para no perderte en la historia, como digo, si te gusta ese tipo de narración y estructura. Sé que hay gente a la que ese tipo de cambios no le gustan nada.
'No salgas de noche' es un libro muy reflexivo, que nos hace pensar en el bien y el mal, en por qué los asesinos, o los criminales, actúan de cierta manera; en lo que sienten aquellos que les rodean, en como son juzgados simplemente por formar parte de la familia del culpable; en como es imposible olvidar el pasado por más que lo intentes; y, sobre todo, en lo que eres capaz de hacer por aquellos que quieres, aunque lo que hagan sea tan horrible que los odies por ello. Es un libro con mucho sentimiento, y como he dicho antes, me ha encantado como lo escribe la autora, como nos adentra en la vida de Chloe, incluso en su mente y corazón, llegando a sentir las mismas cosas que ella, a dudar como duda ella, y a intentar resolver lo que está ocurriendo, aunque su alrededor la tome por loca. Volveré a leer a la autora seguro.
En resumen, 'No salgas de noche' es un thriller psicológico en el que conocemos a Chloe, una chica que intenta tener una vida normal, con un trabajo que le gusta y a punto de casarse con la persona que ama. Sin embargo, hace veinte años su vida cambió por completo cuando acusaron a su padre de una serie de asesinatos, y terminó en la cárcel, y ella señalada simplemente por ser su hija, la hija de un monstruo. Y ahora que todo parece irle bien, las desapariciones vuelven a empezar y ella cree que todo se repite de nuevo. Es un libro que, pese a sospechar de varias personas, y temer que sea previsible, consigue sorprenderte al final, y engancharte por la forma de estar escrito, por esos viajes de presente a pasado para saber, tanto lo que está ocurriendo, como lo que pasó. Muy reflexivo, y lleno de sentimientos, es muy fácil entender y empatizar con Chloe, y sufrir y dudar como ella sufre y duda. Y os lo recomiendo si os gustan los thrillers, las historias de asesinatos, la estructura de presente y pasado, y los libros en los que, pese a sospechar y hacerte tus propias teorias, al final consigue sorprenderte gratamente.
Y ese instante, ese momento de irrupción, me hizo darme cuenta de que los monstruos no se escondían en el bosque; no eran sombras en los árboles ni cosas invisibles que acechaban en rincones oscuros. No, los verdaderos monstruos se movían a la vista de todos. Tenía doce años cuando esas sombras empezaron a adoptar una forma, un rostro. Dejaron de ser apariciones y se tornaron más concretas. Más reales. Cuando empecé a darme cuenta de que tal vez los monstruos vivían entre nosotros.
Gracias a la editorial por el ejemplar