Autora: Elizabeth Urian
Editorial: Ediciones B (Selección RNR)
Año: 2014
Páginas: 253
Sinopsis:
Para la sociedad inglesa y el resto de su familia, Catherine Montague es la viuda del conde que pereció de forma misteriosa en las aguas del Mediterráneo. Ella, en cambio, se resiste a aceptar que su esposo está muerto. Cuando Julian Montague fue capturado por los corsarios argelinos acababa de escapar por los pelos de un intento de asesinato. Tras su liberación, su estado mental podría calificarse como inestable, pero… ¿es realmente cierto que el conde ha perdido la cordura? Cuando se produce el reencuentro de la pareja, ella es incapaz de reaccionar como una esposa enamorada, lo que le hará preguntarse si lo que sentía por su marido no era más que una ilusión. Además, él saboteará cada uno de los intentos de Catherine para hacer regresar al antiguo Julian y con él todo lo que le pertenece. Mientras tanto, un asesino sigue suelto…
Opinión personal:Una historia que como señalaba antes conjuga varios elementos que enganchan desde su primera página. La escritora sabe plantear a la perfección el misterio que rodea al protagonista principal Julian Montagne. Destacar el comienzo van a comprobar su identidad a la cárcel y que me ha traido recuerdo de la novela de Alejandro Dumas, El conde de Montecristo cuando su personaje es encerrado el castillo de If y años más tarde nadie cree que haya sobrevivido. A partir de aquí la trama envuelve al lector haciéndolo partícipe de esa locura que presenta Julian Montagne. Y encuentro aquí una segunda similitud con Segismundo de La vida es sueño o incluso Hamlet. El personaje cuerdo que se hace pasar por loco para descrubir quien quiera acabar con él.Tengo que destacar por encima de todo la confección de este personaje. Su actuación en los momentos más comprometedores en fantástica. Es tan perfecta su representación que hasta el lector puede llegar a creer que en verdad está completamente chiflado. El hecho de desnudarse en público, cantar en la mesa, u otros actos que lo caracterizan. Y después esos estados de supuesta cordura cuando Catherine, su esposa está a su lado.
Este es otro punto a destacar en la novela. Su comportamiento con su esposa a la que saca de quicio cada vez que están juntos. Por más que ella intenta ayudarlo (sin saber que él está fingiendo locura) él se muestra como lo que parece, un loco. Y es consciente a la vez que la está haciendo daño con su representación. Pero sus inquietudes y sus sospechas hacia su asesino le impiden revelarle la verdad. Tal vez sea en estos pasajes donde percibimos el verdadero sentimiento de Julian Montagne. Llegados a un punto, no puede soportar tenerla cerca sin tocarla e incluso besarla. .
La impotencia de Catherine no le impide seguir amando a su esposo y hacer todo lo que está en sus manos por ayudarlo. No le importa que puedan decirle que es una causa perdida, ya que su único propósito es conseguir que vuelva a ser el de antes. Creía haberlo olvidado e incluso haber dejado de amarlo pero todos esos sentimientos desaparecen en cuanto lo ve en casa de nuevo. Es consciente que ha sufrido durante los años pasados en Argel, pero no es conscente que lo que más le duele es sospechar de su propia familia como incitadora a su asesinato. Este punto está muy bien trabajado, y lo digo porque a lo largo de la historia se nos plantean las incógnitas por descubrir al instigador del asesinato de Julian. Una vez vez más recurro a la comparativa con las historias de la Christie. He tenido momentos en los que me parecía estar leyendo a la genial escritora de novelas policíacas. Brillantes giros para despistar al lector en sus sopechas. Y un final sorprendente. Tal vez la historia de amor haya quedado en un segundo plano, puede pensar alguien. Pues no. La historia de amor está presente a lo largo de toda la trama, y los momentos que comparten Julian y Catherine son apasionados y bien descritos.No quiero dejar pasar la oportunidad de llamar la atención sobre una pareja de personajes que me han llamado la atención hasta el punto de que tenías más ganas de saber de ellos, que de los protagonsitas principales: Gerald y Sophia. Su particular historia dentro d ela trama principal me ha parecido de lo más atractivo y genial de la novela. Ha sido una preciosa historia que comienza de la nada y va creciendo poco a poco a medida que avanza la novela. Es de esas preciosas historias de amor que no te esperas porque surge de manera casual. Ambos se van enamorando sin pretenderlo, ni haberlo preconcebido lo que hace su pequeña historia muy atractiva al lector.Destacar también el lado oscuro de algunos personajes ávidos de poder y riquezas. La corrupción dentro de la propia familia en un intento por obtener el título nobiliario. En definitiva una muy buena historia plagada de intriga, asesinatos, corrupción y unas historias de amor que dejan huella. Enhorabuena a mi querida Elizabeth Urian por esta novela.