¡Hola chicos! Hace ya algunos meses, os traje una entrevista con una autora novel, María Martínez, y tras eso ella me dio la oportunidad de leer su novela. Con la saturación de lecturas actual, no había tenido tiempo, pero por fin os traigo la reseña. Espero que os guste.
Páginas:306.Sinopsis:Desde hace siglos, vampiros y licántropos han mantenido un pacto que protege a los humanos de un mundo de peligros y oscuridad. Guerreros y Cazadores que luchan juntos para asegurar su anonimato. William es uno de ellos, un Guerrero temible y letal. Callado y distante, su mirada esconde grandes secretos, y un corazón frío como el hielo. Pero eso no es lo que le hace diferente: William es el único vampiro que puede vivir bajo el sol. Ese don lo convierte en un ser especial, en la esperanza que su raza necesita, pero también en la llave que los renegados persiguen para liberarse de su maldición. Ahora, William tendrá que volver a luchar, no solo por su vida, también por la de Kate, una humana que amenaza con volver su mundo del revés.Opinión personal: Tenía muchísimas ganas de poder leer este libro, y la verdad es que me ha gustado bastante. Pero como toda obra, tiene sus puntos fuertes y sus puntos más débiles. Vamos con ello.La obra narra la historia de William, un vampiro atormentado que intenta encontrar por fin la paz interior retirándose a un pequeño pueblo junto a una familia de licántropos, a los cuales conoce desde hace muchísimo tiempo. Allí conoce a Kate, una humana que hará que esa paz que intenta conseguir no venga fácilmente, ya que la atracción es obvia, aunque también los deseos de sangre.
Y por si queréis haceros con la obra, aquí os dejo el link de Amazon para que vosotros también podáis disfrutar de ella, que merece la pena. Pinchad AQUÍ. Y para más información sobre la autora, os dejo la entrevista de la que hablaba antes. Para leerla, podéis pinchar AQUÍ. Como apunte, decir que espero que llegue Mayo con ansias, ya que… ¡¡María va a publicar otra novela!!Para saber más datos, click AQUÍ. Y nada más que contar, mil gracias a María por su predisposición y su carácter tan atento siempre, y desearle toda la suerte del mundo, aunque estoy segura de que no la necesitará. Un saludo, Garazi.