Meg Haston
V&R Editoras
¿Cuál es el precio de enfrentar el pasado? Stevie está atrapada: en su vida, en su cuerpo. Y ahora, en un centro de rehabilitación para jóvenes con problemas alimenticios. Pero lo que es aún peor, está atrapada en el pasado. A 27 días de que se cumpla un año de la muerte de su hermano, todo en su vida parece empeorar. Pero, tal vez, en 27 días pueda solucionar las cosas. Tal vez, en 27 días pueda quitarse ese gran peso que la acompaña a todas partes y así terminar con todo. Meg Haston nos invita a conocer la vida de Stevie, una joven que no solo está lidiando con un trastorno alimenticio grave, sino que también está tratando de encontrar la forma de dejar atrás los errores de su pasado. Una historia que conmueve, moviliza y nos da esperanza. Porque incluso las peores pérdidas se pueden superar. Incluye comentarios y consejos de una especialista en trastornos alimenticios.
Primero quiero hablar de la edición. Lo veo y no me creo que sea tan her-mo-so. Y debo aclarar que es hermoso tanto por fuera como por dentro, ya que tiene unos detalles super delicados. Es uno de esos libros por los que nos tiraríamos de cabeza en una librería.
Voy a arrancar diciendo que me gustó menos de lo que esperaba pero me gustó. Lo leí sin saber mucho sobre la historia porque creí que iba a ser algo positivo. Sabía lo básico: la protagonista tiene un trastorno alimenticio.
Me costó bastante llegar a la mitad del libro porque por momentos se tornó aburrido. A ver, no es un libro para distraerte, es un libro que toca temas delicados y, para mi sorpresa, lo hace muy bien. La delicadeza con la que la autora tocó cada tema me pareció un punto para destacar. Una vez que llegas a la mitad y conoces bien a todos los personajes la historia empieza a fluir.
Me encariñé MUCHO con Ashley y Anna. Creo que son de esos personajes secundarios fundamentales, que dejan mucho en la historia. Ashley me cautivó con su historia, con su humor y su personalidad. Anna me generó misterio TODA la historia, lo juro. Cada vez sentía más ganas de conocerla, de saber sobre ella y su pasado. Stevie, la protagonista, no me cautivó porque sentí que le faltó algo. Traté de comprenderla, de "entender" su comportamiento en el centro de rehabilitación pero por momentos me era imposible. Eso no quiere decir que no sea creíble o que la historia no esté buena, fue algo personal, y su cambio es muy bueno. Cuando llegan al final dicen "wow, ¿todo esto pasó?" y la respuesta es SÍ.
Meg Haston tenía claro lo que nos quería mostrar y lo logró. Es una historia que te absorbe, te atrapa con todos sus misterios. Lo mejor, para mí, es que al final hay algo escrito por un profesional, alguien que sabe del tema y da consejos. Muchos autores se toman esto a la ligera y no debería ser así.
Si Papá Noel va a llegar tarde a sus casas, les recomiendo que le pidan este libro. No tiene desperdicio y les va a gustar.