¡Vaya pasada! Eva y el Rarito no pueden creer que el barco haya zarpado sin ellos. Tras un día de excursión con sus compañeros, tendrán que esperar a que vuelvan a recogerlos a la isla. Con la noche, empiezan a suceder hechos misteriosos e inexplicables. Una procesión de antorchas en medio de la oscuridad, un anciano de aspecto fantasmagórico… Muy a su pesar, se convertirán en protagonistas de una aventura que les llevará a hacer un descubrimiento increíble sobre los nativos de la isla. Lo que tampoco podían imaginar es que entre tantos peligros y emociones podría surgir un sentimiento especial entre ambos.
Opinión personal (sin spoilers) Devorar es quedarse corto. Y es que considerando que tiene poco más de cien páginas con una letra bastante grandota y rechoncha, y que su ritmo es rápido, rápido, Para una vez que me abrazan se lee en un abrir y cerrar de ojos.
En resumen, una lectura ágil y entretenida que gustará a toda esa gente que también se considera rarita.
Nota final: