Mick Jones, Paul Simonon y Joe Strummer por Caroline Coon circa 1977
Antes de empezar, un apunte: el libro no tiene versión en castellano (si la tuviese, lo indicaría), y he de añadir que el nivel de inglés neceario para entender el libro es alto. Utiliza muchas palabras de uso poco frecuente, además de toda clase de expresiones propiamente inglesas y construye frases largas que pueden resultar complicadas de entender. Esto no quiere decir que con un nivel de inglés medio sea totalmente incomprensible, pero cogerle el tiro será mucho más difícil.Una vez dicho esto, hoy os traigo al blog una reseña un tanto peculiar, por dos cosas: primero, para mí este libro fue una lectura especial y segundo porque esta temática no la he tratado nunca en el blog.
El libro de hoy, Passion is a Fashion, es una extensa biografía (compré la edición Kindle, por lo que nunca he visto una copia física pero os puedo asegurar que eso eran bastantes más de 400 páginas) de la banda de punk rock británica The Clash. Para mí, The Clash es una banda que tiene un rincón especial en mi corazón desde que la escuché por primera vez, hará unos tres años. Me encanta su música, su estilo tan reconocible, su evolución musical es fascinante y London Calling es uno de mis discos favoritos. Aunque no siempre suscribo los mensajes puramente políticos que lanzaron en su época, su mensaje y su manera de transmitirlo siguen resultándome fascinantes. El punk tiene algo que siempre me llamó la atención, como movimiento y como género, y The Clash, en cierto sentido fue (por aí decirlo) tan punk que se salió del punk. The Clash, más que un grupo de música, es a mi parecer, el resultado de una peliaguda situación económica, política y cultural; un choque, un verdadero clash histórico. Si bien podemos decir que todo es hijo de su época en mayor o menor medida, The Clash fue hija de su época en una manera tan brutalmente sincera que, en restrospectiva hay quien habla de que es el grupo más representativo de su generación.
Joe Strummer
Pero, ¿quiénes eran The Clash? Situémonos en contexto. Estamos en Londres de finales de los años 70. Hay una potente recesión económica, una incipiente y cada vez más descontenta cultura juvenil en la que el choque generacional es especialmente fuerte. Los grupos de música y las otras fuentes culturales que habían representado a la juventud revolucionaria de los años 60 se hallan ahora, por así decirlo, fuera del alcance del público que los vio nacer. Los Rolling Stones cantan sobre sus vidas de super estrella, The Who ha canalizado su energía destructiva a llenar estadios, y un largo etcétera. Los jóvenes, sin oportunidades laborales ni vistas de un futuro mejor y sin tener representantes claros y accesibles en sus ídolos se sienten "fuera". Hay que añadir a esto las tenciones raciales existentes; por no mencionar el contexto político internacional de la guerra fría y el resto de condiciones sociales y económicas que más tarde llevarían a Margaret Thatcher (y su programa de reforma neoliberal) al poder en 1979. Es aquí donde surge la incipiente escena punk británica, influenciada por las corrientes que llegaban desde los Estados Unidos, sobre todo desde Nueva York, de la mano de New York Dolls, The Stooges, Patti Smith y otros. The Clash se forma alrededor de 1976, cuando se juntan Mick Jones (un joven y ambicioso guitarrista), Bernie Rhodes (manager de la antugua banda de Jones, London SS) y Paul Simonon (recién salido de la escuela de arte, que no tenía la menor idea de cómo tocar el bajo). Tras varios cambios y, en general mucha movida, reclutaron a Joe Strummer (que también había estado previamente en otro grupo proto-punk, The 101'ers) como vocalista principal. Se pusieron manos a la obra y abrieron shows para sus compañeros (y rivales), los Sex Pistols. Debutan con su primer album de estudio, titulado The Clash, en 1976 y cambian su batería por Topper Headon, un músico prodigioso que terminará de conformar la línea clásica de cuatro miembros de la banda (con Jones, Strummer, Simonon y Headon).Paul Simonon, por Pennie Smith
El libro de Pat Gilbert nos cuenta todo esto (y más), de manera detallada, entretenida y cuidadosa. Una de las cosas que más me gustó es cómo Gilbert hace constantes referencias históricas, citando noticias y fuentes de la época (desde periódicos hasta estrenos de cine). Entender el contexto es fundamental para entender cualquier acto cultural, especialmente un grupo como este.El autor dedica los primeros capítulos a darnos apuntes biográficos de los cuatro miembros principales antes de entrar en la banda (un capítulo para cada miembro), además de hacer un retrato conciso pero cuidado del surgimiento del movimiento punk. En los siguientes capítulos, Gilbert se dedica a contar toda la historia de la banda, desde sus origenes como grupo a la vez hermano y rival de los Sex Pistols de la mano de sus respectivos managers (Bernie Rhodes y Malcolm McLaren) hasta su final, tan anunciado. Por últmo, dedica un capítulo a contarnos qué fue de los miembros al salir de The Clash y dedica una suerte de epílogo en memoria a Strummer (fallecido en 2002 a la edad de cincuenta años). Esta edición nueva, además, incluye unas notas finales que aclaran noticias nuevas y pequeñas correciones.
Hay que alabar la gran labor de investigación llevada a cabo por el autor. Nos ofrece un relato muy completo a través de entrevistas que hizo a los miembros del grupo y del staff, a personas que estaban alrededor de ellos, amigos, compañeros de escena, grupos con los que compartieron escenario... Además de recolectar entrevistas concedidas a otras revistas, libros y programas de televisión y radio de la época. No sólo eso. Además de agregar detallada y dedicadamente el tan necesario contexto histórico y cultural, Gilbert recoge también notas de prensa de todo tipo, incluyendo reseñas de conciertos y de cada uno de los discos y singles que el grupo sacó. El propio Gilbert, periodista musical, deja caer muy a menudo su propia opinión.
En general, el autor trata de ofrecer un relato lo más neutral posible, y en general lo consigue. Siempre que habla de algún conflicto surgido en el seno de la banda, se esmera en exponer los distintos lados de la situación. Sin embargo, como
Headon, Simonon, Jones y Strummer
sucede en la prensa musical a menudo, hay un fuerte tinte subjetivo, aunque este no sea pretendido. En mi opinión, hay veces en las que Gilbert se muestra muy benévolo y algo condescendiente respecto a la banda, o más concretamente, a los chicos que la formaban.La narración de Gilbert es fluída, entretenida, y aunque no es novelesca, es fácil perderse en sus descripciones y la manera en la que cita como si uno leyese una novela. El libro, además, está muy bien estructurado. Diría que los primeros años de la banda están más desarrollados que los últimos, en lo que se refiere a un término meramente numérico. Es un libro que, como fan de la banda o mero interesado, uno lee y que, al terminar, le deja a uno más enamorado de la banda y su "mythos", por llamarlo de alguna manera.Pero dría que lo que mejor hace Gilbert es ofrecernos un retrato muy humano de todas las personas que jugaron un rol importante en la historia de la banda. No hay visiones planas o caricaturescas respecto a ninguna de las personas envueltas. Gilbert no trata a estos músicos, mánagers, técnicos de sonido, etc como meros personajes en una historia a contar o con la frialdad vestida de complejidad con la que a menudo se exponen los personajes históricos. No; nos ofrece un retrato profundamente humano de cada uno de ellos. Esto es de agradecer.El autor, además, nos lo cuenta todo, desde los orígenes y el afilado The Clash, pasando por el mítico London Calling, el mástodóntico Sandinista!, las intensas giras, hasta el final con una banda rota que intentó reformarse sin éxito, sin saltarse un sólo momento crucial ni negar ninguna parte de la historia de la banda
Mick Jones, en concierto circa 1979
Uno de los grandes puntos a favor es que no solo es un libro entretenido e interesante si te gusta lo más mínimo el tema, sino que además es muy divertido. Yo no podía evitar reírme a menudo, y a medida que las páginas pasaban, no podía evitar sentir a sus figuras principales casi como viejos amigos. Gilbert nos cuenta situaciones de pleno ridículas (por ejemplo, la vez que el grupo despidió a Caroline Coon como su manager en funciones por ser demasiado eficiente) que formaban el día a día de la banda. Nos permite un vistazo al caos y la energía cruda (Por último, os dejo una playlist con sus mayores éxitos en Spotify, para que les deis una oída si no lo habíais hecho, o para que podáis volver a ellos si ya les conocíais ^.^