Reseña - Piranesi

Publicado el 02 octubre 2021 por Alaluzdelasvelas

¡Hola, hola, hola! 😊

Ahora sí que sí, ¡le damos la bienvenida a octubre! ¿Cómo ha empezado el vuestro? ¿Bien, genial, maravilloso? ¡Ojalá que sí! Yo ya estoy a full con mi spooky TBR, así que espero con muchas muchas muchas ganas una lecturita que consiga ponerme los pelitos como escarpias, ¡ya os contaré!

Hoy os traigo la reseña de una joyita que leí el mes pasado. Por cierto, soy consciente de que llego mucho tiempo sin subir un wrap up, pero quería conocer primero vuestra opinión. Personalmente, me encanta leerlos: me parece una forma muy amena de conocer muchos libros a la vez. Ahora bien, si no os gustan o whatever, me gustaría que lo comentaráis para que yo no tenga que perder el tiempo redactándolos – no sé a vosotres, pero a mí me llevan más rato que las reseñas, por ejemplo – ni vosotres leyéndolos. ¿Todo guay? ¿Sí? ¡Dentro reseña!

La Casa es una suerte de lugar feliz. Salpicado de agua de mar, azotada por la marea, con sus aves y algas; es un sitio que Piranesi idolatra. Allí están las estatuas, como si vigilaran. Un poquito más lejos, la salida de la primera sala. Una de cientos de miles de ellas. Porque es grande. Enrome. Y benévola.

Piranesi no sabe cuándo llegó a la Casa. Sólo sabe que hay dos únicas personas vivas: Él Mismo y El Otro. Un hombre curioso, El Otro. Se reúnen únicamente dos veces a la semana, una hora, para poder comentar sus avances. Como los filósofos de la antigüedad, buscan la Razón Pura, y para ello Piranesi anota en sus diarios todo lo que recuerda.

Que nadie se alarme, por favor. Esto no es un libro de filosofía. Repito: no es un libro de filosofía. Es una maravilla brillante, una jodida chaladura que me ha tenido enganchada de principio a fin. Porque sí, la Casa aparentemente es un sitio dulce, casi cariñoso; pero, no nos engañemos, ¿qué ha pasado para que haya sólo dos personas vivas? ¡Dos! 

Empieza como una nana. El susurro de una voz tierna, acariciadora; que poco a poco deriva en pesadilla. Porque allí está Piranesi, estudiando las mareas, sabiendo que antes o después habrá otra inundación que sumirá algunos pisos de la Casa en un mar infinito. Y allí está El Otro, asustado ante la posibilidad del agua. Porque ellos no saben, no realmente, cómo funciona todo. O tal vez sí y pesen demasiado los silencios velados de secretos.

Cada vez que pienso en esta novela, me viene a la mente la palabra “extraña”. Y es que es, con diferencia, uno de los libros más raros que he leído en toda mi vida. Por su estructura, por la narración y por la manera descarnada de hacernos ver que el cuento bonito es, en realidad, uno muy oscuro.

No había tenido el placer de leer a Susanna Clarke, no hasta ahora; y os puedo jurar que quiero leer todo lo que ha escrito – que, tristemente, es más bien poquito. – Esta mujer consigue que sientas la opresión de la Casa, una que empieza despacio y que, poquito a poco, oprime tanto que ahoga. Y lo hace con una prosa deliciosa. Joder, esta mujer escribe tan bien que da hasta un poco de asco, con eso os lo digo todo.

No quiero desvelar mucho más, porque la gracia de esta pequeña delicia es que la disfrutéis llegando a ciegas. Sólo os diré que el ecosistema aparentemente perfecto que es la Casa tiene, como cualquier otro, grietas. Unas que al principio sólo se insinúan, como las primeras sombras de la tarde; y que, poco a poco, dibujan un mapa de heridas que merece la pena, y mucho, conocer.

Y ahora, bienvenidas y bienvenidos a la ZONA SPOILER

¿Qué maravilla es esta? No, en serio: ¿qué maravilla es? ¡Me ha flipado! No sé hasta qué punto es de vuestro agrado el campo de la investigación, pero si os gusta, si os maravilla; este libro va a conseguir que sintáis un pánico sordo dentro del estómago. Porque hay algo perturbador en la verdad que se esconde. Cosas imposibles a parte – no, no os pienso contar cuáles – debo decir que a nivel especulativo me ha parecido excelente. Quiero decir, ¿en qué maldito momento nos saltamos la ética y la moral hasta el punto de construir semejante chaladura? Brillante. Joder. Brillante.

Descubrir la verdad fue una carrera de fondo. Cada página era la certeza: que algo iba mal, que la Casa no era ese sitio feliz que parecía, que había algo que nos estábamos perdiendo. Como los diarios de Piranesi. No os hacéis una idea de lo muchísimo que disfruté las entradas antiguas, esas salpicadas de cosas aparentemente incoherentes que, pese a todo, eran tan reales que incluso dolían.

Piranesi. Ay, Piranesi. Es muy dulce. Un chico que lleva muchísimo tiempo solo, escribiendo para sí mismo, honrando a los muertos, hablando con los pájaros. Un chico que no sabe en quién debe confiar.

La advertencia llega un día cualquiera. Hay alguien más. Alguien que quiere volverlo loco. Alguien que quiere hacerle todo el daño posible. Piranesi no puede permitir que eso suceda. Él está totalmente en contra del caos y el odio al raciocinio. Él quiere que la Razón – como concepto – lo explique todo: hechos, sólo eso.

No os quiero contar nada más, porque os destriparía el libro y, joder, vale la pena que le deis una oportunidad. Sólo os diré que el final es brillante, maravilloso, casi chispeante. Susanna Clarke es simplemente maravillosa. He dicho.

… 

Dulce primero, sibilina después; Piranesi es una de esas novelas que llegan para quedarse. Dejaos acompañar por la prosa de Susana Clarke. No os vais a arrepentir.

★★★★★