Autor/a: Jay Asher.
Editorial: Nube de tinta.
Precio: 16,95€.
Saga: Libro único.
ISBN: 9788416588459.
★★★☆☆
No puedes poner fren◼ al futuro.
Ni reescribir el pasado ⏮.
La única forma de revelas los secretos es ...
... darle al «pl▶y».
Una caja, trece caras de casete, trece culpables y una víctima.
Apenas han pasado dos semanas desde el suicidio de Hanna, cuando Clay encuentra una misteriosa caja en la puerta de su casa. La caja contiene unos casetes que serán el comienzo de un perverso juego que involucrará a todos los responsables de la muerte de Hanna.
OPINIÓN PERSONAL:Este libro nunca me había llamado la atención y es posible que si no hubiese sido por la serie, jamás lo hubiese leído. Recuerdo que salió el tráiler y quedé completamente obsesionada, quería/necesitaba saber que había pasado con Hannah. Recuerdo decir que leería el libro antes de que saliese la serie, pero con los trabajos y exámenes pues nunca tuve tiempo realmente para hacerlo. El caso es que, llegó el momento del estreno de la serie y decidí que si tenía que descansar de tantos estudios este era un buen momento. Me vi la serie ese mismo día y me encantó. Reí y lloré como nunca lo había hecho y Hannah se quedó tan dentro de mi, que recuerdo terminar la serie y enfadarme con todas las personas que aparecen en la historia. La cosa curiosa es que, a pesar de saber que la serie trataba de la muerte de Hannah, cuando llegó ese momento yo quería que no pasase, que viviese y fuese feliz. Esta serie debe verla todo el mundo, siento que es un buen ejemplo para que nos demos cuenta de lo que afectan a otras personas las cosas que decimos u hacemos y que siempre podemos ser mejores con los demás.
Y bueno, aunque no lo parezca esto realmente es la reseña del libro, no la serie, y aunque me resulte un poco imposible, intentaré no hacer una reseña libro vs serie. La cosa es, que al enamorarme tanto de la serie necesitaba urgentemente el libro, y tengo que confesar que aunque no me gustan nada los libros que tienen de portada de la adaptación, yo necesitaba tener este con el póster de la serie, y me costó encontrarlo porque estaba agotado en todas partes, y al final me lo trajo una librería y yo fui la chica más feliz del mundo. Luego lo leí y bueno, no me ha gustado tanto como la serie y en esta ocasión si me dicen que elija entre libro y serie, definitivamente me quedaba con la serie.
Por si alguien no conoce todavía esta historia -cosa que me parece imposible- trata sobre Hannah, una chica que ha decidido ponerle fin a su vida después de sufrir bullying -y otras cosas que no diré-. Antes de hacerlo, decide grabar en cintas sus trece razones del porqué de su decisión y enviarlo a la primera persona de la lista. Quiero hacer un paréntesis aquí y comentaros que en cada cara de las cintas aparece un número y la persona que recibe las cintas no sabe en que numero contará su historia. Además, si alguien decide romper la cadena, hay otro juego de cintas que saldrán a la luz. Nosotros iremos conociendo todo con la compañía de Clay Jensen quien, obviamente, recibe las cintas. ¿Que cosas contará Hannah sobre él? ¿Tan malo fue lo que le pasó para acabar con su vida?
@livdeetz
Nadie sabe lo que sucede en la vida de nadie, salvo en la propia. Y cuando le arruinas una parte de la vida a alguien, no le arruinas solo aquella parte. Desafortunadamente, no se puede ser tan preciso y selectivo. Cuando le arruinas una parte de su vida, le arruinas la vida entera. Todo afecta a todo lo demás.
De los personajes sólo me han gustado Hannah y Clay, aunque tengo que decir que me gustaron mucho más en la serie, ya que este último en el libro me suele poner nerviosa, aunque realmente no es su culpa, sino del autor y ya os diré el porqué. Hannah es un personaje a la que coges cariño si o si, es buena, cariñosa, divertida, una amiga incondicional, una persona que no se merece todo lo que le ha pasado, al igual que a las miles de personas que han sufrido por acoso escolar. Es increíble como todo puede cambiar cuando conoces a una persona o como un chisme que nadie sabe si es verdad o mentira puede hacer en la vida de una persona. No pude evitar sentirme identificada con Hannah, porque al igual que ella he sufrido bullying y mis amigos me han dejado de lado por razones que ni ellos mismos saben. Clay me parece un chico dulce y muy adorable -sobre todo en la serie, lo siento- y siento que Clay merece estar en las cintas pero al mismo pienso que no debería estar en ellas. Me siento un poco contradictoria en este tema, siento que no hizo gran cosa para estar en las cintas, pero al mismo tiempo por esa razón merece estar ahí.
Hablemos de la pluma del autor. Me ha gustado por supuesto, hace que te metas a la historia de lleno y no puedas parar de leer, tienes las descripciones necesarias y consigue dejar un mensaje que muy pocos libros consiguen, pero en los momentos en los que Clay escucha las cintas me pone nerviosa. A ver como lo puedo explicar para las personas que no hayáis leído el libro. Cuando Hannah habla en las cintas aparece en cursiva y el resto del libro normal, obviamente, el caso que es mientras leemos las cintas de Hannah, Clay va comentando cosas por entre medias, cosas relacionadas con lo que ocurre en la cinta o cosas que no tienen nada que ver y me pone nerviosa porque quiero leer todo lo de la cinta de Hannah de seguido, saber que ocurrió y Clay no para de comentar cosas que a lo mejor ni vienen a cuento. No. O sea NO. Es algo que no me gustó nada de nada. Creo que es el único inconveniente, porque por lo general ha sido un libro que he disfrutado. También tengo que decir que lo de las cintas me parece muy original pero a la vez algo macabro.
Por trece razones es un libro cruel y realista que nos enseña que debemos ser mejores personas y no juzgar a las personas por un simple rumor, tratarlas con el respeto que se merecen y ayudarlas si es necesario. Es un libro obligatorio para todo el mundo, al igual que su adaptación.
Si escuchas una canción que te hace llorar y no quieres llorar más, no vuelves a escuchar esa canción. Pero no puedes escaparte de ti misma. No puedes decidir verte más. No puedes decidir apagar el ruido de tu cabeza.