Era una noche oscura y tormentosa; Mary Craine estaba exhausta, perdida, y al límite de sus fuerzas, ansiosa por darse una ducha caliente y encontrar un lugar donde pasar la noche. Cuando el Motel Bates apareció de pronto entre la tormenta, Mary pensó que era su salvación. Las habitaciones eran viejas y húmedas, pero estaban limpias, y el encargado, Norman Bates, parecía un tipo bastante agradable, aunque un poco raro... Después Mary conoció a la madre de Norman. Y el cuchillo de carnicero. La pesadilla acababa de empezar.
No soy una persona demasiado peculiar. Tengo mis cositas, pero podríais hablar conmigo durante horas y terminar pensando “Qué chica más normal”. No soy una fan loca, me gusta leer pero también salir... y sin embargo, ahí está. Esa -insana, preocupante- pasión e interés que despierta en mí la narración de crímenes históricos e importantes. Tengo libros dedicados a los asesinos más relevantes de la historia, y si un libro se basa en esa temática, me va a llamar de seguro. Es por esto que siempre me ha llamado muchísimo la atención Psicosis -cuya trama es fascinante y sobrecogedora, o eso parece, ¿no?- y por lo que tenía tantas ganas de leerla. Y conociendo el final como lo conocía -ya había visto la película, que por cierto, pretendo volver a ver estas vacaciones que llegan-, no ha dejado de sorprenderme. Pero bueno, creo que todo el mundo, al hablar de Psicosis, piensa en la película y no en el libro, ¿no? No hablaré aquí de una trama que ya forma parte de la sabiduría popular, no creo que merezca la pena. Lo más atractivo de esta historia es, sin duda, un personaje principal que todos recordamos con cierto respeto pero también con un tono de burla (porque oye... qué impresión da a medida que vas leyendo y descubriendo todo el asunto). Norman Bates es uno de esos personajes imposibles de olvidar y el autor crea un cuadro de lo más pintoresco con el resto del elenco -con uno en particular, claro, pero sin spoilers queda esto, por si acaso-. Es un personaje bien construido que sorprende mucho, tanto por sus pensamientos como por cada uno de sus actos, y más todavía cuando avanzas en la lectura para descubrir cosas cada vez más... peculiares.
Y sin embargo cuanto he visto y leído hablar acerca de Psicosis se limitaba a incidir en este personaje sin mencionar siquiera el resto de aspectos positivos de la trama: la escritura, el ritmo, la tétrica ambientación e incluso las reflexiones de Bates. Así es, porque si hay algo que me sorprendió mucho en una novela que esperaba de serie B (se trataba de una relectura pero la primera vez era muy pequeña y no recordaba gran cosa) es que está bastante bien escrita. La ambientación se convierte en perfecta, el motel es un lugar oscuro y terrible donde podría pasar cualquier cosa, la tormenta te da ganas de esconderte bajo la mesa, los personajes están muy bien descritos y algunos tienen una apariencia repulsiva que imaginas a la perfección... y esto hace mucho, queridos. Es curioso porque en ocasiones parece como si estuvieses leyendo un libro de una época anterior y no de los años 50. Suena a antiguo, quizás por el lugar aislado en el que se desarrolla (que no es una casa encantada de esas que parecen gustarme tanto, pero como si lo fuese), quizás por la escritura un poco arcaica del autor, quizás por otra razón, pero el caso es que lo hace. Y no me ha disgustado para nada, y no disgustará a aquellos que busquen novelas más antiguas.Prácticamente todo lo que puedo decir del libro es positivo. Salvando una carencia bastante importante de personalidad y profundidad en los personajes(justificada en cierto modo por las pocas páginas con las que cuenta), en los que no se ahonda lo necesario como para llegar a conocerlos o que se conviertan en protagonistas -excepción hecha de Norman Bates y familia, que a buen entendedor pocas palabras bastan-, el resto del balance es positivo. Se lee muy rápido, no solo gracias a que es muy corto sino a que además es muy sencillo de leer, no tiene ninguna cosa peculiar que lo haga complicado ni nada; por otro lado, es un libro que tiene mucho gancho, aunque solo sea por poder entender del todo qué está sucediendo en la casa aquella y por qué está pasando algo tan raro. Si no conoces la historia puedes ir intuyendo un poco lo que va a suceder pero el final te sorprende bastante; si la conoces, desde luego las últimas páginas son una auténtica pasada, más aún ese último capítulo que es lo que más escalofríos da del libro. ¿Y da miedo?, os estaréis preguntando. Bueno, genera bastante angustia a la hora de leer los soliloquios de Bates, pero lo cierto es que este terror, que no la novela, ha envejecido bastante mal y la historia ya es conocida, así que mucho miedo no da. Impresión, quizá. Asombro y mucho sentimiento desagradable, pero yo no la calificaría como de miedo. Psicosis es más bien un thriller. Yo os lo recomiendo bastante, la verdad; si no os gustan este tipo de novelas de “terror” es un buen título para empezar: corto, sencillo y entretenido. Ahora la duda que tengo es... ¿y esa segunda parte qué? ¿Psicosis II?¿Qué me va a deparar? ¿Será buena o mala? La leeré pronto -ya la tengo en casa, compré ambas juntas- y a ver qué me parece, pero no auguro nada bueno.
Psicosis es una novela ligera, corta y entretenida con la que pasar un par de ratos muy agradables... o desagradables, según cómo se mire. Muy recomendable tanto para los amantes de este tipo de literatura como para aquellos que le tengan respeto, y desde luego un autor con el que no me importaría repetir, a ver si su fórmula mágica se mantiene.