Título: Querida Emmie BlueTítulo original: Dear Emmie BlueCuando Emmie Blue tenía dieciséis años, dejó ir al cielo un globo rojo con su correo electrónico y un secreto que le pesaba demasiado. Algunas semanas después, Lucas, un chico de la misma edad que Emmie, encuentra el globo con la nota y no duda en escribirle; en poco tiempo se convierten en mejores amigos.
Saga: Autoconclusivo
Autora: Lia Louis
Editorial: Planeta
Número de páginas: 352
Precio: $298.00
~Gracias a Editorial Planeta México por el libro.
Ahora en sus treinta, Emmie sigue guardando un secreto: ama perdidamente a Lucas y está segura de que muy pronto él se dará cuenta de que pueden ser la pareja perfecta. Está tan convencida de que él se le declarará, que ha descuidado todo lo demás en su vida: abandonó la búsqueda de su padre, no ha hecho nada por mejorar la tensa relación con su madre, ni le importa vivir como inquilina de una anciana a la que apenas conoce, tras perder su trabajo. Por eso, cuando Lucas le dice que tiene algo muy importante que preguntarle, ella jura que el gran momento ha llegado… pero está a punto de descubrir que no siempre las cosas resultan como planeamos y eso, a veces, puede ser mejor.
Quizá el hogar no es un lugar, sino un sentimiento, sentirse cuidado y ser comprendido, sentirse amado.Lo primero que debo mencionar es a nuestra protagonista y narradora, Emmie Blue, y es que su esencia me ha encantado. Al inicio del libro es una chica llena de inseguridades y eso es bastante normal si echamos la mirada hacia atrás y vemos todo por lo que ha tenido que pasar. Su vida definitivamente no ha sido sencilla y es normal que se hiciera tan codependiente de la única persona que parece comprenderla. Pero cuando esa persona la “cambia” viene lo bueno pues poco a poco vamos a verla salir de su capullo y luchar contra sus inseguridades y sobre todo vamos a verla salirse de su zona de confort para comenzar a recuperarse a sí misma. Ver el viaje de Emmie y su evolución es sin duda lo mejor de esta novela y uno como lector no puede más que querer animarla pues es fácil sentirse identificado con ella en más de una ocasión ya que todos hemos llegado a sentirnos perdidos en busca del ideal de la vida.
La risa es universal. Para entenderla, no necesitas ser políglota.
Y ahora bien, no suelo decir spoilers en mis reseñas pero necesito, NECESITO sacarlo de mi sistema así que a partir de aquí hay SPOILERS:
Se supone que cuando Emmie y Lucas comienzan a intercambiar cartas ella le envía dulces o comidas típicas de Londres mientras que él en agradecimiento le manda discos con recopilaciones que él mismo ha hecho. En las cajas de estos discos no se hace mención a cuales canciones vienen sino que más bien menciona una canción que representa cada momento que han vivido. Por ejemplo, “Canción uno: Porque debí haberte sacado a bailar esa noche”. Estas listas de recopilaciones vienen repartidas al final de algunos capítulos a lo largo del libro y al inicio no les presté mucha atención, simplemente estaban ahí y ya, pero al seguir leyendo y al ver quien en realidad había encontrado el globo de Emmie todo me explotó en la cara y tuve que regresarme a leer esas listas donde claramente la autora nos dice la verdad. No saben cómo amé esto pues esos discos representan un amor sencillamente magnífico, un amor que comenzó como algo meramente inocente pero que terminó siendo algo vital para los involucrados. Y si fuera por mí me pondría hablar como loca de ese personaje que me ha conquistado pese a su fachada hosca, pero mejor voy a dejarlos en vilo y aquí termina la zona de SPOILERS.
Solo digo que creo que, si no te haces cargo de tus cosas y esperas que alguien, o algo, se encargue de ellas por ti, estás perdido.En definitiva curiosear en este libro ha sido una de las mejores decisiones que he tomado, pues la novela es hermosa desde el comienzo. La autora nos va contando a lo largo del libro la historia de Emmie mezclando su presente y su pasado a manera de flashbacks lo que nos permite compenetrar mejor con ella y su historia, una historia dulce, emotiva y muy prometedora.