280 páginas
Charles Decker es un adolescente de 18 años que sufre de esquizofrenia, al que quieren internar en un correccional por agredir a un profesor con una llave inglesa, provocándole un grave traumatismo craneal.
Pistola en mano, y para que no lo encierren, secuestra a su clase toda una mañana. Para que la situación sea más llevadera Charles les cuenta parte de su infancia y su adolescencia; mientras, el ambiente empieza a caldearse entre los alumnos, y pronto comienzan a atacarse verbal y físicamente, contagiados de la demencia de Charles.
La verdad es que es un libro que tenía muchas ganas de leer, y como siempre, King no decepciona y me ha gustado. Pero no negaré que de momento, de todos los que he leído en el pasado, y desde que estoy en el Club Atreyu, es el que menos me ha gustado. Sobre todo por el final. Y es que me repito muchas veces, pero no me gusta que haya cosas que queden a mi imaginación, que yo deba interpretarlas o que ni siquiera se terminen, ya lo sabéis, y en este libro pasa exactamente eso. En el secuestro, suceden cosas que hacen que toda la clase participe, opine, reflexione e incluso cambie, como si la rabia del propio Charlie, o su manera de ver las cosas, contagiase poco a poco al resto. Y al parecer, al final hacen ciertas cosas, que yo no he comprendido, primero porque no creo que se explique bien el motivo, y segundo porque ni siquiera se nos cuenta por la situación final de Charlie (es complicado explicarlo sin soltar spoiler, pero bueno). Y no me ha gustado nada que todo quede como queda.
Por otro lado, en la lectura nos ha pasado algo curioso a casi todos, y es que hemos "empatizado" con Charlie. Y lo pongo entre comillas porque quizá esa no sea la palabra exacta, pero es una sensación parecida. Obviamente somos conscientes de que lo que hace es horroroso, y merece que se haga justicia con él por ello, pero conocer su historia, la que él mismo va contando a sus compañeros a lo largo de la mañana, hace que podamos entender un poco sus motivos. O no, yo creo que nada justifica ciertos actos, pero sí entendemos que es un chico que necesita ayuda, y la necesita desde hace mucho tiempo por la situación familiar que tiene. Y quizá sea la sociedad y las orgnizaciones las que han fallado con él. Igual que con muchas otras personas. Y ojo, y repito, nada justifica que se hagan ciertas cosas, obviamente, pero a veces hay que ir un poco más allá.
Como siempre, King vuelve a hacer una crítica a la sociedad disfrazada de novela. Y me alucina sobre todo saber en qué año la escribió. Porque quizá ahora sea más normal que se grite sobre lo que falla en el mundo, y se critique, y se escriba sobre ello. Pero en una época en la que todo era tan distinto, me alegra y mucho que hubiera autores como él que se decidieran a dar su visión, camuflándolo en ficción, de una manera tan sincera y tan tajante. Como ya hizo en Carrie con el bullying y el extremismo de la madre, aquí habla de familias desestructuradas, de la mala educación por parte de los padres con los hijos, del pasotismo de las instituciones con los problemas, entre otras cosas. Y lo hace a través de la voz de Charlie, y de sus compañeros secuestrados. Porque al final todos tienen algo que decir y contar, demostrando que sus vidas no son tan bonitas ni tan fáciles como puede parecer.
En resumen, 'Rabia' es un libro de ficción que nos cuenta una historia que, por desgracia, puede ser muy real. Un libro con una gran polémica detrás, en una sociedad en la que la violencia está presente en todas partes, por la facilidad del uso de las armas para casi todo el mundo. Es un libro que nos cuenta la historia de Charlie, que secuestra a su clase a punta de pistola antes de ser expulsado y trasladado a un correccional, y que nos relata sus problemas y los de sus compañeros, provocando que, aunque seamos conscientes de lo que él se merece por sus actos, podamos ver que hay algo más allá que hay que conocer. Os lo recomiendo, aunque sea difícil conseguirlo, porque estoy segura de que os hará reflexionar sobre la sociedad, mucho.