Reseña: Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer

Publicado el 19 julio 2016 por Vanesasanmartin

Al ver el título de la entrada tal vez os preguntéis:  ¿por qué te ha dado por reseñar un libro tan sumamente conocido, tan leído y (por supuesto) tan reseñado?.
Pues por dos razones. La primera es que este fue el primer libro que me compré hace ya muchos años, y recuerdo como si fuese ayer que me costó la “friolera” de 300 pesetas (para los nacidos ya en el euro 1,80 €), es de la  Editorial Clásicos de Siempre y tiene 302 páginas, porque vienen las Rimas y las Leyendas, aunque yo en este caso sólo os hablaré de las Rimas.Y la segunda razón es porque desde siempre Bécquer ha sido mi poeta favorito, con su musicalidad, la aparente sencillez de sus poemas y su sensibilidad siempre me han atrapado.  Por eso me hace ilusión inaugurar la sección de reseñas de poesía con esta obra en concreto.
Mi idea en esta entrada es mostraros mis poemas favoritos de cada grupo de rimas y hablaros un poco de ellos siempre desde mi punto de vista (que puede que no sea el mismo que el vuestro) porque ya se sabe que la poesía es muy subjetiva. Y yo, personalmente pienso, que sólo el propio poeta sabe lo que significa exactamente cada uno de sus poemas, y que por muy bien que nos los puedan explicar a los demás nunca llegaremos a comprenderlos de la misma manera.
Aunque en este libro no aparece, me gustaría comenzar con el inicio de la Introducción sinfónica, donde desde la primera frase ya podemos observar la grandiosidad su magistral pluma:“Por los temerosos rincones de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía, esperando en silencio que el Arte los vista de la palabra, para poderse presentar decentes en la escena del mundo.Fecunda, como el lecho de amor de la Miseria, y parecida a esos padres que engendran más hijos de los que pueden alimentar, mí Musa concibe y pare en el misterioso santuario de la cabeza, poblándola de creaciones sin número, a las cuales ni mi actividad ni todos los años que me restan de vida serían suficientes a dar forma.Y aquí dentro, desnudos y deformes revueltos y barajados en indescriptible confusión, los siento a veces agitarse y vivir con una vida oscura y extraña, semejante a las de esas miríadas de gérmenes que hierven y se estremecen en una eterna incubación, dentro de las entrañas de la tierra, sin encontrar fuerzas bastantes para salir a la superficie y convertirse, al beso del sol, en flores y frutos... “
Y ahora sí, vamos con las Rimas divididas en grupos según su temática:Rimas I- XI: REFLEXIONA SOBRE LA POESÍA, LA CREACIÓN DE LA MISMA Y LA INSPIRACIÓN.Para Bécquer la poesía está en todas partes, y puede ser descubierta con la sensibilidad adecuada. Como nos muestra en la Rima IV:
No digáis que agotado su tesoro,de asuntos falta, enmudeció la lira;podrá no haber poetas; pero siemprehabrá poesía
Mientras las ondas de la luz al besopalpiten encendidas;mientras el sol las desgarradas nubesde fuego y oro vista;mientras el aire en su regazo lleveperfumes y armonías;mientras haya en el mundo primavera,¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a escribir no alcancelas fuentes de la vida,y en el mar o en el cielo haya un abismoque el cálculo resista;mientras la humanidad siempre avanzandono sepa a do camina,mientras haya un misterio para el hombre,¡habrá poesía!
Mientras sintamos que se alegra el alma,sin que los labios rían;mientras se llore que el llanto acudaa nublar la pupila;mientras el corazón y la cabezabatallando prosigan;mientras haya esperanza y recuerdos;¡habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejenlos ojos que lo miran;mientras responda el labio suspirandoal labio que suspira;mientras sentirse puedan en un besodos almas confundidas;mientras exista una mujer hermosa,¡habrá poesía!
En la Rima VII, nos dice que todos tenemos la inspiración en nuestro interior, que está ahí escondida esperando que escarbemos un poco dentro de nosotros mismos para sacar de ella todo su esplendor.
Del salón en el ángulo obscuro,de su dueño tal vez olvidada,silenciosa y cubierta de polvoveíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdascomo el pájaro duerme en las ramas,esperando la mano de nieveque sabe arrancarlas!
¡Ay!, pensé ¡cuántas veces el genioasí duerme en el fondo del alma!y una voz, como Lázaro, esperaque le diga: “¡Levántate y anda!”
Rimas XII- XXIX:  EXHALTACIÓN DEL AMOR Este grupo de poemas son, sin duda, los más famosos. En ellos habla desde la felicidad de un amor correspondido. Son poemas breves e intensos con los que muchos nos hemos visto identificados en algún momento.  ¿Quién no conoce la Rima XIII, y su “pupila azul”?
Tu pupila es azul, y cuando ríes,su claridad suave me recuerdael trémulo fulgor de la mañanaque en el mar se refleja.
Tu pupila es azul, y cuando lloras,las transparentes lágrimas en ellasse me figuran gotas de rocíosobre una violeta.
Tu pupila es azul, y cuando lloras,como un punto de luz radia una idea,me parece en el cielo de la tarde¡una perdida estrella!
Destaca también la Rima XXI, que es mi favorita de todo su poemario, en ella Bécquer dice en sólo tres palabras una de las cosas más bonitas que se pueden decir a la persona amada: “poesía... eres tú”
¿Qué es poesía? dices mientras clavasen mi pupila tu pupila azul;¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?Poesía... eres tú
Para finalizar con este grupo, he escogido la Rima XXIII, que casi estoy segura es uno de los poemas que más carpetas de estudiantes ha ocupado:
Por una mirada, un mundo;por una sonrisa, un cielo,por un beso,.. ¡yo no séqué te diera por un beso!
Rimas XXX- LI: AMOR IMPOSIBLE, DESENGAÑO AMOROSO Y AMOR FRACASADO.
La Rima XXX es una de las más características, donde el orgullo impide la continuación de una relación que es deseada por ambas partes, pero que nunca será manifestada:
Asomaba a sus ojos una lágrimaa mi labio una frase de perdón;habló el orgullo y se enjugó su llanto,y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;pero al pensar en nuestro mutuo amoryo digo aún: “¿Por qué callé aquel día?”y ella dirá: “¿Por qué no lloré yo?”
Otra de las más famosas, es la Rima XXXVIII, en la que el poeta se pregunta el paradero del amor una vez que se termina:
Los suspiros son aire, y van al aire.Las lágrimas son agua, y van al mar.Dime, mujer: cuando el amor se olvida,¿sabes tú a dónde va?
Y en la Rima XLI, plasma como los fuertes caracteres de los dos amantes impiden que la relación pueda llegar a buen puerto:
Tú eras el huracán, y yo la altatorre que desafía su poder:¡tenías, que estrellarte o abatirme!¡No pudo ser!
Tú eras el océano, y yo la enhiestaroca que firme aguarda a su vaivén:¡tenías que romperte o que arrancarme...!¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo; acostumbradosuno a arrollar, el otro a no ceder;la senda estrecha, inevitable el choque...¡No pudo ser!

Rimas LII- LXXIX: EL DOLOR DEL AMOR, LA SOLEDAD Y LA MUERTE.
La más conocida de este grupo es sin duda la Rima LII, en la que el poeta añora tiempos pasados que ya no volverán a repetirse:
Volverán las oscuras golondrina,en tu balcón sus nidos a colgar,y otra vez con el ala a sus cristalesjugando llamarán;pero aquellas que el vuelo refrenabantu hermosura y mi dicha al contemplar,aquellas que aprendieron nuestros nombres,esas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvasde tu jardín las tapias a escalar,y otra vez a la tarde, aún más hermosas,sus flores se abrirán;pero aquellas cuajadas de rocío,cuyas gotas mirábamos temblary caer, como lágrimas del día...esas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídoslas palabras ardientes a sonar;tu corazón de su profundo sueñotal vez despertará;pero mudo y absorto y de rodillas,como se adora a Dios ante su altar,como yo te he querido... desengáñate,¡así no te querrán!
En sus últimos poemas, como es el caso de la Rima LXXV, Bécquer comienza a hacerse preguntas sobre la muerte, victima, seguramente de una ya avanzada tuberculosis:
¿Será verdad que cuando toca el sueñocon sus dedos de rosa nuestros ojos,de la cárcel que habita huye el espírituen vuelo presuroso?
¿Será verdad que, huésped de las nieblas,de la brisa nocturna el tenue soplo,alado sube a la región vacíaa encontrarse con otros?
¿Y allí, desnudo de la humana forma;allí, los lazos terrenales rotos,breves horas habita de la ideael mundo silencioso?
¿Y ríe y llora, aborrece y ama,y guarda un rastro de dolor y gozo,semejante al que deja cuando cruzael cielo un meteoro?
¡Yo no sé si ese mundo de visionesvive fuera o va dentro de nosotros;pero sé que conozco a muchas gentesa quienes no conozco!
Sólo me quedan dos cosas por decir: que ojalá disfrutéis tanto de la obra poética de Bécquer como yo y que a ver si algún buen samaritano me inventa pronto una máquina del tiempo para poder hacer con Bécquer la sección “Un café con...”
Gracias a todos y a todas por vuestra lectura.