Editorial: Ediciones HidraISBN: 9788416387588Páginas: 544Año de publicación: 2016Precio: 19,00€
Kaz Brekker, un genio del crimen que regenta un antro de juegos de azar y apuestas conocido como el Club Cuervo, debe reunir a un grupo de seis personas con las habilidades necesarias para entrar (y salir) de la Corte de Hielo, una fortaleza
inexpugnable que mantiene bajo llave un secreto que podría dinamitar el equilibrio de poder en el mundo.
Es probable que nadie sobreviva a esta misión, pero si quiere hacerse rico más allá de lo que alcanza su imaginación, Kaz va a tener que jugárselo todo a una sola carta. Y esa carta es un Seis de Cuervos.
Creo que puedo resumir esta reseña en un claro “estuvo bien, pero no era para tanto” y alguno todavía se caerá de espaldas de la sorpresa. Esperaba una novela más explosiva y mucho más elaborada de lo que he encontrado tras haber escuchado entre las reseñas que Bardugo no solo se había superado con Seis de cuervos, que también había evolucionado y dado el "do de pecho" con sus personajes.
Sin embargo, no me ha impresionado tanto.
En esta novela volvemos al mundo de los Grisha donde se desarrolla la trilogía que inicia Sombra y hueso. En esta ocasión desde la ciudad de Ketterdam en la isla de Kerch situada no muy lejos de la costa oeste nos encontramos con una ciudad corrupta gobernada por mafias y mercaderes. Rápidamente nos adentramos en los entresijos de la ciudad y conocemos a Kaz, joven experto ladrón a la cabeza de una banda de estafadores que se ha hecho rápidamente con un buen nombre y reputación que él debe mantener. A su lado se arrastra el espectro, o Inej, una jovencita a la que Kaz arrancó de las entrañas de la prostitución para entrenarla como espía a cambio de su libertad. Quizá. Pero una noche el espectro deja de perseguir a Kaz para que lo hagan otros fantasmas y este cae en las garras de un despiadado mercader con una oferta más que jugosa para Kaz y sus ambiciosos propósitos. Un trabajo irrealizable para el mejor equipo que Kaz pueda reunir y que estén lo suficientemente locos o desesperados como para aceptar jugarse la vida entrando en el mismísimo corazón del vecino reino de Fjerda. Seguro que lo primero que os preguntaréis es si hace falta leer o no la primera trilogía de la autora para entrar en esta novela y no perder matices. La respuesta es que es mejor haberla leído y recordar los detalles para no terminar completamente perdido en la lectura. Aunque la autora se esfuerza en acondicionar de nuevo toda la escenografía y redefinir el mundo fantástico en el los grisha son aquellos con poderes para manipular la materia luz cuerpo agua y mente, también se salta gran parte de la parafernalia para centrarse en darle vida a Ketterdam y otros escenarios que nos encontramos en la historia. No es imprescindible haber leído la trilogía completa, pero os podéis llevar algún spoiler by the face si tenéis suficiente intuición, por aquello de que no se resienta mucho esta historia con detalles a medias. Una vez asumido que el tema de los poderes os costará un poco más sin Sombra y hueso y sucesivos, vayamos a la parte que nos ocupa.A Kaz ya os lo he presentado, la autora le da la importancia suficiente como para poder decir que es el protagonista principal de la novela ya que sus motivaciones y maquinaciones son el motor de la trama. Como narrador es un personaje poco elocuente y bastante ameno, rápido y aporta mucho juego a la trama por su carácter impredecible. Forma una buena pareja para Inej, un personaje que, a pesar de estar engrandecido por la cantidad de historia que narra, me resultó secundario. Su conflicto es una promesa y su presencia es una excusa para que avance la historia. También tengo que mencionar que es su texto es muy ameno, algo más detallista puesto que da más información paisajista que los otros narradores. Prácticamente todos los personajes tienen su punto de vista representado en la novela con algún capítulo desde el que narra y, básicamente, se da a conocer. En términos generales el relato se caracteriza por su agilidad y las continuas sorpresas que va entretejiendo usando a sus personajes, jugando con la incertidumbre más que con el misterio en sí. Algunos son más escuetos y otros se detienen más en los detalles propios, en general hay pocas diferencias en el tono entre narradores, al margen de los personajes principales.Si bien Bardugo se ha aventurado a trabajar con un amplio grupo de personajes desde los que narra en primera persona al menos un capítulo con todos ellos y esto suma punto a ese aire de frescura y novedad, también ha dejado relucir su poca pericia para mantenerlos a todos al mismo nivel.
En sí, el formato es novedoso y la historia, que poco tiene ya que ver con la magia, tiene ese aire mafioso, ambos factores le dan ese toque refrescante a alguna lista de lecturas pendientes plagadas de esas distopías post-apocalípticas civilizadas que tanto nos gustan. Además tiene ese tono ágil y desenfadado con una trama muy bien hilada de la que no voy a entrar en detalles porque perdería su gracia y atractivo.Supongo que no está nada mal pero no era para tanto. Aunque me gustará continuar con la historia y descubrir el destino d
Kaz y sus compañeros para adentrarme en un nuevo intento de la autora de sorprender al público juvenil.Hay que ser justos, es una novela bastante novedosa y fuera de lo habitual, la prosa de Bardugo no es de las malas y aquí demuestra que puede dar todavía más de sí en sus novelas. De por sí el universo grisha es muy interesante y en esta ocasión vuelve a verse representado y explorado con algunos dilemas morales de por medio y tentativas de heroísmo. En general ha sido una buena lectura, no era todo lo grandiosa que esperaba, pero he de reconocer que engancha.