Reseña: Semillas del ayer (4ª saga Dollanganger)

Publicado el 28 septiembre 2011 por Silvia Filóloga @silviafilologa
Sinopsis:
El final, inquietante de la extraordinaria historia que ha impresionado a millones de lectores en todo el mundo. El terror se inició con Flores en el Ático, la aterradora historia de cuatro niños inocentes alejados del mundo en un cruel encierro planeado por su madre. La chocante furia continuó con Pétalos al Viento y Si Hubiera Espinas. Semillas del Ayer culmina la apasionante historia de la familia Dollanger. Cathy y Chris, atrapados por una maldición que incluso amenaza la vida de sus tres hijos, viven con el temible espectro de Foxworth Hall a sus espaldas, prisioneros de un pasado inconfesable del que no pueden escapar. Sin embargo, al final de la pesadilla se vislumbra una luz de esperanza ...
CONTIENE SPOILERS. Si no conoces la novela y pretendes adentrarte en su lectura, no sigas leyendo. ¡¡Por tu bien y el mío!! 


Mi valoración personal:
¿Cómo me podía haber engañado creyendo que Foxworth Hall podía ofrecernos alguna otra cosa que no fuese dolor?(Cathy)

Semillas del Ayer constituye la 4ª y última novela protagonizada por los hermanos Chris y Cathy, ya entrados en la madurez. No por ser una cuarta parte pierde calidad, pues V.C Andrews sigue manteniendo el clímax hasta el final y el suspense en el lector que siempre quiere saber más y más de los Dollanganger. Si Hubiera Espinas, la anterior novela, relataba la historia de los hijos de Chris y Cathy, contada por ellos mismos, Jory y Bart. Semillas del Ayer vuelve a centrarse en ellos, ya adultos, esta vez narrada por Cathy, convertida en una ávida madre, fuerte y leal. Debería decirse, para más inri, que esta 4ª novela se centra en las desgracias en la vida de Jory, pues si algo tiene la familia Dollanganger en cantidad son desdichas, infortunios, males y traiciones. El joven Jory, convertido en un apuesto y atractivo muchacho de 30 años, saboreará estos amargos estragos, y verá tambalear su matrimonio con Melodie por un hecho que ni él esperaba ni deseaba, aunque no perderá ni un ápice de su dulzura, la misma que posee su tío/padre Christopher, ni la fortaleza propia de su madre Cathy.

La familia Dollanganger *

Quisiera poder retroceder el reloj y hacer regresar al Jory que solía tener, pues no conozco al de ahora.(Melodie)
Me parece que ella necesita pensar que yo soy diferente [...], así le será más fácil romper todos los lazos que nos unen.(Jory)

Y es que Jory pasa a convertirse, sin quererlo, en el protagonista de casi toda la novela, si bien su hermanastro Bart vuelve a sembrar el malestrar en la apacible vida de los muñecos de Dresde, en apariencia tranquila y feliz. Los dos muchachos siguen sin estar tan unidos como deberian estar, creando sufrimiento en Cathy que ve cómo su hijo menor sigue sin corresponderle como es debido; entre ellos se sigue respirando un halo de diferencias, y especialmente envidia por parte de Bart. Éste, sigue siendo rudo, afanoso y volverá a hacer daño a su familia, muy en especial a su hermano. El hijo de la venganza es ahora un hombre con intenciones oscuras, con un pasado infantil que le corroe y con un temperamento por momentos violento, sobre todo con su adolescente hermana Cindy, fiel reflejo de Catherine en belleza y astucia.  Si antes fue su difunto bisabuelo Malcolm quien influía en él, ahora es un pelele en manos de otro familiar Dollanganger lejano que viene a romper la felicidad de la familia.
¿No puedes reconocer que Joel se ha convertido en la figura del padre que Bart ha estado buscando toda su vida? (Chris)
Joel me está ayudando a encontrarme a mí mismo. Es un hombre viejo que vivió en el pecado cuando era joven y está redimiéndose a su avanzada edad realizando buenas acciones. Y yo soy un hombre joven que desea pecar, sintiendo que mi infancia ya me ha redimido. (Bart)

Una situación para nada favorecedora para Chris y Cathy, que vuelven a sufrir por su pasado, su pecado y los fantasmas que parecen no abandonar la mansión Foxworth. Los hermanos, unidos como siempre, lo estarán más si cabe por el bienestar de sus hijos. No obstante se darán cuenta cuán diferentes son sus retoños: de la fortaleza y bondad en Jory, la maldad en Bart y la rebeldía en Cindy. Tomarán decisiones precipitadas y velarán siempre por su bien, aunque Bart siempre esté ahí para ponerles las cosas muy difíciles.

Portada original

Envía lejos a Chris. Eso me indicará que me quieres. Sólo cuando rompas con él yo podré sentirme bien conmigo mismo. 
Se moriría sin mí Bart.(Bart y Cathy)

De toda esta saga podrían decirse muchas y variopintas cosas, pero lo fundamental es que engancha, mantiene al lector en vilo y con actitudes simpatizantes con los personajes. Así, de este modo, es fácil encariñarse con Jory y Chris, sin duda dos de los personajes masculinos más perfectos que haya podido verse en la literatura; cada uno un fiel reflejo del otro, u odiar sin remedio a Corinne, Malcolm o John Amos. Pero una cosa sí es cierta: nunca se desea que la historia culmine, da hasta pena acabar y no leer nada más de los muñecos de Dresde.  Habría que quitarse el sombrero frente a Andrews porque sin duda estamos ante una exitosa saga literaria sin precedentes.
Amo a la mujer en que te has convertido. De modo que no empiezes a buscar defectos cuando yo te muestro una honestidad de 18 quilates.(Chris)Yo sabía que estaba ciego cuando me miraba a mí. Chris veía lo que quería ver, y era la chica que y había sido.(Cathy)

La culminación de la historia no podía ser mejor. La autora nos brinda momentos de felicidad, traición, tristeza, desolación, desesperanza y emoción, muchos sentimientos para una novela "de supervivencia" de sus personajes, cuyas vidas se verán marcadas por cada hecho. La historia no desmerece en absoluto ya que V.C. Andrews nos vuelve a regalar un sorprendente final que por supuesto no dejará indiferente a nadie. Hace mucho tiempo unos inocentes niños fueron encerrados sin piedad por su madre en un frio y lúgubre ático. Esos niños crecieron y se hicieron fuertes frente a la adversidad. Lucharon por florecer, por ver el sol y sentir el viento, evitaron marchitarse y lograron sonsacarse unas espinas llenas de sangre. Ahora todos quedan para siempre en aquel viejo ático que les oprimió y les encerró. Leer Semillas del Ayer es adentrarse de nuevo y por última vez en la mansión maldita de Foxworth Hall. Muy recomendable.
* en la foto:
Pareja de ancianos: Cathy y Chris Foxworth Dollanganger Sheffield.
Pareja joven: Bart Jr. Winslow Foxworth y Cindy Nickols Sheffield.
Niños: Darren y Deidre Marquet, hijos mellizos de Jory y Melodie.

EN RESUMIDAS CUENTAS:
Puntuación: 10/10 (Matrícula de honor)
Bibliofiliómetro:

Filóloga Bibliófila