Título: SeraphinaAutora: Rachel HartmanLugar de publicación: MadridEditorial: NocturnaAño: 2015Páginas: 545
Personajes: Seraphina, reina Lavonda, princesa Dionne, Glisselda, príncipe LucianTemática: novela juvenil fantásticaLocalización espacio-temporal: Villa Lavanda, Edad Media
Resumen oficial:Todo el mundo sabe que cualquier dragón que se precie puede aspirar a ser un buen político, profesor o matemático; no como esos absurdos humanos, que prestan tanta atención a sus emociones que acaban olvidando cómo pensar...En un reino mágico y sombrío en el que humanos y dragones conviven con una paz inestable, Seraphina es una música joven y talentosa (pese a ser humana) que acaba de entrar en el coro de la corte. Allí, las intrigas políticas son el pan de cada día. Poco después de su llegada, una noticia atraviesa los muros de palacio: un miembro de la familia real ha sido asesinado. Inmediatamente, los cimientos de esa fachada de paz se resquebrajan.Para investigar el crimen, Seraphina se alía con el perspicaz Lucian Kiggs, capitán de la guardia real. Pero todo el mundo tiene secretos, y ella no es una excepción: lo que oculta haría que la condenaran a muerte.
Mi opinión:
No había leído ningún libro de dragones, al menos no que aparecieran como una especie de mutantes humanos draconianos o algo así. Debo admitir que no estoy acostumbrada a ver a un dragón como algo más que eso, una criatura mágica en un libro de fantasía.
Pero este libro no es un simple libro de fantasía más. Aquí se "personaliza" a estos dragones que normalmente no adquieren tanto protagonismo en las novelas de esta temática, y a los que estamos acostumbrados a ver en un segundo término.
El padre de Seraphina la lleva a un a iglesia a bautizarla y allí ella llora mucho. Desde bien pequeña estará llena de complejos y se sentirá muy sola, no sabe quién es, de donde viene. Es una muchacha de ojos castaños y algo tímida que encuentra refugio en la música, que para ella es la luz que ilumina su vida, en especial le gusta tocar la flauta. Allí mismo asesinan al príncipe Rufus durante una cacería y conocerá al embajador dragón "saarantrai" que tiene forma humana, así como a la reina Lavonda, las princesas Dionne y Gliselda y al primo de esta última y prometido, el príncipe Lucian. Todos lloran la muerte del príncipe y tienen que investigar quién lo ha matado y el porqué.
Seraphina se convertirá en ayudante del compositor de la corte, Viridius, quien es el responsable de organizar festejos musicales en palacio, y trabajará al lado de su ayudante, Guntard. En ese lugar hay paz gracias al tratado de Goredd y la dragonidad. Los dragones utilizan unos pendientes con los que se comunican a distancia (pueden ver, oír y hablar). Una peculiaridad muy original de la novela es que los dragones conocen el "ard", una filosofía que trabaja con la meditación y la arquitectura cognitiva para dividir sus mentes en espacios independientes. Seraphina tiene recuerdos maternos a pesar de que no tendría que poder dejarlo aflorar por su propia condición.
Nuestra protagonista logra aún así mantener a raya sus visiones durante 4 años, pero volverán a aflorar a la superfície de nuevo y le provocará fuertes migrañas. Guarda en el jardín de su mente a muchos seres grotescos como "el hombre pelícano", "el Murciélago de la Fruta", el Chico Ruidoso, Jannaula, doña Tiquismiquis...y todo esto crea un efecto algo extravagante en la novela, no es algo habitual encontrar cosas así en los libros a no ser que estos se basen en los sueños. Este aspecto le da un toque algo rarito a la historia, si bien es adecuado para el mundo de fantasía que quiere describir la autora.
Habrá también un grupo radical conocido como "Hijos de San Ogdo" que odia a los dragones y atacan a Basind, uno de ellos. El príncipe Lucian y Seraphina se conocerán gracias a este hecho e investigarán juntos al culpable.
La novela tiene una bonita ambientación medieval y está todo rodeado de categrales y un ambiente religioso, gótico...etc. Contiene un vocabulario antiguo (séquito, alazóna, transepto, jofaina, órdenes de caballería, turba...) que nos transporta a esa mágica época. Cada capítulo va precedido de una inicial ilustrada como sucedía en los antiguos manuscritos conocidos en la época.
También veremos los miedos que tiene Seraphina, en especial a las alturas, ya que de pequeña su cuidador Zayn trató de enseñarle la ley de la gravedad sacándola por el campanario y provocándole así un gran trauma. Ella entiende el lenguaje de los dragones, el mootya, y descubrirá algo de su pasado que la dejará muy sorprendida, un secreto que guarda su padre. Hay un ambiente muy bélico, ya que hay guerras fronterizas en Garedd, Ninys, Samsam, y ahí es donde tendrá que aprender a crecer Seraphina.
Una novela que se me ha hecho algo larga y dificultosa, sobretodo la primera mitad de la misma, si bien una vez empiezas a meterte en ese extraño mundo disfrutas un poco más de la lectura. Está algo recargada de vocabulario "draconiano" pero poco a poco vas entendiendo por el contexto a lo que se refiere. Si te gusta la fantasía disfrutarás su lectura. Si no has leído ningún libro de esta temática, no te recomiendo que empieces por ella porque es algo dificultosa para empezar a adentrarte en el tema.
Puntuación: 3,5 / 5