Género: serie de acción (thriller político)
De qué va: David Budd, un exsoldado que no reconoce tener síndrome de estrés post-traumático, tras detener un atentado islamista en un tren, es reasignado como guardaespaldas de la Ministra de Interior. Aunque las ideas de ella son contrarias a las suyas, Budd hace su trabajo con eficacia y poco a poco comienzan a acercarse emocionalmente. Pero hay una conspiración en marcha que quiere quitarla de en medio, y él es el perfecto cabeza de turco.
A mí me ha parecido: buena (4/5).
Por qué: Esta serie, relativamente corta, la vimos en las clases de inglés a lo largo de varios meses, aunque es de esos contenidos que sientes la necesidad de ver del tirón porque es un no parar y engancha una barbaridad. Mezcla conspiraciones políticas, una trama de terrorismo, una trama de romance prohibido y las miserias de un héroe atormentado por su pasado. Lo mejor es que no puedes saber por dónde va a salir la historia, porque hay tantos intereses cruzados y tantos grupos que buscan su propio beneficio que siempre ocurre alguna cosa inesperada. Y, lo mejor, todos los personajes que tienen poder y manejan en cotarro son mujeres con mucha fuerza.
La trama es pura acción, con poco desarrollo de algunos secundarios e incluso de algunas subtramas, aunque el protagonista está muy bien definido psicológicamente. Cada capítulo que pasa engancha más, porque hay una tensión creciente que no alcanzas a imaginar en el primer capítulo y un final inesperado pero coherente. Vamos, que la recomiendo.