Autor: Holly Goldberg Sloan
Editorial: SM
Páginas: 448
{goodreads}
Sinopsis:
A Emily no le gusta cantar. Desafina. Y además,con tanta gente mirándola.... ¿Por qué se habrá empeñado su padre en que haga algo así?
Y luego está ese chico, sentado al final de la fila.
Tan guapo. Tan distinto. Oculta algo.
Y la mira, todo el tiempo. Solo a ella.
Y ella se ha puesto a cantar. Solo para él.
Vi este libro hace muchos años en una librería, y por aquella época yo sólo leía cursilerías que destilaban tristeza por donde las mirases, y este nombre compromisorio y aquella sinopsis tan simple y tan potente, me tenían loca. Sho pensaba: esta cosa será puro sufrimiento del bueno (pero en realidad eso no existe). So, encontré en un grupo a alguien que lo estaba vendiendo usado, harto más baratito que en la librería y después de batallar un poco para conseguirlo, quedó guardado en el librero.
Cuando Sam tenía siete y Riddle un año, su padre los subió a una camioneta y se los llevó a viajar por el país. ¿El problema? la madre nunca se enteró, su padre es un ladrón que escucha voces, Riddle está enfermo, ninguno de los niños en su vida ha pisado una escuela y el asunto se está volviendo agotador. Es curioso, de todas formas, como esto recién comienza a afectarles ahora, diez años después, sobre todo a Sam que ha descubierto que existen razones para quedarse.
Haciéndole honores a la sinopsis, un día Sam va a la iglesia más cercana a escuchar los cantos, pues su pasión es la música. Y ahí está Emily cantando, cantando terrible, nerviosa, y muy apenada por la situación. Pero Sam la está mirando, y ella a él y no hay nada más.
Porque esta vez sabía que tenían opciones. Sabían que podían huir, salir corriendo, negarse a acompañarle. Pero ellos sentían que, en realidad, esas opciones no existían. Porque si le cogías apego a algo, te lo quitaban; si le dabas cara, te la partía,; y si alzabas la voz, te silenciaban.Luego de adquirirlo empecé a arrepentirme porque descubrí que tiene segunda parte, y las segundas partes de los libros románticos nunca son buena una buena señal, pues la mayoría de las veces indican que el final del primero es una autentica mierda, con dolor, sufrimiento, y demáses. Entonces lo escondí porque tenía miedo de que fuera una especie de Eleanor & Park o yo qué sé. Resulta que al final me convenció más rápido de lo que creía y me dije: ya, lo compraste, asúmelo, responsabilizate.
Y lo leí.Fue increíble.
A ver, yo de verdad me sugestioné mucho con eso de que sería una lectura tortuosa e interminable, con una relación imposible y te amos a la deriva y sexo tierno pero temprano, y más dolor, tal vez algo de sangre, anyway. Pero no o sea, fue eso y mucho más. Lo que menos se desarrolla es la relación amorosa y sinceramente me agrado muchísimo. Sí, tal vez no fue un buen punto, pero no me molestó y aligeró un montón la lectura. El desarrollo de los personajes, es otra cosa. Si bien Emily, una chica bastante común, con dilemas nada existenciales, con un aire de misterio pero sin nada que la hiciera paranormal, solo algo especial, estuvo muy mal puesta; fue solo en comparación a Sam y Riddle, quienes se robaron todo el protagonismo con su historia. Y más allá de que, con un narrador omnisciente, se nos contara como vivían estos dos chicos, lo que de alguna manera logró impactarme fue como ellos lidiaban con eso, creyendo que no había otra alternativa, creyendo que era lo más normal del mundo, hasta que se ven enfrentados con la real realidad, valga la redundancia, nuestra realidad que no es bonita, pero es mucho más complicada que la que ellos tenían, mucho más interesante, espectacular y tranquila y real, todo en uno.
Esto es lo que Sam estaba haciendo por ella, pensó; le estaba ofreciendo una nueva perspectiva de su propio mundo.Repito, esta no es la historia de amor imposible, es la historia de un inicio y un final, es la historia de un ciclo, la historia de un montón de hechos que se relacionan entre sí, un montón de nombres que consiguen una conclusión, la que merecen. La historia de dos personajes de un terrible libro, que saltan a la realidad. Son niños grandes volviendo a ser niños y me encantó. La tremenda reflexión del libro, la forma en que está narrada y tratada, me volaron por completo y quedó en lo mejorcito del año y de la vida.
Sobre la segunda parte: no la he leído y no está en español. Pero no me interesa lo más mínimo, porque no creo que fuera una decisión correcta darle más cuerda a esta historia, el final es cerrado y bello.Azul