352 páginas || Papel y ebook
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Samuel está sangrando en la parte trasera de un coche patrulla. Los dos policías han hablado entre sí y el adolescente conoce su destino: el matadero.
Nunca debió haber dejado atrás Valdeaceras, un barrio marginal del extrarradio de Madrid sacudido por las drogas en los años 90, pero durante los primeros días del siglo XXI pasó a vivir en Villarrosa, un pueblo de clase alta en la sierra madrileña. El entusiasmo y la ilusión por prosperar de su familia contrastaron con el hastío de Samuel, que se vio sumergido en una serie de problemas gracias a la superficialidad y clasismo de sus nuevos vecinos.
Ahora tiene a dos carrozas uniformados moliéndole a patadas y a porrazos, le han partido una mano, han fingido encontrar droga en su mochila, y lo único que desea es quedarse inconsciente...
'Sin más respuesta que el silencio' me llegó a través de su autor, y he participado en una lectura conjunta en la que él ha estado comentando con nosotros, explicándonos cosas del libro, de los lugares y las personas que aparecen, e incluso mandándonos fotos para que pudiéramos hacernos una mejor idea de todo. Y es que este libro tiene mucho de autobiográfico, y eso es algo que me parece muy valiente por parte de Christian. Él ha querido contar parte de su historia, de su vida, de su pasado, y que haya estado ahí para complementarlo todo con más información, ha sido toda una suerte y ha provocado que disfrutara aún más de la lectura. Pero lógicamente, esto no le va a ocurrir a todo el que compre el libro, y quizá sin su aportación, la historia en sí se quede un poco corta. Por suerte, ya está pensando en su precuela, en contarnos la vida de Samuel antes de llegar a Villarosa, y yo estoy deseando leerlo.
Estamos ante un libro sincero y duro, un libro en el que vemos una realidad que aunque no pasa en todos los centros de estudios privados, si ocurre en algunos, o al menos con algunas personas. Para mí ha sido fácil comprender esa visión de Samuel de que estaba mucho mejor en su antiguo barrio, pese a los problemas que pudiera ver, porque yo toda la vida he estudiado en un colegio público, y en el instituto, y en la universidad, y tengo claro que si tuviera hijos, irían a lo público también. No porque crea que todos los centros privados son como el que se nos cuenta aquí, sino porque creo que no es necesario pagar para tener una buena educación. Yo la tuve, y obviamente no todo era de color de rosa ni toda la gente estaba allí para estudiar, pero considero que mi experiencia fue realmente buena. Y cómo digo, sé que no todos los centros privados son como el de este libro, pero igual que mucha gente dice que en lo público solo hay delincuentes, otra mucha es consciente de que en muchos centros no públicos, hay elitismo y discriminación. Así que para mí, este libro es sincero y real, sin caer en la generalización, y que nadie sienta que Christian habla de todos los centros porque no es así.
Obviamente, también vemos otras relaciones en el libro, otros amigos que hace Samuel, mayores que él pero que son pieza fundamental en la historia y en su modo de hacerse con su nueva realidad, y sus enemigos, aquellos que no soporta en el instituto y que nosotros tampoco soportamos. Es un libro donde se muestra también la cara más dura de la adolescencia, el acoso que sufren algunos menores (y no solo por parte de sus compañeros, sino también por parte de algunos profesores, que ni siquiera deberían llamarse así) e incluso el maltrato que ya de adolescentes padecen algunas chicas que se niegan a verlo realmente. Y todo eso, de nuevo, vuelve a ser algo muy real y que sucede a día de hoy, igual que sucedía en el pasado, cuando éramos adolescentes. Y que Christian haga una crítica y utilice la voz de Samuel para denunciarlo, me ha parecido perfecto y un gran acierto.
La manera de escribir del autor me ha gustado mucho. Es sencilla, con un vocabulario acorde a la edad de los personajes y a la época. El libro está escrito en tercera persona, pero en todo momento sabemos qué siente y piensa Samuel, porque es el protagonista absoluto de la historia y todo se centra en él. Y el autor ha sabido mostrarnos muy bien esos sentimientos para que podamos comprender cómo la indignación y la rabia van haciendo mella en él, hasta que al final ya no puede más y estalla. Y todo se tuerce aún más para él, haciendo que su nueva vida se convierta en un infierno del que parece no poder salir, pero con apoyo, todo se consigue, y en eso es esencial también Reme, la jefa de estudios del instituto. Personaje que también me ha gustado mucho, por su integridad y por ser parte de luz en la vida de Samuel.
Gracias al autor por el ejemplar.