Atrapada en la guerra que se ha desatado entre el autoritario Gobierno de la nación y los grupos que tratan de recuperar la libertad, Kyla parece encontrarse, cada vez más, en un callejón sin salida.
Sin embargo, la joven se ha propuesto descubrir la verdad sobre sí misma y averiguar dónde está Ben —desaparecido desde que cortó el cordón umbilical que le unía al sistema—, y lo hará aunque tenga que enfrentarse a los dolorosos recuerdos de su pasado y arriesgar su propia vida.
Después de leer Sin memoria me quedé con muchísimas ganas de continuar con esta historia que me parece original y adictiva, pues se quedaron tantas cosas en el aire que desde que tuve oportunidad me lancé a devorarlo.
La protagonista de este libro sigue siendo Kyla, una chica que me gusta pero a veces no termino de entender, a veces me dan ganas de gritarle que se esté quieta porque solo lo empeora todo, pero bueno supongo que esa es parte de la gracia del libro, que las cosas se enreden más de lo que en un principio parece, aunque lo cierto es que algunas cosas ni Kyla ni nadie puede imaginarlas...
¿En quién puedes confiar si vives en un mundo lleno de mentiras y peligros?
Si el anterior estaba repleto de misterios, mentiras, medias verdades y mucha acción, este libro lo supera haciendo que el ritmo solo crezca, sus casi 450 páginas pasen volando y es que con un ritmo que solo va en aumento, en mundo donde no sabes en quien confiar y las cosas que vamos descubriendo, Sin salida se convierte en un libro para disfrutar de principio a fin.
Si algo me agrada de este libro, es que la autora sabe sacarle provecho a todo este mundo de reiniciados, a veces leo libros donde todo se me queda corto, pero en este caso no me puedo quejar, pues exprime hasta la ultima gota para darnos todo el jugo pero sin parecer recargada y todavía queda otro libro, un desenlace que creo que no tendrá desperdicio.
El final es sorprendente, no me lo esperaba así para nada, pero también es cierto que no quiero dar nada por sentado hasta que no termine el tercero pues las apariencias engañan ¡y creo que no hace falta decir estoy deseando leer el tercero!
Sin salida es una muy buena continuación de una distopia adictiva, la autora ha sabido sacar provecho a la historia y sabe como hacer para que no podamos despegarnos de sus páginas. Estoy deseando leer su desenlace pero a la vez no quiero terminarlo.
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