Recién llegado a una zona silvestre y aislada de Texas, Peter Stone sale a explorar los alrededores de su nueva casa, buscando la paz y el silencio que no encuentra entre su ruidosa y expansiva familia. Quizás sea un entorno demasiado inhóspito para que un niño lo recorra en soledad, pero Peter, en ese valle soñoliento donde la magia respira y palpita, se siente a sus anchas. Sobre todo cuando conoce a la artística Annie Blythe, una niña muy especial que se ha refugiado en la belleza del valle de su dura realidad, una grave enfermedad que podría arrebatarle todos sus sueños. Arrullados por murmullo del arroyo y el siseo de la serpiente, Peter y Annie, a punto de dejar la infancia atrás, van a descubrir el verdadero alcance de la magia que los une. Porque algunos lugares poseen el poder de conceder deseos. si superamos las pruebas que nos exigen.
OPINIÓN
"Bonito" y "entrañable" describen perfectamente este libro. ¡Es una chulada! De esos que buscan despertar el corazón del lector y mantenerlo en su poder durante toda la lectura, aprisionándolo y haciendo que, por lo menos durante la lectura, se reblandezca. Sin duda, es de esos libros que buscan concientizar a los lectores y dejarles algo bueno para sus vidas, algo que este libro logra completamente. Presenta la historia de un niño y una niña que, en sus propias familias, son incomprendidos, hasta tal punto de tener pensamientos suicidas. No es hasta que se encuentra el uno al otro, cuando descubren que más allá de su soledad, hay alguien buscando también. La historia está narrada por Peter, quien vive en una familia donde constantemente es atosigado, con padres que perjudican más de lo que ayudan y un sentimiento de rechazo muy latente y profundo, no solo fue fácil identificarme con el protagonista por el hecho de ser hombre, sino porque en una escala menor, pasé por una situación similar, y no hay nada como la experiencia para comprender a un personaje. Por otro lado, Annie tiene una enfermedad, por lo que tiene que decidir qué es lo mejor para ella, lo malo, es que su madre no la escuchas, a fin de cuentas, solo es una niña. Me agradó que no es descrita como una niña blanca o rubia, que no es la más hermosa del mundo ni todo aquello que solemos encontrar en libros juveniles, sin embargo, la autora tiene una manera excelente de marcar su belleza, no siendo la mejor, simplemente siendo única. Es solo un detalle, pero un detalle que me agradó en la historia. La historia es sencilla y complicada al mismo tiempo. Por un lado, es sencilla ya que los protagonistas son un niño y una niña que luchan contra las dificultades que la vida les ha ido poniendo, mientras que es complicada ya que no se enfrentan a cualquier cosa, son cargas pesadas que han ido soportando durante la mayor parte de su vida. Aquí, la autora retrata la lucha de muchos jóvenes y no tan jóvenes en el mundo, demostrando, con un toque mágico muy especial, que no estamos solos, que siempre habrá por lo menos una persona que entenderá nuestras luchas y será parte de la guerra que enfrentemos, para así, juntos, salir victoriosos. Ese toque mágico es cautivador, tan cautivador como solo la naturaleza lo puede ser.
Lo que sí, es que por la trama que tiene, no es una historia de acción, como seguro ya dedujeron. No tiene ajetreo ni te pone los nervios a flor de piel, así que solo consideren qué tipo de lectura buscan y cuando busquen una como esta (ya mencioné todo lo que necesitan), adelante. Mientras, sigan pensando.
No ha sido lo que esperaba, pero no me arrepiento de haberlo leído, en lo absoluto.
3.5/5