Alfaguara || Febrero 2015
416 Páginas || Papel
Comprar libro
Noah y su hermana gemela Jude son inseparables. El solitario Noah dibuja sin parar, y se ha enamorado en secreto de su enigmático vecino. La atrevida Jude salta desde altísimos acantilados, lleva pintalabios rojo y habla por los codos.
Pero, con 16 años, los hermanos ya no se hablan. Algo les ha ocurrido. Algo ha pasado entre ellos que los ha removido de forma diferentes... Hasta que Jude conoce a alguien, un atractivo y frágil chico, y a una nueva fuerza en su vida todavía más impredecible y ligada a su pasado de forma inevitable.
Los primeros años de esta historia los cuenta Noah; los últimos, Jude. Lo que ninguno comprende es que solo conocen la mitad de la historia y que, si pudieran compartirla, tendrían una oportunidad real de regalarse el mundo de nuevo.
Muchas son las ocasiones en que comienzas un libro sin esperar demasiado, o quizá sabiendo que va a gustarte, pero no que va a marcarte de la forma en la que al final lo hace. No es díficil conocer el estilo de historia que te gusta, que sabes que te enganchará, pero eso no significa que esa historia llegue a atraparte. Pero que mágico es todo cuando eso ocurre, cuando un libro te atrapa entre sus páginas, entre la historia que cuenta, cuando casi te sientes formando parte de ella, y ésta te marca, por lo que cuenta, por cómo se cuenta, y por lo que hay en sus líneas. ¿Verdad? Y es que eso es lo que me ha ocurrido con 'Te daría el mundo'. Lo empecé convencida de que me gustaría, por las críticas que había leido, pero no esperaba que lo fuera a hacer tanto, y que sus personajes, porque para mi lo mejor de esta historia son ellos, me iban a llegar de la forma en la que me han llegado.
Es inútil resumir lo que sucede en el libro, porque la sinopsis ya lo hace, quizá diria que demasiado. Pero es que no es necesario que sepais más para leerlo, porque eso podría fastidiaros la magia de meteros de lleno en la historia. Noah y Jude son dos hermanos gemelos con una relación especial y única. Ese tipo de relación que todos querríamos tener con nuestros hermanos, por muy bien que nos llevemos. Yo lo hago con los mios, pero no siento la conexión que los hermanos de esta historia sienten, quizá porque no somos gemelos, como ellos. O no lo sé, pero lo cierto es que les envidio. Pero como la sinopsis nos dice, algo sucede en cierto momento de sus vidas que los vuelve dos desconocidos, dos personas separadas, sin conexión alguna, y casi sin relación. Lo que les sucede les marca de tal manera, que hace imposible que sientan lo mismo por el otro. Y se entiende, o yo al menos lo he entendido. Al menos en cierta parte.
Cuando dos gemelos se separan, sus espíritus vuelan en busca del otro.Este libro, por tanto, es la historia de esta pareja, durante 3 años de su vida. Un libro dividido en capítulos, de diferente extensión, y contados desde dos puntos de vista, el de Noah, y el de Jude. Con él conocemos el pasado, lo que les ocurría de los 13 a los 14 años. Como era su relación, y como fue cambiando desde el momento en el que Brian entra en sus vidas. Con Jude descubrimos como están ambos a los 16, después de su separación, de que se convirtieran en extraños e intercambiaran sus papeles. Y que ocurrió para que todo llegara a ese punto. Con ella conocemos a Oscar y Guillermo, dos personajes clave en la historia y que a mi me han conquistado por completo, sobre todo el primero.
Conocer a tu alma gemela se parece a entrar en una casa que conoces bien; reconocerás los muebles, los cuadros de la pared, los libros de los estantes, el contenido de los cajones. Podrías encontrar el camino a ciegas, de ser necesario.Pero sin duda los personajes más especiales de esta historia son los propios protagonistas. Noah es de esas personas que viven en su propio mundo, ajenos a todo y a todos. Ese tipo de personas que son felices haciendo lo que quieren hacer en todo momento, sin pensar en lo que los demás opinan. Es un personaje único, con un corazón inmenso, y que se respeta y acepta tal y como es, en todos los aspectos. Jude es de esas personas que es popular sin pretenderlo. Le gustan los riesgos, y los chicos, tiene un millón de amigos, y sin embargo, lo más especial de su vida es su hermano. Lo que hace que demuestre en todo momento los grande sentimientos que abarcan en su corazón. En el libro vemos la evolución de ambos, como cambian y por qué, y cuando quizá deberíamos cambiar nuestra perspectiva, y nuestro modo de verlos, pasa justo lo contrario. O al menos en mi caso, son dos personajes que aún me han convencido y gustado más. Porque evolucionan, se equivocan y cambian. Y eso es real.
Me toma las manos, las retiene entre las suyas. Nuestros ojos se encuentran y se quedan ahí, y el mundo empieza a esfumarse, al igual que el tiempo, los años se enrollan como alfombras, hasta que todo lo sucedido acontece a la inversa y, por un instante, somos los que éramos, más unidad que pareja.'Te daría el mundo' es el primer libro que leo de Jandy Nelson y estoy segura de que no será el último. Porque su manera de narrar, de describir, de sentir, es especial. Hace que entiendas todo en todo momento, hace que sientas como sienten los protagonistas, y crea una narración amena y clara, sin palabras rebuscadas, sin hacer que nada te impida continuar con la siguiente página. Es un libro con una narración juvenil y ligera, que hace de la lectura algo sencillo y rápido. Y fácil, sobre todo fácil. Pero que eso no os lleve a engaños, porque no se deja nada a medias, y los sentimientos que se transmiten son profundos, y se te clavan hondo. Muy hondo. En resumen, 'Te daría el mundo' es un libro escrito con el corazón y para el corazón. Un libro en el que perdernos y enamorarnos, en el que crecer y madurar. Un libro que disfrutar con cada una de sus páginas, y con una historia maravillosa que nos enseñará a no perder el tiempo, a no discutir con nuestros hermanos, a no perder nunca esas relaciones especiales que nos hacen únicos. Porque quien sabe si en algún momento podremos llegar a recuperarlas. Leerlo, no os vais a arrepentir.
Gracias a, la editorial, por el ejemplar.