322 páginas || Papel y ebook
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La madre de Álvaro y Serena acaba de fallecer, dejándoles huérfanos, recibiendo en herencia el que había sido su hogar familiar, una granja en Ródenas, Teruel. Pero solo podrán heredarla con una condición: convivir en ella durante al menos seis meses.
Los dos hermanos tienen su vida construida en Barcelona. Aun así, deciden emprender esta nueva aventura por motivos bien distintos y encarando la situación de modo muy diferente. Serena, como una oportunidad; Álvaro, como una obligación.
Esta aventura les llevará a conocer a personas encantadoras como Lucía, Diego o la pequeña Andrea, y les pondrá en situación de conocerse mejor a sí mismos, y decidir por qué están dispuestos a luchar.
¿Se convertirá el pequeño pueblo de Ródenas en algo más que una aventura para ellos?
'¡Tenemos una granja!' es de esos libros que quizá, sino hubiera encontrado en una lectura conjunta, no me habría animado a leer. Porque no es muy de mi estilo y aunque cuando los leo suelen gustarme, no son mis primeras opciones cuando tengo que decidir mi próxima lectura. La cuestión es que me apunté, y me alegro de haberlo hecho porque ha sido una historia que me ha gustado mucho, y en la que he podido sentirme un poco identificada en lo que a la pérdida de una madre se refiere. Es cierto que esa es mi única similitud con los hermanos, pero ha sido suficiente para entender lo mal que se sienten y lo perdidos que se encuentran en algunos momentos, porque no es fácil superar algo así (aunque en mi caso yo sigo teniendo a mi padre y ellos no).
Siempre he creído que en los pueblos pequeños existe como una magia que los envuelve y que hace que todo lo que ocurre en ellos se sienta de una manera distinta, como más intensa. Yo me he pasado muchos veranos de mi vida en uno, y siempre creía que lo que allí vivía se intensificaba quizá porque sabía que iba a ser poco tiempo el que iba a pasar y por eso tenía que aprovecharlo. Es un poco lo que le sucede a Álvaro, que sabe que su estancia tiene fecha de caducidad y por ello quiere aprovechar cada minuto, pero tengo que reconocer que en cierto momento me ha parecido, realmente, un cobarde, y he sentido mucha rabia por lo que hace. Pero como he dicho más arriba si las cosas no sucedieran como suceden, no tendríamos historia, y al final, todo tiene su por qué, y su solución, y me ha encantado.
Creo que es obvio que estamos ante un libro que va a tener un final feliz, porque así es siempre en este género, y aunque nos gusten los finales complicados y las historias que no acaban bien para todos, de vez en cuando apetece leer algo que sabes que si lo va a tener, ¿verdad? Y a mi el que nos encontramos aquí me ha parecido perfecto. Aunque es verdad que quizá algunas cosas quedan sin cerrar, o algunos personajes se quedan por ahí sueltos, pero no es realmente importante para la trama en sí, o para la historia que realmente nos importa. La pluma de Ester me ha gustado mucho porque es sencilla, ligera y fresca. Usa un vocabulario normal, tirando a juvenil o coloquial, como queráis llamarlo, y a mí, ese tipo de narración, siempre consigue que me enganche más a la historia y me sea más fácil de leer, y lo agradezco mucho, sobre todo en este tipo de libros.
Porque a veces tu futuro está donde menos te lo esperas. Simplemente aparece, y te sacude fuerte, de un modo que no puedes evitar, aunque lo intentes.
Gracias a la autora por el ejemplar para la LC.