Editorial: Alianza Editorial. Idioma: inglés. Traductor: M. Ortega y Gasset (revisado por Carmen Criado). Sinopsis: relanzada a la popularidad por su presencia y su papel en la exitosa serie Cincuenta sombras de Grey, Tess la de los d´Urberville retrata la vida rural del sur de Inglaterra a través de la figura de la protagonista, descendiente de una familia aristocrática empobrecida. Forzada por un aristócrata y condenada por una sociedad de moral estricta, Tess se rebela contra el destino que se le impone guiada por su innata independencia, su incapacidad de comprender el doble rasero con el que se juzga la conducta de los sexos y, sobre todo, por sus deseos de alcanzar la felicidad.
Su lectura me ha parecido: realmente imprescindible. Queridos lectores y lectoras, de nuevo me hayo ante uno de esos libros que no podrían definirse con una sola palabra, con una novela que descubrí por casualidad, ¿o tal vez ella me encontrase a mi?, una historia apasionante que derrocha sentimiento y originalidad en cada línea, en cada párrafo, en cada palabra, en cada capítulo que el lector deja atrás. Una admirable obra de arte condensada en 526 páginas, las cuales nos trasporta a un lugar imaginario, pero tan real como la vida misma, o mejor dicho, como la vida de aquella época de finales del siglo XIX, imbuida plenamente en la ideología burguesa, la cual, controlaba gran parte de los aspectos de la sociedad de entonces, llegando incluso, a inmiscuirse en asuntos más privados, como puede el desigual juicio de moral con la que se juzga la conducta de ambos sexos. Señoras y señores, se que seguramente no habréis oído hablar de él, lo cual es normal, pues en España los libros de este autor son muy difíciles de encontrar, sin embargo, os invito a descubrir su obra más famosa y de la cual se pueden sacar infinitas reflexiones. Sin más dilación os presento a Tess la de los d´Urberville: una de mis novelas más queridas.
La historia de cómo Tess la de los d´Urberville llegó a mis manos nunca dejará de sorprenderme. Contra todo pronóstico, la primera vez que leí algo referente a este clásico excepcional de la literatura inglesa fue a través de la lectura de una de las peores novelas que recuerdo. Hablo, como no, de Cincuenta Sombras de Grey, de hecho, si a vosotros, lectores y lectoras, os sonaba ya este título, o es porque cursáis filología inglesa, o porque sois unos grandes lectores o porque, como fue mi caso, lo visteis nombrado en Cincuenta Sombras de Grey. Fue a partir de la lectura de esta infravalorada novela erótica cuando me picó la curiosidad por leer Tess la de los d´Urberville, sobretodo para comprobar si ese paralelismo que la E.L James establecía con respecto a sus protagonistas se cumplía. Pasados unos días y tras haber finalizado la lectura de Cincuenta Sombras de Grey, mis curiosos ojos vagaban por las estanterías de las librerías de mi cuidad, buscando a ese autor, a esa historia, a ese libro que me aportase respuestas, confiando que no me decepcionase. Y al fin llegó el día, el momento en el que sin a apenas darme cuenta, lo vi expuesto ante mis ojos. Presentaba una portada que aunque humilde, estaba cargada de un simbolismo abrumador, tan abrumador que pronto me sentí atraída por tal atractivo. Mi pareja, que en aquella ocasión me acompañaba en mi incansable búsqueda, se ofreció a comprármelo, y yo accedí sin rechistar. Recuerdo su cara de extrañeza al leer el título del libro, y cómo a continuación me dijo que no le sonaba de nada, pero a mi me daba igual, tenía una corazonada, y quería participar inmediatamente de ella. El resultado: unas intensas lecturas a la luz de la lamparita, la confirmación de que E.L James había usado la trama del libro a su antojo, el surgimiento de muchas inquietudes y una inminente exposición sobre este libro para una asignatura de Hombres y Mujeres en la Historia. En resumidas cuentas, una lectura totalmente acertada.
He de deciros, antes de adentrándonos en este apartado, que me he leído Tess la de los d´Urberville dos veces, y no es porque sea una fanática de esta novela, sino porque, como ya os he comentado antes, la primera vez fue nada más acabar con Cincuenta Sombras de Grey y fue en una actitud más relajada, y la segunda vez ha sido recientemente, pues he usado esta novela para un trabajo de la facultad, y como os habréis podido imaginar, la lectura ha sido más pausada y fijándome siempre en los detalles, lo cual me ha permitido encontrar detalles que antes no apreciaba y que por supuesto comentaré resumidamente en la reseña. Centrándonos en el tema que nos toca, Tess la de los d´Urberville, como buena novela de finales del siglos XIX, es una novela que se encuentra a caballo entre el realismo y el simbolismo, lo cual puede ser algo farragosa para un lector que no esté acostumbrado a leer libros de esta época. Sin embargo, la agilidad de la trama y la fuerza dramática de sus personajes hace que la lectura sea más interesante y dinámica. Otro aspecto que juega a su favor es el punto crítico que el autor imprime en cada página, lo cual es un autentico privilegio para el lector que busque algo más que distracción. Pero sin duda, lo mejor de esta novela se puede resumir en dos aspectos fundamentales: el primero de ellos es la excelente ambientación rural inglesa de finales de siglo XIX, lo cual nos permite no solo conocer como era el mundo agrario en aquellos años, además de adentrarnos en el misticismo y el lado mágico que siempre tienen los campos, las estaciones, los cultivos...Y en segundo lugar, ese triangulo amoroso inolvidable compuesto por tres nombres: Alec, Tess y Angel. Tres personajes tan diferentes que forman el tándem perfecto para una novela perfecta.
Por último, en este espacio reservado a la reflexión, me gustaría dedicarlo en esta ocasión, y como no podía ser de otra forma, al tema de la mujer. A raíz de realizar una segunda y necesaria lectura me he dado cuenta de que Tess la de los d´Urberville encierra una gran reflexión acerca del papel y de la visión de la mujer. Para que entendáis esta percepción os diré que en este libro se abordan temas como el Matriarcado, el de la importancia de la pureza femenina, el del hombre activo, el de la violación, el de la mujer fértil, el de la seducción asociado a la mujer, el de la visión de la mujer moral e inmoral, el del adulterio, el de la mujer igual a "sexo débil", el de la condena social o el del repudio y la vergüenza entre otros. Sin embargo, y a raíz de haberme empapado, recientemente, de la trama de esta novela hasta la saciedad, es imposible no acabar reflexionando acerca del tema que nos ocupa, como también es inevitable que me pregunte si todavía se sigue condenando y criticando el comportamiento de las mujeres. Desde tiempos inmemoriales, la mujer siempre ha estado subordinada bajo el poder y la influencia de los hombres, llegándola incluso, como ocurría en las sociedades Antiguas, a considerarse una eterna menor de edad. Es obvio que desde la Grecia y la Roma Antigua hemos avanzado muchísimo en cuanto a derechos de la mujer, introduciéndonos poco a poco en esos ámbitos reservados tradicionalmente a los hombres como la educación, el trabajo o la política. Sin embargo, pienso que a las mujeres todavía nos falta un largo camino por recorrer hasta llegar a la igualdad plena. También opino que la mujer aún sigue muy condicionada por la sociedad en cuanto al comportamiento, sobretodo si este es de índole sexual. Un hombre, si es un ligón, es un don juan y en muchos círculos y ámbitos se ve con buenos ojos. En cambio, si una mujer es promiscua, los adjetivos que se le atribuyen en ese caso son totalmente peyorativos. Tess la de los d´Urbervilles, además de regalar al lector una esplendida y trágica historia de amor, nos muestra ese problema que llevamos arrastrando desde tiempos inmemoriales y que hoy en día también podemos encontrar en nuestro día a día, incluso entre los temas de conversación más comunes y típicos. Tess la de los d´Urberville: una historia de amor, injusticia, condena social, arrepentimiento, vergüenza, repudio, independencia, lucha, tristeza, tragedia... Una novela que debería promocionarse más, y no por el echo de que E.L James se le ocurriese usarla para su best seller de incomprensible éxito, sino porque la historia lo merece, merece la pena, merece ser leída.
Frases o párrafos favoritos:
No era ya la moza de la vaquería, sino una esencia visionaria de mujer, el sexo todo condensado en una forma representativa. Llamábale él Artemisa, Demetria y demás nombres por el estilo por embromarla, pero a ella no le gustaban esos nombres por no saber lo que significaban.
- Llámeme usted Tess - decía la joven mirándole de reojo, y él la complacía.
Película/Canción: han sido innumerables las adaptaciones que ha tenido esta novela a los distintos medios audiovisuales y teatrales. Un total de seis adaptaciones teatrales, entre las que destacamos la primera que se hizo en 1924, estando Thomas Hardy todavía vivo, una adaptación musical que se estrenó en el año 2007 y la del año 2012 protagonizada por Robert Pattinson (Crepúsculo) en el papel de Alec d´Urberville. En cuanto adaptaciones cinematográficas existen cinco, todas ellas adaptadas de forma diferente, y entre las que destaca, por encima de todas la de 1979, dirigida por Roman Polanski y protagonizada por Natassja Kinski (Juntos pero no Revueltos) y Peter Firth (Equus). En lo que respecta a la televisión, Tess la de los d´Urbervilles ha sido adaptada en cuatro ocasiones, todas ellas producidas por la cadena inglesa BBC. Entre ellas, podemos destacar la realizada en 1956 protagonizada por Michael Aldrige (Las Crónicas de Narnia), la de 1960 protagonizada por Geraldine McEwan (Robin Hood el príncipe de los Ladrones) y la más reciente, la de 2008, protagonizada por unos jovencísimos Emma Artenton (Furia de Titanes) y Eddie Redmayne (Los Miserables). A falta de encontrar trailers en castellano, he optado por adjuntar a la reseña un video-montaje de la última adaptación televisiva.
¡Un saludo y a seguir descubriendo tesoros!