SINOPSISBianca no se considera la más guapa del instituto, pero sí demasiado lista para dejarse engañar por el atractivo y mujeriego Wesley Rush. Por eso, cuando Wesley la llama Duff –apodo que utiliza para referirse a la chica menos agraciada de un grupo de amigas–, lo último que ella espera es acabar besándose con él. Pero ha pasado y, aunque lo odia con todas sus fuerzas, el beso le gusta. Y sin apenas saber cómo, empiezan una relación secreta de amigos (o enemigos) con derecho a roce. Poco a poco, Bianca descubrirá que tienen algo en común: ambos esconden un problema familiar. Resulta, además, que él la comprende y la escucha. De pronto se da cuenta, con horror, de que tal vez haya algo más que sexo entre ellos.OPINIÓNComprobado: Plataforma Neo tiene un don para enamorarme con cada novela que publica. Me ha quedado más que claro con mis dos últimas lecturas de la editorial, ésta y Amy y Roger, cuya reseña tendréis dentro de poco en el blog. No obstante, llevo tras esta novela mucho tiempo, incluso antes de tener noticias de su traducción al español. Me llamaba bastante la atención su sinopsis, pero lo que de verdad provocó que me atrajese tanto fue la sarta de buenas críticas que ha recibido, las cuales hacían eco del realismo y de la falta de pelos en la lengua de la autora a la hora de narrar y, ahora que lo he leído, puedo decir que no les falta ni una pizca de razón. The Duff cuenta la historia de Bianca, apodada por Wesley Rush duff, o lo que es lo mismo, la chica fea y gorda de un grupo de amigas. Ese mote hace que el polo de él acabe empapado de refresco de cereza y que la cabeza de Bianca de más vueltas que una peonza. Además, la protagonista está sumida en una complicada situación familiar. En busca de una distracción, Bianca encuentra al candidato perfecto en el causante de su mayor quebradero de cabeza: Wesley, su nuevo amigo con derecho a roce y la última persona con la que se hubiera imaginado teniendo sexo. Su sorpresa es aún mayor al saber de su situación familiar. Poco a poco surge entre ellos una relación de escucha y comprensión que era que Bianca se percate de que puede que Wesley sea más que un simple objeto de evasión.Hablemos de la narración de esta novela, un aspecto a destacar de ella. La pluma de la autora es natural y cuidada hasta el más mínimo detalle. Como dije antes, no tiene tapujos a la hora de narrar, lo que impregna el libro de realismo. Como se deduce por la premisa, el sexo tiene mucho peso en la historia, y Kody, en lugar de andarse con florituras, habla sobre él tal y como es, sin idealizarlo, pues para la protagonista no es más que una mera distracción y para Wesley ésta es una más a la que llevar a su habitación. Además, Keplinger incide en temas como el alcohol, los desavenencias familiares o la violencia y, por tanto, te hace reflexionar sobre ellos. Gran parte de la historia transcurre en un instituto americano, con lo que ello conlleva: taquillas, animadoras, atletas chulescos, etc. Siempre me ha gustado esta ambientación, por lo que gracias a ella he conseguido disfrutar todavía más del libro. Se trata de un libro muy fresco y entretenido, pues, aunque no pase gran cosa, las ganas de conocer mejor a los personajes y sus problemas, así como la evolución que sufren, hacen que no puedas parar de leer. Para mi desgracia, lo ventilé en un santiamén, y me hubiera gustado pasar más tiempo con los personajes y la historia que, pese a la sencilla imagen que puede ofrecer la sinopsis de ella, es de lo más compleja, así como única y original. Así pues, este libro no sólo ha alcanzado mis altas expectativas, sino que las ha superado.Los personajes son tan reales como la vida misma, y esto queda demostrado con la facilidad de identificarse con alguna faceta de cada uno de ellos. Una parte muy importante del libro es la evolución que sufren los dos protagonistas como consecuencia de la influencia que ejercen el uno sobre el otro y que modifica su forma de ser en todos los aspectos de sus vidas. Bianca es el personaje principal y la narradora. Me alegro de haber conocido la historia desde el punto de vista de esta entrañable joven con personalidad cínica y sin pelos en la lengua a la hora de expresar su opinión. Wesley, por su parte, es un joven popular, arrogante y prepotente, que bajo su fachada de indiferencia esconde un corazón que está esperando a la chica adecuada. El romance que se establece entre estos dos personajes, indudable hilo conductor de la historia, se cuece a fuego muy lento. En un primer momento no hay más que repulsión y odio, sobre todo, por parte de Bianca. Con el paso del tiempo, y sin desaparecer estos sentimientos, se produce una atracción sexual por ambas partes que, pasadas unas cuantas páginas, se convierte en algo más, pues se escuchan y comprenden el uno al otro. Además, hay más personajes que hacen que la novela sea más interesante: Cassie y Jessica, las divertidas, protectoras y a veces algo pesadas amigas de la protagonista; los padres de esta última o Toby, un cerebrito por cuyos huesos lleva colada Bianca mucho tiempo.
-Bianca, ‘puta’ es sólo una palabra barata que la gente usa para hundir a los demás -dijo. Comenzó a hablar de nuevo con suavidad-. Eso les hace sentir mejor y olvidar sus problemas. Usar palabras como esa es más fácil que afrontar las situaciones. Te lo prometo, tú no eres una puta.
En definitiva,The Duffes una novela que, al igual que a otros tantos, me ha enamorado totalmente. Cuenta una historia mucho más compleja y diferente de la impresión que puede dar la sinopsis. La autora, con una prosa natural y detallista, habla a calzón quitado de temas como el sexo, el alcohol o los problemas familiares, y aporta a la novela, la cual es de lo más adictiva, enormes dosis de realismo. A esto último contribuyen también los personajes, tan reales como la vida misma que, con sus personalidades tan diferentes y su nada convencional historia de amor hacen de este libro un imprescindible para los amantes de la juvenil romántica.