Siete balas.Siete balas no eran tan malas, si tenía que enfrentar a tres bestias. Matemática pura, fácil para un ingeniero. Un tiro a cada una y asunto resuelto. Además le iba a sobrar munición. ¿Pero cómo carajo la iba a hacer rendir si le temblaba la mano? No solo la mano, todo el cuerpo. Sufría de espasmos, estaba empapado en transpiración y no podía llenar de aire los pulmones.Siete balas.
Siete magníficas balas, pensó con ironía, sería más fácil aprender a volar.
El planeta tal cual lo conocemos ya no existe. Es asolado por bestias de otro mundo. La comida y el agua son difíciles de conseguir, no hay acceso a la medicina y el enemigo acecha en cada rincón. Un grupo de jóvenes coincide en un edificio en la ciudad de La Plata. Será su refugio, y allí surgirá la amistad, la solidaridad, y agazapada, la traición. Sabrán que las bestias eran el comienzo de algo mucho más grande. Y cada uno deberá enfrentar sus propias decisiones para sobrevivir en esta tierra de nadie.
Tuve oportunidad de leerlo apenas lo vi en la librería, y déjenme decirles que fue una de las mejores decisiones que tomé en el año. No sólo porque por fin me encontré con un Seba que había superado una instancia más en su carrera como escritor (¡un grande!), sino porque me encantó desde la página 1. Una distopía nacional que nos vuelve a recordar cuánto tenemos que hacer valer nuestra literatura, porque está a la altura (e incluso a algunas las supera) de cualquier distopía extranjera.
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Y para los que van a la BUAnión, ¡lean, que les espera una sorpresa!
Bueno, ¿qué podría decir de este libro?
Lo primero que quiero recalcar, aunque ya lo haya dicho en la intro y pueda parecer un poco pesada, es que es una distopía argentina: sucede acá (y más específicamente en mi ciudad), tiene nuestro lenguaje, nuestra jerga; incluso planteos bien argentinos, como deferentes expresiones entre personas de distintos lugares del país. Quizás esto es algo que a muchos los tire para atrás a la hora de decidir si leer o no un libro, pero debo decir que no es para nada feo (como quizás uno siente con Delirium, que pasa en otro lugar del mundo pero está argentinizado); lo súper recomiendo, y no se van a arrepentir. Es una lectura adictiva, fluida y que, la verdad, tiene un ambiente
Toda la historia tiene un clima tan particular que por momentos me hizo acordar a Correr o Morir (¡así que imagínense cómo atrapa!). Las bestias que el autor crea y los penitentes de Dashner me dieron la misma sensación de nerviosismo, miedo histérico, inseguridad; como si pudiera mirar por la ventana y verlos ahí, esperando a despedazarme. También existió esa sensación de una monotonía extraña y forzada cuando por fin coinciden todos en el Pasaje, la misma que tuve con Thomas cuando entra al Área y comienza a aceptar su nueva rutina. Así que si te gustó Correr o Morir, libro que todos conocemos y adoramos, ¡tenés que leer Tierra de nadie!
-Bueno, caminemos por la diagonal hasta Plaza San Martín. En el camino me explicás cómo manejo una pistola.
-El diagonal.
-¿Qué?
-Se dice el diagonal -enfatizó Darío.
Mariano miró a su compañero con cara interrogativa. Después sonrió.
-Qué platense boludo que sos. Ni hablar sabés.
Darío frunció el ceño y empezaron a caminar hacia la plaza.
Me encantó cómo hace que entres en contexto. Te sentís un personaje más, sentís las situaciones en carne propia, sufrís como un borrego toda la novela. Odiás y amás a los personajes como si estuvieras ahí, conviviendo con ellos; te enorgullecés de ciertas personas y sentís las traiciones como si fueran hacia vos. El autor logra atraparte sin remedio, logra que entres en la historia desde el vamos. Imposible no terminarlo en pocos días, porque una vez que empezás no podés parar.
Siento que la escritura es propia de un autor experimentado y con muchos libros publicados más que de alguien que recién publicó su primer libro. He tenido el placer de escuchar los relatos de Seba durante ¿dos, tres? años antes de tener la noción de que Tierra de nadie era un proyecto real y serio, pero jamás había escuchado algo así; el autor escribe terriblemente bien, y eso no se puede negar. Tiene un humor ácido, irónico y por momentos hasta negro que puede hacer que la Chiqui Legrand se ría a conciencia. La prosa es excelente y no deja nada para objetar (más que algunos pequeños errores de edición típicos de todos los libros), como los personajes, el clima, las situaciones límite... ¡y por fin el baño de sangre que hacía tiempo no escuchaba! Las súplicas terminaron dando sus frutos :P
-¿Qué cosa?
-"Guerra de los Mundos". ¿No viste la peli?
Darío negó con la cabeza.
-No soy de ver mucha tele.
-No tiene que ver con la tele. Entonces asumo que tampoco leíste el libro.
-No.
-No ves la tele, no ves películas, no leés. ¿Qué hacés?
-Por ahora sobrevivo, así que no hinches las bolas.
Lo único que no me gustó, y esto acepto que es totalmente subjetivo, es la procedencia de las bestias. SPOILER Si bien Priur y toda la banda me encantó, no hubiera querido que esa fuese la explicación de por qué estos bichos estaban ahí FIN DEL SPOILER. Capaz que es porque soy una jodida e incoherente, pero yo me imaginaba algo súper imaginario y volado, tipo poder del Age of Empires o algo así. No me hagan caso, dejen (?)
Algo que sí hay que mencionar es que no es apto para impresionables o gente que no soporte leer gore; hay mucha sangre y las situaciones de acción y muerte son muy descriptivas. Tomándome como parámetro, que no suelo leer este tipo de libros, no me espantó demasiado (¿?), pero quizás la gente con menos vara de impresión debe ir con un poco más de cuidado con estas escenas. Ya está, quedan avisados, me desvinculo de cualquier consecuencia (?).
-¿Todo bien? -preguntó Cata con voz precavida.
-Sí, sí -contestó fingiendo despreocupación-. Estaba colgado nomás.
-Que no te explote la cabeza -dijo Cata no muy convencida.
-Estaba tratando de elegir: si chocolate blanco o negro.
-Uh... el blanco es una mierda.
-Racista.
Para la gente de Argentina y de mi ciudad: creo que es una increíble experiencia, más que nada para los platenses... se experimenta la ciudad desde otro punto de vista, se la vive distinto. Ya no es la inundación del 2013 que, si bien se llevó muchísimas cosas y vidas, en los días siguientes logró sacar lo mejor de los vecinos a pesar de que parecía una ciudad fantasma: ahora es una lucha por sobrevivir en la que la mayoría murieron o van a morir. ¿Cómo sería nuestra ciudad tras un suceso apocalíptico en el que el 99% de la población muriese? Exceso de autos abandonados, plazas destruidas, el centro platense, Internet, lugares como el Pasaje Dardo Rocha, la Municipalidad, cadáveres amontonados por todas partes, la gente del interior del país... ¿qué pasaría con los valores? ¿Seguiría habiendo amor, amistad, lealtad?
En definitiva, es una lectura que no voy a dudar en recomendar cada vez que pueda. Me sorprendió ver una distopía local y aún más que sea la primera novela de un autor, de los cuales, quizás, estamos más acostumbrados a que se tiren a una pileta que rebalsa de agua... y por eso aplaudo de pie a Seba Elesgaray, porque demostró que hay que apostar por la literatura local y, aún más, a aquello escrito por los jóvenes... o por los viejos, como diría cierta persona que ambos conocemos. ¡Salud por Seba!
Cuando le asomaron las lágrimas a los ojos, Mariano las agradeció.
Porque a pesar de tantas bestias, muerte y disparos, seguía siendo humano.
Para todos aquellos que vayan a la BUAnión el 23, gracias a Ediciones B y a Seba, dentro del sorteo que se va a realizar estará presente un ejemplar firmado por el autor, que ya tengo en mis manos. Así, como el que yo tengo. ¡Así que que el ganador se vaya preparando para una experiencia espectacular!