416 páginas || Papel y Ebook
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¿Te gusta escribir y viajar?
Entonces como a Laura.
¿Te gusta leer y fotografiar?
Entonces como a William.
¿Estás enamorado?
Entonces como Julles.
Vivimos entre dos mundos, el real y el virtual. ¿Cuál es el mejor?
Quizá lo encuentres al otro lado de tu móvil.
Laura, William y Julles están buscando el suyo.
¿Y tú?.
Si te gustó Contra el viento del norte y Tienes un email, aquí te presentamos una historia que empieza con unas fotos colgadas en Instagram. Lo demás, tiene que ver con la belleza de las cosas y con nuestra capacidad de clicar likes.
Cuando me ofrecieron este libro para reseñar, no lo dudé. La historia tenía pinta de recordarme a la mía propia, aunque no fue por Instagram, pero también nos enamoramos en poco tiempo y a través de unos mensajes, sin conocernos en persona. Pero claro, yo tenía 17 años, no pasaba de los 40 como los protagonistas de esta historia, y lógicamente, si había hablado con mi chico antes de empezar a sentir algo por él. Pero bueno, decidí leerlo porque creí que podría sentirme identificada, y que conseguiría conectar con la historia y sus personajes, pero no ha sido así. Primero, porque no he llegado a creerme sus sentimientos, únicamente por unas fotos, porque ellos ni siquiera hablan de tú a tú. Y segundo, porque aunque se nos cuentan cosas de ellos, no llegamos a conocerlos realmente, a profundizar en sus pensamientos y sentimientos. Y lo poco que sabemos, no hace que por ejemplo William, tan egoista y tan desentendido de sus hijos, me llegue a caer demasiado bien. Es un hombre adulto que se niega a construir una vida en pareja con nadie, y está claro que es libre de hacer lo que quiera y cómo quiera, pero a mi, no me ha gustado cómo hace las cosas, y menos aún lo que piensa.
Nadie sabe por qué nos enamoramos, ni de qué nos enamoramos. Es algo que nos sucede y no tiene ninguna explicación. De una mirada, de una voz, de un olor, de una sonrisa. O de algunas fotografías, como le había sucedido a Laura.Luego está Julles... el fiel amigo. El que se ha empeñado en conquistar a Laura cueste lo que cueste, y eso que tampoco es que se conozcan demasiado, o esa es la impresión que a mi me da. Pero él quiere que sea suya, y no deja de intentar conquistarla. Y si, eso está bien cuando quieres a alguien, pero pasa algo entre los dos que a mi, me ha parecido surrealista. No tanto por él, que me parece bien que se arriesgue si de verdad quiere a Laura, sino por ella, por su reacción y por acceder aunque no sienta amor por Julles, y aunque William esté presente en su mente. No lo entiendo, y no me ha gustado, y me ha parecido demasiado falsa, y demasiado egoista, por atarse a alguien a quien no quiere realmente.
Así que bueno, como veis, en esta historia tenemos tres personajes principales y, de los tres, no ha habido ninguno que me haya gustado especialmente. O al que haya creido. Y además es que me apetecía leer la historia, también por la edad de los protagonistas, porque son personas adultas, no adolescentes, y a veces viene bien ver que todo el mundo tiene derecho a hacer locuras, y a enamorarse ciegamente, pero es que no me los he creido, ni los he visto razonables.
Y seguramente os preguntaréis, ¿entonces el libro solo tiene cosas malas? No, no es así. Los capítulos son cortos, algunos únicamente tienen 4 líneas (tener en cuenta que son 410 páginas y 202 capítulos, así que, calculad), y la pluma de la autora es ligera, así que el libro se lee en nada. Mi problema es que la narración tampoco ha terminado de convencerme. Tenemos un narrador omnisciente que lo sabe todo, o que intenta saberlo todo. Pero que en ocasiones se dirige a nosotros como si fuera una especie de visión nuestra, y eso, a veces me ha descolocado un poco. Además, Laura de vez en cuando habla con su conciencia, si, tal cual, como si fuera un diálogo normal, y eso también me ha chirriado un poco. Pero como digo, esto es mi problema, porque habrá a quién no le moleste y lo disfrute. No es mi caso.
En resumen, sé que la reseña no parece muy positiva, pero también es justo decir que no ha sido una lectura que me hayan entrado ganas de tirar por una ventana. Es un libro que se lee rápido, y cuya historia, a pesar de todo, termina enganchando porque necesitas saber que va a pasar. Pero eso si, ese final... Me ha cabreado mucho porque te deja totalmente con las ganas, y estás 400 páginas para esperar algo así y luego zas, final del libro. Pero bueno, como digo, la historia engancha, y seguramente haya quien la disfrute mucho y quien si conecte con los personajes, no lo dudo. Así que si necesitais una lectura ligera, de esas que sirven para intercalar entre otras más densas, probar con este, porque seguramente aunque no sea el mejor libro que leáis, si os guste lo suficiente como para disfrutarlo.
A veces hacemos cosas que no pensamos. Y las hacemos sin pensar porque si las pensáramos no las haríamos. No tendrían sentido.
Gracias a Sandra Bruna por el ejemplar.